Philneas Gage era un ferroviario que se destacaba por su buena labor. Un día cerca de los años 1850 una gruesa y pesada barra de hierro le atravesó el cráneo debido a una explosión que había surgido en su lugar de trabajo. Asombrosamente Gage no falleció y se recupero mas rápido que lo esperado. Pero había algo que no era lo mismo: las personas que lo conocían decían que “el no era el”, que algo había cambiado. Se volvió una persona desagradable que maldecia todo el tiempo, no le importaba nada e incluso se emborrachaba en sus horas de trabajo y peleaba con sus compañeros. Todas cosas que no eran propias de el. Desde ese entonces Philneas fue objeto de estudio de grandes médicos, ¿Por qué su personalidad se había modificado?. Ahí se evidencio que la masa encefálica perdida en un lugar especifico tenia que ver con la conducta diaria. Hoy en día gracias a este fatal evento sabemos que la corteza frontal (por donde le atravesó la barra de hierro) esta implicada con la conducta y en relación con el ánimo, la memoria, la planificación y las relaciones sociales entre otras cosas. Como estos casos increíbles hay muchísimos mas y gracias a eso nos permitieron avanzar en el estudio del cerebro. Un hecho tan desafortunado para algunos pero tan beneficioso para la ciencia.