Durante mi estadía, conocí gente, mucha gente... algunas fraternas, otras amables y otras tantas con un cierto rechazo hacia los porteños. Cada una de ellas con sus acciones, gestos y comentarios, me fueron enseñando poco a poco su sociología, su comportamiento, Algunas de esas almas bondadosas, han demostrado interés por mis proyectos e ideas, otras tantas según su experiencia de vida y cultura no las veían posibles, sino más bien una pérdida de tiempo, proyectos inviables. Más no para mí. Cuando estás solo en un territorio desconocido, a pesar de estar en una misma patria, es una realidad muy diferente, Todo es diferente, la sociedad, el comportamiento, la forma de dirigirse hacia otra persona, la forma de pensar, de actuar, de vivir... a pesar de estar en un mismo país, todo lo que has aprendido en el lugar donde naciste, me atrevo a decir que en un 60% no sirve. Interactuando con cada habitante que me encontraba, presentándome muy amablemente y respondiendo todas sus preguntas y curiosidades... muchos me daban consejos como por ejemplo "En este pueblo, tenga cuidado con lo que dice, no hable demás, porque acá todo se sabe." Por mi parte nada que temer, dentro de mis intenciones no hay malicia, al contrario, vengo con el impulso del progreso y de solucionar problemas... el mío de no tener una vivienda propia, el de progresar y producir; ésta última como un "comentario - pedido" de la misma gente sobre lo que estarían necesitando. Y aquí estoy, buscando un terreno para gestionarlo ante catastro, que por cierto, tiene 20 días de vacaciones. Todo sea por conseguir "Mi lugar en el mundo". HABEMUS EXSPECTAMUS... (Tenemos que esperar)