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¿Me regala una moneda, joven?

Catedrales (2020) Una obra estremecedora de fanatismo y horror

Otra novela de esta gran autora argentina que -como sabrán quienes siguen mis publicaciones- es de mis favoritas. En este caso tenemos una historia que nos presenta a una familia que sufre una terrible tragedia cuando Ana, la menor de las tres hijas del matrimonio Sardá aparece muerta, descuartizada y parcialmente incinerada. Este espantoso hecho es el eje sobre el cual todo gira, ya que todos los personajes se ven más o menos afectados por el crimen: Alfredo, el padre, se obsesiona por encontrar al culpable, y aunque la investigación se cierra rápido sin hallar al culpable, él persiste, volviendo una y otra vez sobre el caso, acumulando recortes o cualquier elemento que considere relevante. Lía, la hermana del medio, dejó la ciudad y el país e inició una nueva vida en Santiago de Compostela, cortando todo vínculo con su familia, salvo a través de cartas que envía a su padre, pero con la condición de que jamás hablen de temas familiares, a no ser que encontraran al asesino de Ana. Carmen, la hermana mayor, se refugió en la fe, volviéndose cada vez más fanática en este aspecto, y atribuyendo absolutamente todo, lo bueno, lo malo y lo terrible, a la voluntad de Dios. Julián, un exseminarista allegado a las hermanas también sufrió mucho ante la muerte de Ana, pero logró integrarse a la familia convirtiéndose en el esposo de Carmen. Dolores, en tanto, la madre de la familia, es descrita como una católica practicante, no tan fanática como Carmen, pero cuyo carácter se volvió amargo y agresivo tras el crimen de su hija menor. Mateo, por último, es el hijo de Carmen, quien comienza a cuestionar la supuesta perfección de la familia, y a observar las hipocresías que se ocultan tras esa fachada. La trama es un tanto menos compleja que en otros casos escritos por Piñeiro, pero gana densidad gracias a una fantástica construcción psicológica de los personajes, de quienes vamos conociendo su estructura de pensamientos, los principios y las razones que los llevan a actuar como lo hacen. Aunque puede llegar a resultar un tanto predecible, la novela cuenta con una revelación impactante y un final que no termina de cerrar completamente. Si tuviera que describirla en una sola palabra diría que es una historia triste. Sobrevuela en ella una sensación de injusticia enorme, el dolor de la inocencia asesinada, del padre obsesivo, y sobre todo de cómo la moral religiosa puede ser deformada para amoldarla aun a los hechos más terribles. Aparecen también aquí algunas de las marcas características de la autora, como la relación distante entre madre e hijos, la violencia de género, la manipulación y el fanatismo religioso. Una historia atrapante, con una gran demostración de conocimientos técnicos, legales, criminológicos y psicológicos, como nos tiene acostumbrados la gran Claudia Piñeiro. PD: habiendo leído unas cuantas novelas de esta escritora, tengo que decir que por el momento "Catedrales" es la que más me ha gustado. PD 2: también se hace una crítica a la impericia e inoperancia de la policía que no investigó debidamente los hechos, tocando tangencialmente cuestiones como la corrupción. PD 3: esta es la primera reseña que reescribo. Eliminé la original porque no me parece que haya estado a la altura de un libro que me ha gustado mucho.
