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El camino a la Tercera. 13. 2006: un equipo que estaba para más
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Los últimos meses del año 2005 significaron el cierre de las Eliminatorias y un par de amistosos. Por la clasificación mundialista, Argentina enfrentó en septiembre a Paraguay en el Defensores del Chaco. En ese encuentro un joven Ernesto "Tecla" Farías jugó con la camiseta 9. Fue la única vez que disputó un encuentro con la Selección mayor. Riquelme, por entonces todavía con la casaca número 8 se consolidaba en su posición de enganche, quedando cada vez menos dudas de cara a la lista definitiva para el Mundial. En el mencionado encuentro Argentina perdió por la mínima y fue expulsado Heinze en la segunda parte. Faltando 20 minutos Román fue reemplazado por D'Alessandro, que tuvo sus últimos minutos en la Albiceleste antes de un larguísimo e inexplicable paréntesis. A los 80 minutos ingresó Messi en reemplazo de César Delgado.
En octubre, una Argentina ya clasificada derrotó 2-0 a Perú en el primer partido de Messi como titular y cerró la Eliminatoria con derrota frente a Uruguay en Montevideo.
Ya en noviembre, doble fecha FIFA que tuvo en primer lugar un recordado amistoso contra Inglaterra, el día 11. Recuerdo haberlo escuchado en la radio. Se trata, por supuesto de un partido muy especial, disputado en Suiza en este caso. Pekerman no convocó a Messi para estos encuentros, pero tuvo en cancha a Zanetti, a quien tampoco volvería a convocar en otra decisión incomprensible.
El marcador lo abrió Crespo a los 35, pero Rooney empató rápidamente, tres minutos después.
En la segunda parte Samuel volvió a poner a la Argentina en ventaja, pero sobre el final a los 87 y 92 minutos el gran jugador inglés Michael Owen le dieron a los ingleses una victoria que en el trámite no había merecido.
Cinco días más tarde, en el último amistoso del año, se le ganó sin mayor esfuerzo a Catar por 3 a 0, con tres goles en tres minutos, en la segunda parte.
Así terminó el año, con una idea aproximada del estilo de juego que el entrenador buscaba imprimirle al equipo. Al respecto yo pensaba por ese entonces que el principal problema era que a la Selección le costaba mucho sostener los resultados. Arrancaba con todo y luego decaía, y esto lo vi casi desde el inicio del ciclo.
De todas formas la cuestión más importante era el Mundial, como siempre, y el calendario que jamás se detiene, pronto transcurrió hasta que el año 2006 se hizo presente, y con él una muy escasa cantidad de partidos de preparación. Por increíble que parezca, Argentina solamente disputó dos amistosos antes del Mundial. El primero fue en marzo contra Croacia en Basilea, con derrota por 3-2 y el primer gol de Lionel Messi, como dijimos en el capítulo anterior.
El 29 de junio, exactamente once días antes del debut mundialista, Argentina se enfrentó a Angola en Salerno, con victoria por 2 a 0 con el retorno de Mascherano, quien había estado lesionado, y de esta manera se llegó al Mundial. La lista definitiva dejó afuera a D'Alessandro, Demichelis, Zanetti, Lux y César Delgado, mientras que el gran compañero de ataque de este último, Luciano Figueroa fue descartado tras una grave lesión. Entre los 23 elegidos estaban un par de quienes no sabía demasiado: Scaloni, Leo Franco y Julio Cruz. Al resto medianamente los conocía, incluyéndolo a Messi, el jugador argentino más joven en ser convocado a un Mundial, muy pronto a cumplir 19 años por esos días.
Yo pensaba que Pekerman, con tanta experiencia en juveniles, y tres veces campeón del mundo sub-20 podría manejar correctamente tanto al grupo como la presión del público, siempre exigente, de la Selección. Pese a todo esto, considerando el antecedente de 2002, mis expectativas no eran las más altas.
