Comienza otro de mis incontables desvelos. Me espera un larga noche y los sueños van volando por mis cansados párpados. Cierro los ojos y una gran luz crece, iluminándome; en consecuencia, los abro encontrándome de nuevo en la oscuridad. Observo a mi alrededor y hay un reloj de pared, su constante tic-tac comienza a torturar mi mente y la paciencia se quiere alejar de aquí. Hace mucho frío y la piel de gallina no tarda en aparecer, haciéndose amiga del silencio que abunda a mi alrededor. Doy vueltas y vueltas, pero no veo ni escucho nada. No entiendo. ¿En dónde estará el sonido? ¿La luz? ¿Las personas? ¿En dónde estará el mundo? Porque siento que nunca lo volveré a ver. Melanie🦋