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Rain Man (1988) Una historia sobre el amor y la comprensión

Tardé muchos años en ver esta gran película. Hoy volví a mirarla y aquí haré un breve análisis de la trama y su mensaje. Charlie Babbitt (Tom Cruise) es un joven inescrupuloso que se dedica a la venta de autos de colección. Cuando recibe la noticia de la muerte de su padre lo hace con indiferencia, ya que no había tenido relación con él por más de veinte años. Ve este hecho como la posibilidad de encontrar una solución a sus problemas económicos, ya que espera recibir una herencia cuantiosa. Sin embargo su sorpresa es mayúscula cuando se entera de que solamente recibirá un automóvil de colección, un Buick Roadmaster y unas rosas. El resto del dinero, unos 3 millones de dólares, será entregado a una fundación. Decidido a investigar, Charlie descubre que se trata de una institución psiquiátrica y confronta con su director, sin encontrar una explicación. De manera casual termina descubriendo que tiene un hermano llamado Raymond (Dustin Hoffman), cuya existencia desconocía. Motivado por la ambición, Charlie se lleva a Raymond sin autorización, con ayuda de su novia Susanna (Valeria Golino), con la intención de pedir un rescate para regresarlo al hospital. Esto genera una serie de situaciones de mucha incomodidad, puesto que Raymond requiere de cuidados especiales y de ciertos rituales que lo ayudan a sobrellevar la vida cotidiana. En el nuevo contexto, Raymond está desprotegido, y además Charlie no logra comprender la compleja trama de obsesiones, y su manera única de comprender el mundo. A medida que va pasando el tiempo, Charlie va poco a poco empezando a comprender a su hermano, descubriendo que pese a sus limitaciones, cuenta con habilidades extraordinarias. De esta manera logran acercarse e incluso llegar a conocer más sobre su pasado. Ambos hermanos realizan un largo viaje desde Cincinnati hasta Los Ángeles, ya que Raymond se niega a viajar en avión, enumerando una serie muy detallada de accidentes aéreos. Decidido a llegar a su destino, pero utilizando un auto en lugar de volar, el viaje se vuelve mucho más largo, con múltiples paradas intermedias, y en ellas Charlie tiene la oportunidad de ir conociendo los mecanismos que Raymond utiliza para mantener el control, como el sitio que debe ocupar la cama en la habitación o sus inamovibles horarios para ver la televisión, comer o dormir. Lo más importante de todo esto es la gran transformación de Charlie, puesto que hasta el momento de conocer a su hermano, su única motivación en la vida era el dinero, actuando de manera egoísta y aprovechándose de la gente a su alrededor, lo que va cambiando a medida que pasa tiempo con Raymond. Hay muchos aspectos a destacar en esta gran película. Una banda sonora excelente que incluye composiciones originales de Hans Zimmer, además de un puñado de canciones que incluye temas de Bananarama, The Belle Stars, Etta James y The Beatles. Es una historia emocionante, que nos habla de la discapacidad desde una mirada que es tan dramática como comprensiva, y que incluye varios momentos de humor, haciendo de esta película lo suficientemente equilibrada como para que tantos años después aún siga conmoviendo. Las actuaciones son realmente destacables, sobre todo la de Dustin Hofmann que logra representar de manera muy convincente su papel como Raymond, lo que le valió el Oscar a mejor actor. La película en total ganó cuatro estatuillas, incluyendo la de Mejor Película. Muy merecido por cierto. PD: la escena del casino, parodiada en Los Simpsons, es quizá el punto de quiebre, marcando el principio del final de la aventura. PD 2: el título de la película hace referencia a un amigo imaginario que Charlie tenía en su infancia, según creía recordar. En algunas partes de América Latina la película fue conocida como "Cuando los hermanos se encuentran", que me parece un título lamentable, más allá de que refleje algo de la trama. PD 3: más allá de todos los aspectos destacables de la película, recientemente se ha debatido que la representación del personaje de Hofmann refuerza estereotipos que se suelen asociar erróneamente con personas autistas. Esto mismo es representado en la miniserie "División Palermo" en uno de sus episodios. PD 4: gran parte de la trama ocurre mientras viajan por la ruta, razón por la cual "Rain Man" es catalogada también como road-movie.
