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Hernan Montenegro

Escritura y literatura
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Un Triste Reencuentro (Parte III)

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—Cómo sabes, Frederick se sentía en deuda contigo por perdonarnos la vida y por ser en parte quien le permitió hacerse con tantas reliquias, así que él se tomó personalmente la búsqueda para liberarte de la Oscuridad. Pronto entendió que lo que usualmente aquellos que se mueven en el mundo de los espíritus saben poco y nada sobre la Oscuridad. La evitan, le temen, salvo aquella familia que desapareció, solo los espíritus antiguos parecen tener un poco de información. Balder que se había cansado de buscar espíritus antiguos que algunos pobres confundían con dioses, demonios y ángeles entendía lo difícil que era obtener información. Ese era el motivo que había tenido a quienes lo adoptaron y torturaron en una posición tan privilegiada. Aun así,confiaba en que si un ocultista era capaz de ayudarlo, ese sería Frederick que contaba con las reliquias antiguas y un don especial. —A pesar de que los primeros años fueron más que frustrantes, él seguía dedicando su energía a este asunto. Me colocó a mí en el lugar de quien dirigía a nuestros miembros y a Gustav como su hombre de negocios. Fueron años complicados, pero emocionantes, porque nuestro nombre empezaba a resonar con más fuerza. Muchos nos envidiaban porque durante ese periodo nos mudamos a la antigua casona que había pertenecido a Madame Blavatski. Me refiero a la casa que se suponía, era solo un mito, pero puedo asegurarte que era real y contaba con un poder que te hacía estremecer —Nina prendió un cigarrillo y se levantó de su asiento—. ¿Te gustaría un poco de café? —Sí, por favor —dijo Balder que no había escuchado jamás respecto a esa ubicación, pero que podía ser verdad. Poco se conocía realmente de la vida de aquellos ocultistas que fueron figuras populares. La mujer prendió la máquina de café y miró por la ventana, extrañaba la casa, a sus compañeros y sobre todo extrañaba a Frederick. Balder la contempló y sintió lástima por ella. Sabía lo que era perder a un ser querido, así que guardó silencio hasta que ella decidiera retomar la conversación. —Un día Gustav vino a la casa, parecía inquieto y pidió hablar con Frederick, tenés que entender Balder que hablar con Frederick en esa época era complicado porque casi nunca estaba en casa, se la pasaba recorriendo el mundo en búsqueda de información y en búsqueda de nuevas reliquias, utilizando el poder que tenía con su cetro se permitía ir en soledad, dejando a Algernon, Todhunter y Bram protegiendo el hogar que habíamos reclamado para nosotros. Le pregunté que era tan importante y me contestó que tenía que ver con La Oscuridad, y ahí cometí el peor error de mi vida. —¿Cuál? —Desobedecí a mi amado Frederick quien siempre me dijo que tenía que tener extremo cuidado con los miembros de la organización porque todos podían ser corrompidos, pero Gustav... jamás pensé que se animara a tanto. Escuché su relato, me comentó que había encontrado a un hombre que se hacía llamar Conde Valzamo. Un hombre que poseía un artículo ligado a la Oscuridad, y que también estaba buscando más información al respecto. Ofreció pagar una fortuna solamente por la oportunidad de hablar con Frederick. —Sentiste que lo que motivaba a Gustav, quien estaba a cargo de los negocios, era eso, lo que podían ganar a nivel financiero y no sospechaste en ningún momento que estaba actuando con segundas intenciones. —Así es, me comuniqué entonces con Frederick que en esos momentos se encontraba por Rusia y le comenté a Gustav que en unos días Frederick volvería a la casa. Me preguntó donde podía encontrarlo porque le parecía importante y le dije que no se preocupe que estaba por un viaje de investigación en Rusia y que había tomado su propuesta como algo importante, que se pondría en camino lo antes posible. —¿Y nunca más lo volviste a ver, verdad? —Lo volví a ver la noche que nos atacaron. O al menos vi un fragmento de su espíritu que vino a visitarme y me comentó la traición de Gustav, me dijo que éramos los siguientes. —¿Y luego? —Le comenté esto a los miembros de la familia. Les dije que Frederick había sido asesinado cuando intentaba volver y que ahora venían por todo lo que era nuestro. Algernon decidió luchar y muchos se quedaron en la casa, pero yo me fui, los abandoné