El grupo nuevamente era intimidante. Se hablaba una vez más del "grupo de la muerte", como pasara en Corea y Japón. El primer rival era Costa de Marfil. Yo le tenía mucho miedo a Didier Drogba, uno de los mejores delanteros del mundo. Luego venía Serbia y Montenegro, a quien se le había ganado en el debut olímpico en Atenas por 6 a 0, y finalmente la siempre peligrosa Países Bajos.
Con algo de dificultad se ganó el primer partido, por 2 a 1 con goles de Crespo y Saviola en la primera parte, mientras que a los 82 minutos Drogba descontó.
El segundo partido del grupo, contra Serbia y Montenegro el día 16 de junio tuvo ribetes históricos. Argentina formó con Abbondanzieri, Sorín, Heinze, Ayala y Burdisso; en el medio Lucho González, Mascherano y Maxi Rodríguez; Riquelme en posición de enganche y en la delantera Crespo y Saviola.
En la tribuna, un Diego Maradona en estado de gracia, que parecía rejuvenecido hasta sus años del Napoli, alentaba con una camiseta argentina inspirada en la que 20 años atrás, en México, diera la vuelta en el Azteca.
El partido fue una exhibición. Dominio absoluto de la Argentina, que jugó con la indumentaria alternativa por primera vez en el torneo.
Al minuto de juego, la primera ocasión para nuestra Selección, culminando en un tiro de esquina y al rebote del mismo, Riquelme remató, yéndose nuevamente al córner.
Tras un par de jugadas más, llegó una combinación fantástica entre Mascherano, Sorín, Riquelme y Maxi Rodríguez que recibió un pase notable de Saviola, ingresando al área desde la izquierda y con un potente remate abrió el marcador a los 5 minutos.
En el minuto 12, mientras llevaba la pelota, Lucho González pareció resbalarse. Sin embargo pronto se vio que estaba con un problema muscular. Aguantó un par de minutos y tuvo que salir, reemplazado por Cambiasso.
Argentina no sólo no sintió la salida de su número 22, sino que el funcionamiento del equipo fue mejorando gradualmente. La Selección comenzó a hacer circular la pelota con mucha precisión, y de esta manera llegó el segundo gol, en una jugada de lujo, con una enorme cantidad de toques, siendo, de hecho, el gol con mayor cantidad de pases en la historia de los Mundiales para Argentina, récord que se mantendría por muchos años. El autor de este segundo gol fue justamente el mismo Cambiasso que había ingresado por el lesionado González.
Tras esto, el partido bajó un poco su ritmo, pero siempre con dominio argentino. A los 36 un golazo de Crespo fue anulado por fuera de juego, siendo amonestado el delantero argentino por continuar la jugada tras el silbato, pese a explicarle al juez que no lo había escuchado. A los 41 un gol de Saviola es salvado sobre la línea, pero en el rebote Maxi no perdonó, marcando el 3-0 con un fuerte remate que dio en el poste y luego pegó en un defensor sobre la línea, entrando luego. Esto prácticamente liquidó el encuentro.
En el segundo tiempo llegaron los cambios: Saviola dejó su lugar a Carlos Tévez a los 13', y un poco más tarde, a los 29' se produjo el ingreso de Lionel Messi, que de esta manera debutaba en los Mundiales. El cuarto gol, obra de Crespo, llegó en el minuto 34, tras un desborde de Messi por izquierda que brindó una asistencia perfecta para el 9 argentino en entraba por el otro sector.
A los 38, Tévez recibió y en una gran jugada individual trabó y ganó por dos veces, quedando frente al arco de Jevric, definiendo cruzado con gran calidad.
El último gol, sobre el final, fue convertido por Messi tras pase de Tévez, entrando a toda velocidad por la izquierda y cruzando levemente su remate. De esta manera, con una actuación sobresaliente, Argentina logró clasificar a los octavos de final.
El tercer partido del grupo fue un 0-0 frente a los Países Bajos, encuentro en el que Messi fue titular y una de las figuras del equipo junto a Riquelme, Tévez y Maxi Rodríguez. Aunque fue claramente superior a su rival, no se pudo romper el cero. De todas formas a la Argentina le alcanzó para ser primero del grupo y enfrentar al segundo del grupo D: México.