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Elena sabe (2007) Una novela sorprendente

Tras haber visto su adaptación cinematográfica, de la que hablé en una publicación reciente, decidí leer la novela, porque me habían quedado varias dudas que pensé que podría responder leyendo la historia original. Sin embargo me encontré con varios elementos totalmente inesperados en la obra, sobre los que hablaré a continuación. Por supuesto la premisa es la misma que la película: una mujer que padece de una enfermedad terrible como el Párkinson en su versión atípica, llamada Elena, intenta descubrir la verdad tras la muerte de su hija Rita, que fue encontrada colgada en el campanario de la iglesia local. Todo parece indicar un suicidio, pero Elena está convencida de que fue asesinada, y esa hipótesis se sostiene fundamentalmente en el temor que Rita le tenía a las tormentas, lo que la hacía no acercarse a la iglesia en esos días por miedo a que cayera un rayo. La noche que ella murió estaba lloviendo, así que según su madre, Rita no pudo haberse suicidado. Si bien la novela brinda mucha más información sobre la relación madre-hija así como la que Rita mantenía con su novio Roberto, y particularmente nos da detalles que la película omite sobre la historia secundaria de Isabel, una mujer veinte años antes fue persuadida por Rita y Elena para que continuara con su embarazo no deseado, igualmente el final sigue siendo un tanto abierto, a diferencia de otras novelas de la autora donde el cierre es concreto. Más allá de todo lo dicho, considero a esta novela sorprendente por un par de cuestiones. Lo primero es que toda la acción principal transcurre en un solo día, con múltiples analepsis para conocer más sobre la historia de Rita y de la propia Elena. La escritura va a un ritmo frenético, como si se tratara de un texto escrito a contrarreloj. Los diálogos no tienen la estructura clásica con rayas que indican cuándo habla uno u otro personaje, sino que todo está integrado dentro del mismo texto, separado simplemente por puntos o comas. Esto, sumado a la utilización muy frecuente del punto y seguido le dan una velocidad inusual al relato. De hecho, cada capítulo está formado por dos o tres párrafos a lo sumo, lo que al menos a mí me resultó interesante por lo novedoso y me dio también la sensación de que el libro es mucho más corto de lo que es en realidad. Otra de las sorpresas que me llevé con la lectura es el hecho de que a diferencia de otras novelas de Piñeiro, aquí no hay narradores múltiples, sino un solo narrador omnisciente que nos muestra casi exclusivamente el punto de vista de Elena. Como todo lo de esta autora, está excelentemente escrito. Cada capítulo nos va agregando a cuentagotas elementos que nos permite ir reconstruyendo los hechos, y conocer la naturaleza de la compleja relación que Rita mantenía con su madre, así como el carácter de esta última. Es en este punto donde hay también algunas diferencias respecto a la película, puesto que aquí Elena aparece un poco más humana, si bien su personalidad es igualmente complicada, pero parece ser algo más capaz de mostrar sentimientos. Me pareció una buena novela, que se aleja del género policial, pero juega igualmente con algunos elementos del mismo, pero con mucha más carga dramática. También hay temáticas relacionadas con la religiosidad, el aborto y la violencia contra las mujeres. Por su ritmo frenético, la construcción psicológica de sus personajes, la carga dramática y los elementos de misterio, recomiendo absolutamente la lectura de esta historia cargada de dolor, hipocresía y mandatos familiares. Imperdible. PD: vayan a ver la película, que es una excelente adaptación.
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Saint Seiya VI: un preludio de la gran batalla

Los nuevos enemigos se presentan: son Capella, de Auriga y Dante, de Cerbero. Con Seiya fuera de combate, los restantes Caballeros de Bronce deciden hacerles frente. Dante, que cuenta con una cadena con una bola de acero, se enfrenta a la cadena de Andrómeda, mientras que Capella ataca al Cisne con sus discos. Sin oponer demasiada resistencia, ambos Caballeros son arrojados al abismo por la cadena de Dante. Cuando todo parecía perdido hace su entrada el Fénix. Con un solo golpe derrota a Capella, mientras que Dante lanza sus cadenas y aparentemente atrapa a Ikki con ellas. Sin embargo, sin mayor esfuerzo el Fénix destruye su ataque y lo vence. Cuando se disponen a dejar el lugar, Capella desafía nuevamente a Ikki, pero sufre una terrible muerte gracias a la Ilusión Diabólica, traducida como el Puño Fantasma del Fénix. Dante, que tampoco había sido derrotado definitivamente, se