porque sin Frederick no había oportunidad de que pudiéramos vencer y así fue. Con el tiempo me enteré de la masacre que aconteció esa noche donde una organización que hasta hoy no supe descubrir quienes son atacaron a La Aurora Dorada y todo se terminó. Sé que Bram decidió partir también, hasta el día de hoy no creo que él estuviera involucrado en lo que sucedió. —Tenés razón en eso. Bram no tuvo nada que ver, tan solo se alejó porque sintió que si Frederick había muerto no había chance de poder ganar. ¿Que pasó con vos? —Intente por un tiempo establecerme, pensé en como buscar a Gustav para aunque sea tener el placer de la venganza, pero como verás me resigné. Volví a mi viejo barrio y utilizo las habilidades que me llevaron a Frederick para que familias poderosas sigan teniendo mercenarios que están dispuestos a perderlo todo a cambio de un buen salario. ¿Cómo sabes lo de Bram? —Él me habló de vos. Te encontró y se aseguró de que nadie pudiera lastimarte, supongo que fue su último gesto de lealtad a Frederick, ahora mismo está viviendo en Southampton. Se mudó después de nuestro segundo y último encuentro. —Si bien me alegra saber eso, hubiese preferido que usara esas fuerzas para encontrar al traidor. Balder esbozó una ligera sonrisa y sacó de su abrigo lo que parecía ser una cajita envuelta en un sobre de papel como si se tratase de un regalo. —¿Qué es eso? —Es para vos, sé que no puedo traer a Frederick y también sé que soy el responsable de que la desgracia cayera sobre ustedes, pero espero que esto te demuestre que me siento arrepentido por todo y que intento hacer lo correcto. —Antes de abrir esto quiero decirte algo Balder. Te culpé por mucho tiempo, pero entiendo que Frederick es responsable de lo que sucedió porque en ningún momento en todo ese tiempo lo buscaste nuevamente o te comunicaste con él, me costó entender que mi amado estaba obsesionado por La Oscuridad como la familia antigua de antaño, porque él entendía que tener más información que el resto sobre eso consolidaría el poder de La Orden. —Gracias —dijo Balder. Nina abrió el regalo y encontró lo que parecía ser cristal congelado, adentro del cristal estaba el dedo anular de Gustav, se pecató por el anillo que lo recubría. La mujer miró sorprendida a Balder. —Me costó mucho encontrarlo, finalmente gracias a Bram logré dar con su paradero. —Asumo que hay una explicación detrás de esta ofrenda —dijo contemplando el obsequio de Balder. —No eres la única que el fantasma de Frederick visitó antes de marcharse definitivamente de este plano. Era un hombre más precavido de lo que creías y por lo visto tenía todo planeado para su partida. Sabía quienes serían los únicos que podrían hacerle daño después de asociarse a mi persona, como tú dijiste, era reservado y jamás les dijo a ustedes que el motivo por el cual accedió a ayudarme era porque podía usar mi nombre para intimidar. Nina asintió, sospechaba ligeramente de eso, pero en esa época, dado a las reliquias que poseían en su poder, creía que su marido era indestructible, solamente superado por el poder de la oscuridad que Balder tenía, y por eso prefería tenerlo como aliado, jamás pensó que había gente más poderosa, de haberlo sabido se hubiera preparado mejor para la fatídica noche donde lo perdió todo. —El trato nos beneficiaba a ambos, necesitaba abarcar más de lo que estaba abarcando, sentía que el tiempo se me estaba terminando y Frederick era útil para buscar una solución. Jamás creí que lograría una solución como la que logré y por mucho tiempo viví tranquilo, intentando disfrutar lo que no había disfrutado nunca. Viajé de incógnito y recorrí el mundo. Todo marchaba bien, tan solo una cosa me quitaba el sueño. —¿Qué cosa? —Quien me ayudó era alguien que pensé estaría muerto y, sin embargo, se encontraba sano y salvo en uno de sus escondites, me pregunté si alguien más había sobrevivido esa noche, si alguien más estaría escondido, pero me decía a mí mismo que ese tipo de gente, que ansía el poder más que nada no sería capaz de ocultarse por tanto tiempo. —Y, sin embargo, dijiste que aquel que te ayudó lo estuvo. —Así es, me intenté calmar diciéndome que era diferente a los demás. Y lo era, su lealtad a esa familia era por una cuestión de sangre, más por una cuestión de principios. Pero, era algo que me dejaba preocupado por las noches antes de dormir. Y finalmente Frederick me visitó contándome de lo que le sucedió, de los hombres que lo atacaron con