Hace unos días se produjo un revuelo importante en torno al anuncio realizado por el magnate sudafricano Elon Musk. Esto no es una sorpresa. Al menos durante el último año, cada palabra que sale de su boca -o tweet en su cuenta de Twitter– da tanto de qué hablar que hasta pareciera producir subidas o bajadas en las acciones más valoradas del planeta y en el mercado de las criptomonedas. El imperio tecnológico de Musk Da la impresión de que Elon quiere posicionarse como el solucionador de los grandes problemas actuales de la humanidad. Repasemos un poco sus proyectos hasta el momento: · SpaceX: Empresa de fabricación y transporte aeroespacial, fundada en 2002, que tiene como premisa llevarnos a Marte. · Tesla: Compañía líder en el sector de los vehículos eléctricos. · Starlink: Es un desprendimiento de SpaceX, mediante el cual Musk quiere crear una constelación de satélites de internet capaz de brindar una cobertura global a bajo costo. · Neuralink: Proyecto dedicado a la investigación sobre cómo interactuar directamente con el cerebro, a través de herramientas tecnológicas. Musk fundó esta compañía en 2017, con la intención de adentrarse en el campo del transhumanismo, el cual apunta a transformar la condición humana para mejorar sus capacidades mediante la tecnología. · SolarCity: Compañía fabricante y distribuidora de paneles solares, que cofundó con su primo y que al día de hoy preside pero no dirige. Estas son las empresas de Elon Musk más conocidas y públicas hasta el momento, pero no son las únicas; tiene varios proyectos en paralelo y seguramente muchos otros en su cabeza. Si pensamos en la crisis de contaminación del planeta y en los problemas ecológicos a los que nos enfrentamos, Tesla y SolarCity vienen a trabajar sobre eso. Cabe mencionar, también, que la empresa automotriz soluciona la transportabilidad, los accidentes de tránsito y nuestra necesidad de mirar el celular mientras estamos en el auto. Y si acaso todo esto saliera mal y la Tierra explotara por los aires, SpaceX podría ser la encargada de llevarnos a Marte (o, al menos, a él y sus allegados). Cada vez más elementos requieren de internet para funcionar y conectarse, al igual que las personas necesitamos internet para hacer casi cualquier tipo de tarea en nuestro día a día. Bueno, pues, bienvenida Starlink. En el caso de Neuralink, si bien es un proyecto más incipiente, estamos hablando de fusionar la mente humana con el software y la tecnología mediante, por ejemplo, chips neuronales. El objetivo es mejorar nuestras capacidades. El robot humanoide de Elon Musk, desarrollado por Tesla. ¿Cuáles fueron las palabras de Elon Musk que volvieron a asombrar al mundo? Anunció que, en algún momento de 2022, Tesla estará en capacidad de lanzar su prototipo Tesla Bot, el primer robot humanoide, gracias a la tecnología que desarrolla para sus autos. Mencionó, específicamente, que: «Tesla es la compañía de robótica más grande del mundo» y que «tiene sentido poner eso sobre una forma humanoide». Vayamos a la parte importante de su mensaje: «está destinado a ser amigable, por supuesto, y a navegar a través de un mundo construido para humanos, y a eliminar tareas peligrosas, repetitivas y aburridas (…). A un nivel mecánico, a un nivel físico, podrás correr lejos de ellos (…)». Musk utiliza la palabra «overpower» para darnos a entender que podremos dominarlo o ganarle si se le ocurriera rebelarse ante nosotros. «El primer robot humanoide está destinado a ser amigable, a navegar a través de un mundo construido para humanos, y a eliminar tareas peligrosas, repetitivas y aburridas; a un nivel mecánico, a un nivel físico, podrás correr lejos de ellos…» ¿Próximos a «la rebelión de las máquinas»? «No sé tú, pero yo no dejo de pensar» (Luis Miguel dixit) en The Terminator, la famosa película de ciencia ficción de 1984. No puedo evitar imaginarme esos hechos en un futuro cercano. No quiero decir que sea el único desenlace posible, pero un poquito de piel de gallina me pone, no te lo voy a negar. Si vemos el lado positivo de Tesla Bot, éste eliminará tareas que no queremos o no podemos realizar por tener dificultades físicas o por nuestra vagancia creciente. Me pongo a pensar en las personas con determinadas discapacidades, y su asistencia podría ser invaluable. Hasta ahí, está fantástico. Después se me presentan, al menos, dos problemas. Por un lado, estamos incorporando cada vez más la tecnología en nuestras tareas y empleos, lo que hace que indefectiblemente nos planteemos: ¿cuánto tiempo más voy a poder trabajar de lo que trabajo? Este tema abre muchas preguntas, que voy a abordar en otro momento (para enterarte de los nuevos artículos, suscribite al newsletter de El Café Diario), como por ejemplo: ¿qué empleos van a desaparecer?, ¿qué nuevas carreras van a surgir?, ¿qué giros nos conviene hacer en nuestras profesiones para mantenernos dentro del mercado laboral? Yendo hacia el segundo problema que se me aparece, pienso en Terminator 3: la rebelión de las máquinas o enYo Robot o en la película que te venga a la mente sobre esta temática. Retomo lo que dije hace algunos párrafos: Elon Musk pareciera estar trabajando sobre las soluciones para los grandes problemas de la humanidad. Pero, ¿qué pasaría si lograra controlar nuestro transporte, nuestro planeta, nuestros hogares y hasta nuestras mentes? ¿Es tan descabellado pensarlo así? El anuncio del excéntrico empresario nos da la pauta de lo cerca que estamos de que haya un robot en nuestros hogares que se encargue de tareas aburridas o forzadas, y del cual, ante cualquier imprevisto, vamos a poder escapar. Sí, eso dijo Musk: que vamos a poder «correr lejos de ellos». La pregunta es: ¿por qué motivo, razón o circunstancia necesitaríamos alejarnos de estos robots? ¿Se autodestruyen y explotan cuando les hacemos una pregunta que no entienden? ¿Expelen flatulencias tóxicas? ¿O tenemos el riesgo de que su inteligencia artificial se vuelva en nuestra contra? No te voy a mentir, mi pasión por la tecnología me hace querer ver al Tesla Bot en vivo y en directo y, aunque probablemente no pueda pagar uno para mí, me intriga verlo en acción. Por otro lado, no es este robot lo que más me preocupa, sino todo el ecosistema que gira en torno al magnate. Me produce admiración y miedo a la vez. ¿Hasta dónde piensa llegar Elon Musk? Sólo el tiempo brindará mayor información acerca del alcance del poder del millonario Elon Musk. Un dato de color es que, entre naves espaciales, autos eléctricos autocomandados, chips neuronales y el reciente humanoide, este empresario también ha creado, por ejemplo, un lanzallamas. Si bien no es una novedad, sino que este instrumento data de 2018, no deja de ser una llamada de atención hacia sus excentricidades. ¿Cuál creés que será el próximo invento que anunciará Elon Musk? Tenés un espacio de comentarios en esta web ¡y nos encantaría leerte!