Asociación Tras-Pasar es un PUENTE entre muchas familias que necesitan de ayuda, y gente dispuesta a ayudar. Estamos convencidos que entre todos podemos alivianar la carga de quienes tienen que atravesar esta difícil situación. Somos un grupo de personas que comparten un objetivo en común: el interés y la empatía por los que atraviesan situaciones difíciles, en este caso, el cáncer infantil. Nuestro mayor motor es la convicción de CREER que el amor será el cambio necesario para CREAR un mundo mejor y más solidario. El 100% de las personas que conformamos Asociación Traspasar lo hacemos de forma voluntaria. Un grupo de más de 20 jóvenes trabajando en un equipo que demuestra el interés de las nuevas generaciones en generar un impacto en la sociedad, concientizando y contagiando sobre una lucha que debería ser de todos. Nuestra tarea desde hace 11 años consiste en tener un contacto diario, cercano y directo con los pacientes y sus familias. Somos quienes los acompañan y contienen luego de recibir un diagnóstico tan duro como es el cáncer. Nuestro primer vínculo se encuentra ahí, en el campo de batalla, donde el dolor ahoga y una mano extendida hace el camino a recorrer un poco más fácil. Desde lo social trabajamos en equipo con la licenciada en Trabajo Social del Hospital Humberto Notti, con ella direccionamos y nos ocupamos de las necesidades más urgentes sabiendo que el acompañamiento diario y el oído puesto a disposición de los que realmente luchan, marcará la diferencia. Cada mañana al ingresar a la sala de espera nos esperan ellos, nuestros amiguitos, listos para enfrentar días de quimioterapia, y nosotros, queremos hacer que las horas pasen más rápido, mediante juegos, charlas y amor traspasando y es por esto que nos ocupamos todo el tiempo de mejorar las instalaciones donde ellos pasarán sus horas, convirtiendo una sala de espera en una sala de juegos y las habitaciones en un lugar más cómodo para sus largas internaciones, equipándolas con las mayores comodidades posibles dentro de un hospital como lo es ofrecer conectividad, televisores, tablets y todo para que puedan mantenerse en contacto a su vez con el exterior. Es ahí también cuándo escuchamos las historias de sus padres, llenas de dolor, dónde el cáncer lastima e invade; quebrando las situaciones sociales, económicas y las dinámicas familiares. Gracias a estas historias podemos llegar a cada familia que lo necesita: con refacciones de viviendas para que puedan volver a sus hogares en las condiciones necesarias para un niño con cáncer, también asistiendo con traslados, alimentos, medicación y brindando recursos para que no sólo el niño que está en tratamiento pueda afrontarlo, sino también apoyando al grupo familiar con el que convive (escolarización, alimentación, vestimenta, etc ). Entendemos que el cáncer no solamente afecta al niño en tratamiento sino que a todos los que lo acompañan en su proceso, dejando a padres sin trabajo y a hermanos al cuidado de algún familiar ya que los padres deben ocuparse de de algo tan difícil como es sacar a su hijo con vida de esta dura enfermedad.