En el patio de la nada imagino lo que pienso pero no encuentro palabras que describan lo que siento. Pasa el tiempo en un espacio tan inmenso, y lo sigo para ver, si de repente, encuentro en el vacío, el ritmo de mi propio creamiento. La primicia encandila cada rincón de la ausente perspectiva. Se inicia la tragedia mas bonita, es la mezcla del azar con filosofía. Me encuentro con la consecuencia de no controlar mi naturaleza. Cada paso en este creciente camino genera incerteza e intenta comprender cada huella que se presenta. No tengo ninguna referencia, sin embargo va despertando la conciencia. Me encuentro, sin saberlo, conmigo mismo, y entiendo que hay un sesgo en mi razonamiento. Mas lo vivo más lo siento, no puedo huir de este experimento. Soy testigo de como enfermo, más no puedo evitar este sufrimiento. En el rincón de mis sueños se repite la secuencia que me despierta. Cada imagen es distinta pero me acostumbro a la vista. No me quejo si en mi entierro redescubro ese encuentro.