Hace un par de días aprendí gracias a otro fotógrafo (@lennyruiz en Instagram) un nuevo "truco"/estilo para tomar fotos urbanas a la gente desprevenida o incluso a sabiendas. Llevo toda la semana practicando el truco y hoy decidí salir a seguir fotografiando. Empecé con las fotos que verás en este post y no pude seguir porque casi me agarran a golpes por tomarle fotos a la gente sin su autorización. Primero tomé fotos a la pareja que está sentada fumando, no se vieron muy convencidos o sus caras fueron de incomodidad pero no me dijeron nada. Luego le tomé fotos a unas chicas que entre ellas se estaban tomando fotos, cuando se dieron cuenta de mi cámara, posaron y sonrieron. Luego me cruzo con la pareja sentada que está tomando mate. Ni se dieron cuenta de que les tomaba fotos. Todo bien por los momentos. Yo caminaba con mi cámara colgada, los audífonos puestos porque la música es una constante inspiración para mí al tomar fotos. Cuando de repente se me acerca un chico algo alterado preguntándome que si yo estaba tomando fotos de la gente. Él hablaba muy rápido y en un tono agresivo. Quería borrar las fotos que saque. Le comento que a él no le saque ninguna foto que se puede quedar tranquilo. Pero dice que el problema fue la foto que le saqué a las chicas. Me sorprendió, ellas reaccionaron bien, y la actitud de él era sospechosa, sentí que me quería robar por como se acercaba, por su tono, su aspecto, en lo que caen los estereotipos. Me quería robar, no borrar unas fotos. Mientras él se acercaba más a mi y cada vez más agresivo porque aún yo no borraba las fotos (y no porque no quisiera o le diera la razón sino por lo agresivo que estaba), yo iba acercándome a un establecimiento que teníamos al lado para que más gente me apoyara o viera lo que estaba pasando. Es en ese momento que el chico me empuja y pone los puños para pelear. En ese momento llega un compañero de él pero mucho más tranquilo, parecía solo estar ahí. Aunque ya yo veía que eran dos contra mí. Por suerte la policía estaba en una esquina a una cuadra de distancia. No sé si se dieron cuenta del problema y acudieron o alguien los llamó. Cuando llegaron se les explicó el problema, nos pidieron documentación a ambos para ver nuestros antecedentes y nada pasó a mayores. Ahora, la conclusión del asunto para la policía y para el gorila era que la próxima vez, debería preguntar antes de tomar una foto desprevenida, porque hoy en día no se sabe quién es quién, en los tiempos que vive el país la desconfianza es clave. Yo estoy de acuerdo con que hice mal y puede verse como una invasión de la privacidad unas fotos desprevenidas, estoy de acuerdo y puedo entender que a alguien le moleste como para terminar borrando las fotos, pero en ningún momento se discutió la actitud violenta del gorila. Nunca se habló de que eso era un problema que podía resolverse de forma civilizada antes de empujar. Ni que si las chicas eran las que querían eliminar las fotos, por que ellas no fueron las que vinieron a reclamar o porque en ningún momento aparecieron mientras la policía estaba ahí. Nunca se habló de lo otro que estuvo mal. ¿Por qué? En fin, me gustaría saber sus opiniones. ¿Qué piensan de las fotografías urbanas? ¿Te has molestado alguna vez en la calle porque un fotógrafo o fotógrafa te tome una foto? O simplemente esquivas la foto? ¿Te parece que esta historia fue innecesaria y que se pudo arreglar distinto?