Jugado el 24 de junio, día del cumpleaños número 19 de Messi y 28 de Riquelme, pero también una fecha asociada a múltiples aniversarios en nuestro país. Aquel día en Leipzig Argentina presentó como novedad a Lionel Scaloni y Saviola entre los titulares, mientras que Messi volvió al banco de suplentes, en el que también esperaban Tévez, Palacio, Aimar y Coloccini, entre otros.
Una vez más Argentina salió al campo de juego con la camiseta titular.
Por primera vez en el torneo, Argentina arrancó perdiendo tras una distracción a la salida de un tiro libre, cuando apenas iban 6 minutos. La defensa dejó libre a Rafa Márquez en el centro, quien definió notablemente frente a un Abbondanzieri que nada pudo hacer.
Argentina intentó reaccionar y así a los 10 logró la igualdad. Tiro de esquina, lo ejecuta Riquelme al área chica, donde Borgetti intentó despejar de cabeza, pero Crespo en una acción peligrosa logró meter la pierna y desviar esa pelota, mandándola al fondo de la red. El marcador se mantuvo así, pero hubo chances para los dos, con buenas atajadas del Pato, mientras que Oswaldo Sánchez también tuvo algunas atajadas interesantes. Sin embargo comenzaron a cometerse muchas faltas, y sobre el final de la primera parte el árbitro pudo haber expulsado a Heinze, pero solamente lo amonestó.
En el segundo tiempo el partido siguió parejo, con ambos equipos llegando a ocasión de gol. Faltando 15 para el final, Pekerman sacó a Crespo y un minuto después a Cambiasso, entrando Tévez y Aimar respectivamente. El último cambio fue a seis del final: Saviola salió y en su lugar entró Lionel Messi, que en la primera pelota que tocó recibió una infracción y provocó una amonestación. En los minutos finales México intentó romper la igualdad y tuvo un par de ocasiones y controló la pelota, siendo por momentos mejor que el equipo argentino. Sin embargo los cambios comenzaron a darle algo más de posesión. En la última para la Selección, Riquelme metió uno de sus pases precisos para Aimar, quien asistió a Messi y definió, pero el asistente marcó un offside inexistente del exRiver. Pudo haber sido la victoria argentina, pero hubo que ir al suplementario.
Los primeros 15 arrancaron con Argentina yendo al ataque, con un Messi muy activo, mientras Román manejaba los hilos desde la mitad de la cancha.
A los 7 minutos, tras un intento mexicano, corta Scaloni, quien entrega la pelota a Messi en su propio campo, por el sector derecho. Avanza el 19 y se la deja a Riquelme por el medio, ya en tres cuartos de cancha. Riquelme devuelve a Messi, que la abre a la izquierda para Sorín que controla y manda un centro cruzado al borde el área, donde Maxi Rodríguez aguardaba para marcar el gol inmortal.
7:42, Maxi la para de pecho y sin que toque el suelo mete un zurdazo inolvidable, dándole con el empeine. La pelota hace una curva perfecta e ingresa en el ángulo, inatajable para Sánchez que voló pero nunca pudo siquiera rozar a esa Teamgeist en su destino glorioso. Solamente pasaron dos segundos. Un gol de otro partido, como suele decirse, pero que selló el resultado y aseguró a la Argentina un lugar entre los ocho mejores.
Otra vez los cuartos de final. Esa marca infranqueable. Ya habían pasado 16 años desde la última vez que Argentina pudo superar esa instancia. Partido contra el local, una potencia y todo un clásico del fútbol mundial. Alemania-Argentina.
No recuerdo mucho de aquel partido. Sólo que Argentina (con camiseta azul) tuvo momentos de muy buen nivel futbolístico. Riquelme, como siempre oficiando de conductor, con un Ayala sólido en defensa. Sorín, Maxi, Tévez, fueron los más destacados del ataque argentino. Sorpresivamente Saviola no jugó.
Ambos equipos tuvieron ocasiones de gol, y el trámite del partido fue muy parejo, con un ida y vuelta muy interesante.