dispone a atacar al Fénix, pero en ese momento llegan Shun y Hyoga, quienes se salvaron gracias a una rama y a la Cadena de Andrómeda y es precisamente Shun quien dando una demostración de poder logra derrotar completamente al Caballero de Cerbero. Ikki, tras asegurarse de que sus amigos están bien, se aleja. Mientras Seiya es hospitalizado, Hyoga, Shun y Saori lo cuidan. El Fénix, en tanto, regresa a la Isla de la Reina de la Muerte, donde lo acechan dos nuevos rivales, quienes se presentan como laderos de Jango, su maestro. Ikki los vence aún sin armadura, demostrando su gran poder. A continuación una escena retrospectiva vuelve a mostrarnos la muerte de Esmeralda a manos de Guilty, a quien luego Ikki mató, obteniendo así su armadura de bronce. Se presentan ante él entonces Jango junto a tres caballeros negros más el Fénix Negro. Mientras tanto Seiya toma la decisión de salir del hospital para ayudar a su amigo. Al llegar a la isla, mientras Ikki vence a su par negro, y se enfrenta a Jango, mientras los otros tres Caballeros de Bronce vencen a sus secuaces. Los buenos triunfan, y desde el Santuario Arles invoca el cosmos maligno de los Caballeros negros muertos, con lo que provoca un terremoto y erupciones volcánicas que destruyen la isla, aunque los cuatro amigos logran escapar. Posteriormente vemos a Shiryu, quien está bajo el cuidado de su maestro y de Shunrei. Se trata de un episodio cargado de tristeza, puesto que el Dragón se siente muy desanimado al no poder recuperar la vista. El resto de Caballeros debate sobre el rumbo a seguir, pero es Seiya quien decide viajar hasta Jamir para buscar al maestro Mu, con la esperanza de hallar una cura para su amigo. De nuevo en los Cinco Picos, Shunrei se da un baño en el río, pero es arrastrada por la corriente. Shiryu no puede rescatarla y es en ese momento cuando aparece Ohko, que salva a la joven y desea saldar una vieja deuda con el Dragón. En otra escena retrospectiva conocemos que Ohko fue también un discípulo del viejo maestro, pero por su indisciplina y rebeldía fue expulsado. Cuando la batalla entre ambos está inclinada a favor de Ohko, Shunrei revela que el Dragón se ha quedado ciego, por lo que la batalla termina. Poco tiempo después es el mismo antiguo maestro quien se encuentra con Ohko. Tras un breve intercambio el maestro se retira, pero nada calma el deseo de venganza del discípulo rebelde, que al día siguiente decide luchar nuevamente contra su excompañero de entrenamiento, vendándose los ojos para estar en igualdad de condiciones que Shiryu. La batalla es cruenta, pero el Dragón sale victorioso gracias a que se concentra en las causas que lo llevan a luchar: sus amigos y Saori. Ohko fallece en brazos de Shiryu, tras recibir el perdón de su maestro, ya que finalmente pudo comprender las verdaderas motivaciones para la lucha. Seiya por fin llega a Jamir, pero no encuentra al maestro Mu, así que parte hacia un monte sagrado para buscar el Agua de la vida, cuyas propiedades milagrosas podrían ayudar a su amigo Dragón. En ese momento las partes de la armadura de Sagitario se reúnen y posteriormente la misma se hunde en un lago. Tanto Saori como Arles envían personas para investigar la desaparición de las piezas de la Armadura Dorada. Para enfrentar a Seiya, el Santuario envía a Aracne de Tarántula, otro Caballero de Plata. Sho, uno de los Caballeros de Acero llega para ayudar a Pegaso, que, sin embargo, rápidamente derrota a su enemigo. Pese a esto, es convocado para regresar por Sho, ya que le informa de la desaparición del casco dorado. Al llegar a la Fundación, Seiya sufre de agotamiento extremo y es ingresado nuevamente a un hospital. En este punto se produce una importante revelación: la existencia de doce Armaduras Doradas. Arles convoca a Milo, Caballero de Escorpio, y lo pone al tanto de la derrota de todos los Caballeros de Plata. El Patriarca relata también la historia de Aioros de Sagitario, quien trece años atrás huyó del Santuario, contando con el apoyo de otros dos Caballeros Dorados: Libra y Aries. Por la información que se revela, sabemos que se trata del Antiguo Maestro de Shiryu y de Mu. Milo recibe la misión de enfrentar a los Caballeros de Bronce, lo que considera algo indigno de un Caballero Dorado. La misión es finalmente encomendada a Aioria, Caballero de Leo, y hermano de Aioros de Sagitario, considerado traidor por el Patriarca. Seiya escapa nuevamente de su internación, pero Shaina llega una vez más, dispuesta a terminar su lucha pendiente con el Caballero de Pegaso. Seiya, no obstante, se niega a pelear contra una mujer. Una escena retrospectiva ocurrida cinco años antes permite conocer el motivo del odio de