Me gusta ser la acuarela que cambia los colores de los demás. Pero, hasta ahora, nadie ha sabido colorear mi amor o mi vida. No puedo decir que me hayan dejado un gran impacto o una gran enseñanza. Soy un forastero que acaricia almas, que anhela que abrazaran la suya y nunca se vayan. Abrázame fuerte y enséñame a mirar el mundo con otra mirada. Esa también es mi añoranza. ~Silvana Micaela Vázquez ©