En la segunda mitad, tras otro córner de Riquelme, fue Ayala quien en una acción acrobática conectó de cabeza venciendo a Lehman y marcando el 1 a 0.
Argentina aguantó la reacción alemana. Mientras Klinsmann movió el banco para sumar poder ofensivo, Pekerman lo hizo en sentido contrario. El primer cambio fue obligado por lesión del arquero Abbondanzieri tras un choque con Klose que le dio un rodillazo en la zona renal, pero un minuto después decide sacar a Riquelme, que mostraba signos de cansancio, poniendo en su lugar a Esteban Cambiasso, jugador con mucha menos llegada, ya que era un mediocampista de contención. Minutos después, faltando 12, sale Crespo y en su lugar ingresa Julio Cruz, en un cambio llamativo pero que demuestra una vez más el perfil conservador que el entrenador le dio al equipo en aquel partido.
Apenas dos minutos después, faltando 10 para el final el partido se iguala tras un cabezazo del propio Klose. Pitazo final, alargue y penales.
Y allí Alemania fue mejor. Ayala, de gran partido, ejecutó su tiro sin mucha convicción, al igual que Cambiasso, que errando el cuarto penal de la serie decretó el pase de los locales a las semifinales.
Tras el final hubo insultos, empujones y golpes, e incluso fue expulsado Leandro Cufré, siendo el primer jugador en ver la roja después de un partido.
El 30 de junio se terminó una vez más la ilusión argentina. Dejó un sabor amargo porque el equipo estaba para más y tenía jugadores de sobra para lograrlo, y que además se despidió del Mundial sin haber perdido un solo partido. Pero el fútbol es así, no siempre justo. A la Selección le tocó una vez más quedarse en el camino y ver a otros levantar la anhelada Copa del Mundo.
PD: Riquelme, el gran conductor del equipo argentino no logró marcar un solo gol en el torneo.
PD 2: muchísimo se habló y se sigue hablando acerca de por qué no entró Messi en ese partido. Pero también hay que recordar que Pekerman mantuvo en el banco a Saviola y Aimar, siendo este último un creador semejante a Riquelme. En el caso de Messi, se dice que tenía alguna molestia y no estaba en condiciones de jugar. En todo caso el ingreso de Cruz tiene que ver con el trámite del partido y la necesidad de un jugador alto que despejara la cantidad de centros que Alemania empezó a tirar. Como fuere, al concretarse la eliminación todas las críticas fueron hacia el entrenador, como suele pasar.
PD 4: Pekerman anunció su renuncia en la conferencia de prensa posterior al partido.
PD 3: la indumentaria de la Selección constó de unas camisetas que llevaban el mismo nombre que la pelota oficial: Teamgeist. Este modelo estandarizado fue utilizado por varias selecciones, entre ellas Alemania, Francia y España. Contaban con algunas líneas a la altura de los hombros y los laterales cuyo color variaba de acuerdo al equipo, pero priorizando las curvas por sobre las líneas rectas.
La camiseta titular de Argentina representó una gran excepción respecto a los modelos usados en años anteriores. Hombros en color celeste, mangas blancas y lo más novedoso estaba en el pecho, donde una línea blanca curva lo atravesaba a lo ancho a la altura de las clavículas y bajando luego por los laterales, formando una figura de campana que a su vez servía de marco a los bastones celestes y blancos que cubrían todo el frente de la camiseta. En la parte de la espalda un diseño similar, pero en ese caso los bastones llegaban hasta el celeste de los hombros.
El detalle que más me gustó fue que en la parte frontal el cuello tenía un pequeño parche que con sus tres franjas horizontales formaban una pequeña banderita argentina. El diseño de los números también era muy curioso, ya que estaban dibujados con cuatro líneas paralelas muy juntas y sin rectas.
La suplente era mucho más sencilla en su diseño, casi completamente azul, salvo algunos detalles como las tres tiras de los hombros y el borde de las mangas en celeste y blanco más algunas franjas celestes en los costados. También fueron estas las primeras camisetas argentinas en un Mundial que contaron con las dos estrellas sobre el escudo, que siguió estando a la izquierda.
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