Shaina hacia Seiya, el cual se debe a que el joven en aquella oportunidad pudo ver el rostro de Shaina, algo prohibido por las reglas de los Caballeros. Pero además de eso, Seiya se comportó amablemente con ella, vendándole una herida que la chica tenía en el brazo. Ese acto de solidaridad hizo que Seiya conociera su verdadera personalidad, despertando en ella fuertes sentimientos hacia el joven. La lucha continúa, con un Pegaso negándose a luchar, mientras Shaina lo ataca, aunque sin demasiada convicción. La llegada de Aioria, con su Armadura Dorada interrumpe la batalla. El Caballero de Leo está dispuesto a cumplir con el mandato del Patriarca y con un solo golpe deja fuera de combate a Shaina. Seiya lo enfrenta mencionando la historia de Aioros, pero Leo no entra en razón, puesto que considera traidor a su propio hermano. Se produce entonces el primer enfrentamiento entre un Caballero Dorado y uno de Bronce. Sin embargo el primer ataque de Seiya es completamente inútil contra Aioros, y cuando este último decide contraatacar, Shaina se interpone, siendo gravemente herida. A punto de perder el conocimiento, la chica confiesa sus sentimientos por Seiya, de quien se ha enamorado. El Caballero de Leo decide salvar a la chica gracias al poder curativo de su cosmos, pero cuando se disponía a marcharse llegan otros tres Caballeros, en este caso de Plata, para terminar de una vez por todas con Seiya, quien ni siquiera contaba con su armadura para protegerse. Cuando pensaban atacarlo, inesperadamente la Armadura de Sagitario llega por su propia voluntad, vistiendo a Seiya que mata a los tres Caballeros de Plata de una sola vez. PD: estos episodios se vuelven otra vez un poco lentos, y algo repetitivos. Sin embargo podemos ver por ejemplo que en el caso de los nuevos Caballeros de Plata que van apareciendo, la mayoría son derrotados con relativa facilidad. PD 2: todo se va encaminando hacia el arco siguiente, puesto que ya está claramente definido que el enemigo principal se encuentra en el Santuario. PD 3: entre los capítulos 36 y 37 se produce el abrupto cambio en el diseño de la Armadura de Sagitario, que de repente se quedó sin su casco y adquirió alas. Esto no se explica muy bien. Solamente se dice que tras permanecer sumergida en un lago, la Armadura "renació". Me gusta más el primer diseño.
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Cantando bajo la lluvia (1952) Más que un musical, una historia del cine

Estamos frente a una de las más grandes películas de la historia, referenciada en infinidad de otras películas y series, y con una escena en particular que -me parece- todos hemos visto en algún lugar. Sin embargo, creo que debido a los años transcurridos, su falta de rodaje por los canales dedicados al cine y el cambio en los gustos del público, hay mucha gente que no tuvo aún la oportunidad de verla. En mi caso, la considero una obra realmente espectacular, donde todo parece ser perfecto. Como dije en el título, "Cantando..." es el reflejo de una época del cine, puesto que relata el inicio de las películas sonoras, lo que supuso una revolución en el séptimo arte. Ambientada en 1927, nos permite vislumbrar cómo era el rodaje antes de la irrupción del sonido. La trama nos muestra a Don Lockwood (Gene Kelly), una estrella del cine mudo, quien junto a su habitual compañera de reparto Lina Lamont (Jean Hagen) gozan de una enorme popularidad. El estreno de su más reciente éxito da lugar a un relato de Lockwood sobre sus orígenes junto a su amigo Cosmo Brown (Donald O'Connor) el cual constituye el primer momento musical de la cinta, con unas secuencias de baile y canto deslumbrantes y repletas de humor, escenas en las que ambos protagonistas hacen una gran demostración de talento cantando y bailando en una secuencia inolvidable. Al huir de sus admiradores, el actor termina teniendo un encuentro fortuito con Kathy Selden (Debbie Reynolds), entre quienes surge un interés espontáneo pero un tanto eclipsado por el carácter engreído de Lockwood y el desprecio que la chica muestra por el trabajo del actor, ya que ella afirma ser actriz de teatro. Poco después Don descubre que en realidad Kathy trabaja como corista, y tras una discusión vuelven a separarse. Sin embargo él no puede dejar de pensar en la joven, pese a que Lina insiste en que es con ella con quien tiene un compromiso contraído, lo cual solamente era un truco publicitario. Por esos días se produce el estreno de "El cantante de jazz", la primera película que incluye sonido en algunos diálogos. A pesar de que la novedad es vista como una moda pasajera, el éxito que cosecha lleva al estudio Monumental, para el que trabajan Don y Lina a