un poder que se parecía al aura que me envolvía y ahí entendí que mis preocupaciones tenían un dejo de verdad porque ese tipo de poder solo puede ostentarlo una familia. —¿D'Alveydre? —Correcto. —Pensé que ese apellido se había perdido, sé que no mientes Balder, pero me resulta extraño que de quedar un sobreviviente le hubiera permitido a Frederick llevarse tantas cosas. —Puede ser que estuviera débil, puede ser que no estuviera ahí, pero solamente ellos pueden utilizar la Oscuridad. —¿Qué te hace pensar eso? ¿Qué te hace pensar que solo ellos pueden hacerlo? Tal vez sus conocimientos se difundieron, tal vez alguien que no fue Frederick borró algún diario, algo que permitiera explicar la situación. —Me gustaría que fuera así, pero el conocimiento de esa familia se pasaba por la sangre y la memoria. Jamás anotaron nada en el papel, las únicas anotaciones se pasaban por sortilegios y conjuros. Miembros antiguos ostentaban marcas invisibles en la piel, que solamente podían observar los miembros de la familia para poder así perpetuar la memoria de como utilizar fragmentos de la oscuridad para imbuir en sus maleficios. —Entonces uno de los sobrevivientes creó una secta y ellos se encargaron de Frederick. —No diría que creó una secta, los hombres que lo atacaron pertenecían a la familia Rahn, un puñado de mercenarios. —¿Así que el traidor nos vendió a esos cerdos? —A esos cerdos no, a Ernest Schuler. —¿Shuler? Pero ese tipo nunca fue más que un rico con aires de ocultista, sus conocimientos eran casi nulos. —Eso es lo que me pareció extraño, pero no me mintió cuando lo interrogué. En lo que a mí me respecta, Schuler estaba teniendo ayuda por alguien que fue parte de la familia D´Alveydre. —¿Fue parte? —Sí, alguien que decidió irse de la familia o fue expulsado por algún motivo que no conozco. Tal vez algún exiliado, alguien que no estuviera presente en el gran ritual y se enterara luego de la caída de su familia y decidió tomar cartas en el asunto. —¿Y qué gana esa persona dándole nuestro poder a Schuler? ¿Qué gana matando a Frederick? —No lo sé, tal vez busca recuperar el poder de la familia, tal vez sabía que Frederick robó reliquias y las intentó recuperar de esa manera, lo único que sé es la información que le saqué al traidor. —Algo que no entiendo es porque Schuler no aparece en la lista de clientes. En más hace mucho tiempo que no sé nada sobre él, si no lo nombrabas su nombre se hubiera ido de mi memoria. —Schuler desapareció, él y su pequeña familia de ocultistas. —No entiendo Balder. —Tengo mis teorías, pero no quiero apresurarme. Siento que hay alguien trabajando entre las sombras, alguien que se está codeando con gente poderosa que tiene interés en ocupar el lugar de La Orden. —Pero desde que nos derrocaron que nadie acusó ser quien hizo el golpe. —Eso es lo sospechoso. Siempre que la familia más poderosa fue derrocada, especialmente por otra familia, el golpe se anunció a los cuatro vientos, una cuestión de orgullo y poder. Sin embargo, ustedes que habían sido los más poderosos por una década fueron eliminados y no hay nadie que ocupe ese lugar. Las reliquias desaparecieron, y parece ser que todas las familias que quedaron se encuentran en una guerra fría por ser quien es el que más reliquias enterradas y olvidadas logra conseguir. —Piensas que alguien mueve los hilos, ese alguien tiene contactos con las familias poderosas, es decir, mis clientes y por eso llegaste con esta ofrenda. Quieres que te conecte, empezar a conseguir conexiones para investigar que es lo que está sucediendo. —Correcto. Necesito saber quien es el que está detrás de los fragmentos de oscuridad que utilizaron para poder matar a Frederick. Si logro eliminarlo o eliminarla, significa que con mi muerte este poder quedará olvidado por el resto de la humanidad. Seguirán jugando con espíritus y haciéndose daño los unos a los otros, pero no existirá nadie tan perverso o estúpido que libere a la Oscuridad y nos sumerja a todos en la nada. Nina asintió y tomó un sorbo de café. Lo que Balder decía tenía sentido, era cuestión de conectarlo con la familia correcta que pudiera ayudarlo a buscar a quien era el responsable de la muerte de Frederick, sacó del cajón la carpeta de clientes, aquellos que buscaban ocultistas poderosos para poder buscar artefactos olvidados, o que fueran tan temerarios para intentar arrebatar aquellos que ya tenían un dueño.
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