“Nos estamos despertando, y con nuestros ojos mirando la Luna, recordamos la verdad eterna. Eres una bruja. Estás hecha de magiak. Es hora de recordar.” Mientras es de conocimiento común que las brujas practican magia, no todos saben con certeza a qué uno se refiere con la palabra "magia." Incluso para autores experimentados, como el renombrado Scott Cunningham, encuentran difícil la tarea de describir la magia con exacta definición. “Solo porque no sea totalmente comprendida no quiere decir que no exista.” Podemos, nosotros –vos y yo–, de ahora en más, referirnos a la magia(k) como una proyección, voluntad de toda fuerza natural para dirigir energía hacia los fines necesarios. ¿A qué me refiero con "[toda] fuerza natural"? A las principales fuentes de energía vital; el poder de la Tierra, el poder de lo divino, y nuestro propio poder personal –la fuerza con la que nacemos, la que mueve y habita en nuestros cuerpos. ¿Y cuáles serían estos "fines necesarios"? Aquello que la bruja, auto-determinada, crea correcto. Ahora, te pregunto, ¿Sabes cómo generar, liberar y direccionar tu poder personal? No tiene nada que ver con mover una vara en el aire, “bibidi-babidi-boo!”, pero sí que requiere esfuerzo, dedicación y práctica; como toda habilidad humana. Te propongo algo: una pequeña actividad. Agarra un papel y, cerrando los ojos, inhala profundamente y visualiza ahora lo que más quisieras. Las cuentas siendo pagadas, una reunión familiar, un cálido beso en tus labios. Cualquier cosa. Y, cuando abras los ojos, plasma la imagen de tu cabeza al papel –escrita, dibujada, como más te guste; lo importante es la INTENCIÓN. Intencionas el momento en que te concentras en aquello que querés, respiras y sentís conectarte. Después, seleccionas una vela que resuene con tu visualización (verde atrae dinero, rojo atrae pasión, etc.) –opcional; la ungis con aceite natural, desde afuera hacia adentro–, y la colocas sobre un soporte directamente arriba del papel donde está plasmada tu intención. Prendela, y ahora es el momento de acomodar los procedimientos según sea apropiado para tus necesidades; podés quemar hierbas, agregar cristales/amuletos, utilizar música, danza, etc. mientras repetís un llamado u oración que resuene con voz. Yo en lo personal suelo convocar al universo y a mis antepasados: “Llamo por las fuerzas de la Diosa Madre y del Dios Padre, las fuerzas de la Tierra, llamo por el Sol, por la Luna y las estrellas, llamo por mis guías para que me brinden [...].” Y mientras hablas, enfócate en eso que pedís, visualiza y declara tu objetivo. Sin miedo! Si tú pedido está hecho con amor, no hay nada que temer. El fuego de la vela libera la energía concentrada en el papel, y tu voluntad la direcciona adonde debe ir. Dependiendo de cuánto podés mantener la visualización –para empezar es mejor hacerlo poco tiempo, diez, quince minutos o hasta que vos decidas–, podés apagar la vela (Tip: usa un apagavelas, de ese modo el pabilo no se gasta y puede durarte mucho más!) y continuar de nuevo más tarde, o en otro momento. Cuando la vela se haya consumido por completo es cuando vas a saber con certeza que tu voluntad se manifestó, y es cuestión de esperar a ver los resultados. Aunque te aviso que ésto no es un prender y apagar el módem para que vuelva el Wifi. Todo depende de tu constancia para liberar tu poder personal, tu don divino. Confía en vos misma, y todo va a salir bien.