considerar la necesidad de adoptar esta nueva tecnología para sus largometrajes, lo que causa múltiples dificultades y escenas realmente muy divertidas. Paralelamente la relación amorosa entre los protagonistas se va consolidando, lo que da lugar a varios momentos musicales que son un despliegue de color, música y fundamentalmente unos pasos de baile capaces de sorprender aún hoy. Esta genial producción cuenta con unas actuaciones impresionantes. En lo particular, las secuencias de baile permiten lucirse a Kelly y O'Connor, pero en las situaciones hilarantes se destaca la fantástica actuación de Jean Hagen. Debbie Reynolds, por su parte, lleva el peso de las escenas con más dramatismo, aunque también tiene la oportunidad de mostrar sus dotes como bailarina. En resumen, una joya del cine. Es imposible mirarla sin esbozar al menos una sonrisa y algunas risas estridentes. Les pido encarecidamente que sin perder más tiempo vayan a verla si no lo han hecho todavía. Y si ya la vieron, vuélvanla a mirar. PD: los guionistas fueron Betty Comden y Adolph Green, mientras que la dirección estuvo a cargo de Stanley Donen y del propio Gene Kelly.
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Elena sabe (2023) Dos mujeres prisioneras y una trágica decisión

Esta película se basa en la obra del mismo título escrita por Claudia Piñeiro. Quienes me conocen saben de mi fascinación por la obra de la escritora argentina, y si bien aún no leí la novela, en esta película están presentes varios de los elementos que caracterizan los relatos de la autora, o al menos los que he leído. En este caso tenemos la historia de Elena, interpretada por Mercedes Morán, una señora de poco más de sesenta años que padece de párkinson atípico. Su padecimiento ha reducido notablemente su movilidad y acentuado los rasgos negativos de su carácter, volviéndola irascible, reacia a aceptar la ayuda de la gente e incapaz de tener palabras bondadosas. Vive con su hija Rita (Érica Rivas), quien se dedica completamente a su cuidado, pese a lo cual mantienen una relación muy tensa. Una tarde Rita lleva a su madre a la peluquería, pero no pasa a buscarla. Pasan las horas, el negocio cierra y a Elena la llevan los dueños del local hasta su casa. Horas más tarde, ya de madrugada, la policía llega al lugar para anunciarle que su hija fue encontrada sin vida. La causa es caratulada como suicidio y rápidamente es cerrada. Sin embargo Elena está segura de que hay algo más, y pese a sus problemas físicos comienza una investigación por su cuenta para encontrar la verdad. Sin embargo lo que comienza de manera muy prometedora, se ralentiza tras la primera mitad y luego tiene un final abierto y abrupto que nos deja con muchas más dudas que certezas. Conociendo la literatura de Piñeiro, creo que la razón de esta sensación de corte forzoso responde a las limitaciones de tiempo más que a un problema con la obra original. La autora argentina se caracteriza por entregarnos historias muy complejas, donde varias subtramas van descubriéndose, a menudo desde el punto de vista de diferentes protagonistas, lo que va revelando más y más capas que agregan datos que los otros protagonistas desconocen. Recuerdo nuevamente que todavía no leí la novela, pero estoy seguro que al haber limitado la narración al punto de vista de Elena, mucha información se perdió y eso hace que no podamos apreciar en su totalidad ni comprender el final en el filme. Dirigida por Anahí Berneri, la película cuenta también con la participación de Miranda de la Serna, Mercedes Scápola y Marcos Montes como el padre Juan, otro personaje relevante, pero del que no podemos conocer demasiado en esta adaptación. Me quedó la sensación de vacío al final, y dicho hueco sólo podrá ser llenado (espero) cuando lea la novela. PD: Mercedes Morán demuestra en esta película una capacidad asombrosa para asumir el rol de una mujer con un carácter horrible que además padece una cruel enfermedad. Lo hace de manera perfecta, generando sentimientos encontrados en el espectador, puesto que su mal temperamento causa rechazo, pero a la vez su condición hace que uno sea un tanto indulgente. PD 2: un dato curioso es que vemos en pantalla, aunque no siempre compartiendo escenas, a dos madres e hijas. Miranda de la Serna interpreta a una joven Rita, y es en la vida real la hija de Érica Rivas, mientras que Mercedes Scápola, que interpreta a Isabel, es la hija de Mercedes Morán. PD 3: la relación tensa entre madre e hija, o más precisamente la figura de la madre obsesiva, posesiva y violenta es recurrente en la autora. En este caso en particular tenemos a una hija prisionera de su madre, y a una madre prisionera de su enfermedad.
