"Bailan".- de Leonardo Romani Daniela tiene apoyada su cabeza sobre el hombro derecho de Diego, su mano izquierda sobre el brazo derecho de él, que rodea su cintura. Diego la aprieta contra su cuerpo, brazo izquierdo de él y derecho de ella estirados. Diego toma la mano derecha de ella con su mano izquierda, en posición de vals, y bailan. Apenas si se mueven, lentamente, girando en un abrazo asimétrico y siguiendo la música de ese viejo disco que encontraron hace pocos días mientras limpiaban la casa. Daniela levanta su cabeza y mira a Diego a los ojos unos segundos, él sonríe, luego ella vuelve a su posición, apoyada sobre el hombro derecho. Termina la canción y comienza otra. Ella se acerca sus labios al oído derecho de él y susurra, casi imperceptiblemente. “Sé lo de tu amiga”. Diego se sobresalta y la aleja de su cuerpo, dejando de apretarla, pero sólo un poco, no la suelta y continúa moviéndose lentamente siguiendo la música, la mira a los ojos. “¿Amiga? ¿Qué amiga?” “Tu amiga, la que visitas todos los jueves por la tarde, cuando me dices que te quedas en la tienda preparando los pedidos del fin de semana. Todos los jueves”. Diego deja de moverse, se miran unos segundos hasta que Daniela vuelve a apoyar su cabeza en el hombro de él y retoma el vaivén. Diego tarda en retomar el movimiento, pero lo hace durante un momento, luego se detiene pero sigue sin soltar a Daniela. “No significa nada para mí, voy a detenerlo cuanto antes. No quiero perderte. Fue un error, tan sólo un error” Daniela lo mira y sonríe. “Lo sé, te creo. Fue un error, tan sólo un error” Diego vuelve a apretarla contra su cuerpo. Bailan. Diego recorre con su vista la sala de estar, el espejo que compraron juntos, el viejo sillón, sus fotos de vacaciones, en la nieve, en la playa. “¿Sabes que te amo? Lo sabes. ¿No? Necesito que entiendas que me equivoqué, que fue sólo eso, un error.” Daniela también recorre la sala de estar, ve las mismas fotos en la playa, en la nieve, el mismo espejo que compraron juntos, el sillón. “Te entiendo, y sé perfectamente que fue un error. ¿Cómo podría no entenderte? Yo también cometo errores. Este por ejemplo es uno de ellos.” Y bailan... FIN