Por Vanesa Brunner: Lic. y Profesora de ciencias ambientales. Resulta llamativo que los impulsores de este día de concientización, provengan de un país con récord de consumo de recursos naturales en el mundo (EEUU) Probablemente es un reflejo de la contradicción de la humanidad, por un lado, recordamos este que cada año se hace más y más popular, pero el grado de acciones climáticas no acompañan. Los cambios en materia de producción y consumo son más lentos que el deterioro que generan las prácticas de manufactura convencionales y muchos de los cambios se dan cuando los daños ya son irreversibles. Sin embargo, a pesar de que estamos muy lejos de resolver los problemas ambientales (que devienen luego en problemas sanitarios -pandemias- y sociales -desigualdad, pobreza, acceso al agua potable, etc.-) hay acciones colectivas que nos hacen mantener esperanza en el destino de la humanidad. Muchos estados y empresas hoy adhieren a los objetivos de la ODS. De manera consciente y apuntando a un verdadero cambio, sin caer en los engañosos Green washing característicos de los años ’90.