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Purgatorio (1999) Más de lo mismo, pero con un toque místico

Desconozco si existe otra película semejante. De haberla, deberían formar parte de un subgénero llamado "western bíblico", o algo así. Recuerdo haberla visto un par de años después de su estreno, y en su momento me pareció medianamente interesante. Ahora que han pasado varios años tengo una mirada un poco más crítica sobre la obra, pero igualmente le reconozco que intenta ofrecer algo distinto, al menos en esencia. La trama gira alrededor de un grupo de forajidos que asaltan un banco y luego huyen tras un tiroteo en el que una mujer llamada Dolly Sloan (Shannon Kenny) recibe un disparo y muere. La banda es liderada por Blackjack Britton (Eric Roberts) y Cavin Guthrie (Peter Stormare). Entre ellos está también el joven Sonny (Brad Rowe), sobrino de Cavin, quien se debate continuamente acerca de su accionar, puesto que rechaza la violencia de sus compañeros. Escapan por el desierto mientras el ejército los persigue y tras una larga cabalgata llegan a un pequeño pueblo perdido en medio de la nada. El lugar, llamado Refugio, aparenta ser un lugar idílico, pero pronto los forajidos comienzan a notar algunas situaciones extrañas: el Sheriff local, Forrest (Sam Shepard) y sus asistentes no parecen poseer armas. El bar está siempre vacío, y todos los días cuando la campana de la iglesia suena, los habitantes en su totalidad se dirigen al templo, a una celebración religiosa. Por otra parte los pueblerinos son excesivamente amables, y el propio Sheriff les ofrece hospedaje y alimentación gratuita hasta que se recuperen de sus heridas. La pacífica vida del pueblo se ve alterada por la presencia de estos malhechores y su comportamiento violento, mucho más cuando se descubra la verdadera identidad del líder, Blackjack, un famoso delincuente muy temido. Mientras tanto, Sonny comienza a vislumbrar la verdad de lo que ocurre en el lugar. Gracias a que es afecto a la lectura de novelas de aventuras descubre que varios de los habitantes son inquietantemente parecidos a los más célebres pistoleros del Lejano Oeste: el Sheriff se parece extraordinariamente a Wild Bill Hickok; uno de sus agentes, Glen (Donnie Wahlberg), a Billy The Kid; el médico del pueblo (Randy Quaid) recuerda demasiado a Doc Holliday, y muchos otros casos. También allí conoce a una chica, Rose (Amelia Heinle), con quien desarrolla una relación romántica. Todas las sospechas de Sonny parecen confirmarse cuando ve llegar en una diligencia una noche a una misteriosa mujer a quien reconoce como Dolly Sloan. Cuando los bandidos deciden atacar y robar el pueblo, Forrest, sus agentes, otros hombres del pueblo, que también son famosos pistoleros que mantenían su identidad oculta y el propio Sonny deberán tomar una decisión trascendente. Se trata de un largometraje para televisión, con un presupuesto limitado, pero que de todos modos está muy bien invertido en vestuario y locaciones. Por lo demás, el propio título de la película es un gran spoiler, puesto que casi nos explica todo el misterio del pueblito perdido. De todos modos me resultó entretenida, pese a una gran incoherencia final, pero que no puedo revelar aquí. Quedará en ustedes el poder identificarla. PD: fue dirigida por Udi Edel, quien estuvo tras las cámaras en varias miniseries y películas para televisión.
