Siempre me quejé de la gente que cree que por ser un gato negro traigo la mala suerte conmigo, pero poco hago para que piensen lo contrario. Escuchá lo que me pasó:
Un noche lluviosa, mientras hacía mis paseos habituales revolviendo en la basura para encontrar comida, un auto me atropelló y me dejó tirado en el medio de la calle. Con mis últimas fuerzas y con mi cadera quebrada, pude refugiarme en el patio delantero de una casa.
A la mañana siguiente, una familia me encuentra, me da comida, refugio, amor y me ponen un nombre: Basta Rogelio (siguiendo con la mala suerte, mirá el nombre que me ponen). Me dijeron que es por una película, una que no conozco pero que apenas me pueda mover de la cama que me armaron la voy a ver.
Estas personas que me están salvando la vida ahora están un poco preocupadas, yo no entiendo muy bien como funciona el tema pero por lo que pude escuchar tienen que juntar algo llamado “lucas”. Necesitan 40 de esas para poder operarme.
Lo que les vengo a pedir es si pueden colaborar con esta familia y conmigo. Sé que la situación está dificil, pero tengo muchas ganas de volver a caminar y si me dan una pequeña ayudita voy a estar cada vez más cerca.
Gracias por leerme!