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Zenón Argento

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Sobre el discernimiento:

El discernir lo que depende de nosotros de aquello que no podemos influenciar, es la regla fundamental para Epicteto. La necesidad de realizar esta distinción aparece en casi todas las disertaciones, además de estar incluidas de algún modo u otro en todos los capítulos del manual (o Enchiridion). Todo esto parte desde el estoicismo tradicional, donde se oponen las esferas del bien y el mal moral con la de las cosas indiferentes, es decir, que no son ni buenas ni malas moralmente y que son ajenas a nuestra libertad. En la filosofía de Epicteto vemos reflejado que a la esfera de la moralidad (incluyendo el bien y el mal) corresponde el ámbito de las cosas que dependen de nosotros, mientras que a la esfera de las cosas indiferentes aquello que no depende de nosotros. Podemos llegar a esta deducción, porque en el estoicismo antiguo enlista como indiferente exactamente las mismas cosas que Epicteto incluye en las cosas que no dependen de nosotros, algunas de estas son: La salud y el cuerpo, nuestros bienes materiales, la muerte, la riqueza y nuestra reputación. Por el contrario, como ejemplo de las cosas que dependen de nosotros, Epicteto utiliza la regla de las tres actividades del alma: el juicio, el deseo (o aversión) y la tendencia a la acción (o el rechazo de la misma). Las tres actividades se pueden realizar de manera correcta o de mala manera, ya que dependen del albedrío. «Hay tres tópicos en los que ha de ejercitarse el que haya de ser bueno y honrado: el relativo a los deseos y los rechazos, para que ni se vea frustrado en sus deseos ni vaya a caer en lo que aborrece; el relativo a los impulsos (tendencia a la acción) y repulsiones (rechazo a la misma) y, sencillamente, al deber, para que actúe en orden, con buen sentido, sin descuido; el tercero es el relativo a la infalibilidad y a la prudencia y, en general, el relativo a los asentimientos [que se concede a los juicios]» (Disertaciones, III, 2, 1-2) Existen, por lo tanto, tres disciplinas a las que se aplica la filosofía; las disciplinas del deseo, de la acción y del juicio. En última instancia, es una elección de vida racional convertirnos en una buena o mala persona.
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