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El camino a la Tercera. 13. 2006: un equipo que estaba para más

Los últimos meses del año 2005 significaron el cierre de las Eliminatorias y un par de amistosos. Por la clasificación mundialista, Argentina enfrentó en septiembre a Paraguay en el Defensores del Chaco. En ese encuentro un joven Ernesto "Tecla" Farías jugó con la camiseta 9. Fue la única vez que disputó un encuentro con la Selección mayor. Riquelme, por entonces todavía con la casaca número 8 se consolidaba en su posición de enganche, quedando cada vez menos dudas de cara a la lista definitiva para el Mundial. En el mencionado encuentro Argentina perdió por la mínima y fue expulsado Heinze en la segunda parte. Faltando 20 minutos Román fue reemplazado por D'Alessandro, que tuvo sus últimos minutos en la Albiceleste antes de un larguísimo e inexplicable paréntesis. A los 80 minutos ingresó Messi en reemplazo de César Delgado. En octubre, una Argentina ya clasificada derrotó 2-0 a Perú en el primer partido de Messi como titular y cerró la Eliminatoria con derrota frente a Uruguay en Montevideo. Ya en noviembre, doble fecha FIFA que tuvo en primer lugar un recordado amistoso contra Inglaterra, el día 11. Recuerdo haberlo escuchado en la radio. Se trata, por supuesto de un partido muy especial, disputado en Suiza en este caso. Pekerman no convocó a Messi para estos encuentros, pero tuvo en cancha a Zanetti, a quien tampoco volvería a convocar en otra decisión incomprensible. El marcador lo abrió Crespo a los 35, pero Rooney empató rápidamente, tres minutos después. En la segunda parte Samuel volvió a poner a la Argentina en ventaja, pero sobre el final a los 87 y 92 minutos el gran jugador inglés Michael Owen le dieron a los ingleses una victoria que en el trámite no había merecido. Cinco días más tarde, en el último amistoso del año, se le ganó sin mayor esfuerzo a Catar por 3 a 0, con tres goles en tres minutos, en la segunda parte. Así terminó el año, con una idea aproximada del estilo de juego que el entrenador buscaba imprimirle al equipo. Al respecto yo pensaba por ese entonces que el principal problema era que a la Selección le costaba mucho sostener los resultados. Arrancaba con todo y luego decaía, y esto lo vi casi desde el inicio del ciclo. De todas formas la cuestión más importante era el Mundial, como siempre, y el calendario que jamás se detiene, pronto transcurrió hasta que el año 2006 se hizo presente, y con él una muy escasa cantidad de partidos de preparación. Por increíble que parezca, Argentina solamente disputó dos amistosos antes del Mundial. El primero fue en marzo contra Croacia en Basilea, con derrota por 3-2 y el primer gol de Lionel Messi, como dijimos en el capítulo anterior. El 29 de junio, exactamente once días antes del debut mundialista, Argentina se enfrentó a Angola en Salerno, con victoria por 2 a 0 con el retorno de Mascherano, quien había estado lesionado, y de esta manera se llegó al Mundial. La lista definitiva dejó afuera a D'Alessandro, Demichelis, Zanetti, Lux y César Delgado, mientras que el gran compañero de ataque de este último, Luciano Figueroa fue descartado tras una grave lesión. Entre los 23 elegidos estaban un par de quienes no sabía demasiado: Scaloni, Leo Franco y Julio Cruz. Al resto medianamente los conocía, incluyéndolo a Messi, el jugador argentino más joven en ser convocado a un Mundial, muy pronto a cumplir 19 años por esos días. Yo pensaba que Pekerman, con tanta experiencia en juveniles, y tres veces campeón del mundo sub-20 podría manejar correctamente tanto al grupo como la presión del público, siempre exigente, de la Selección. Pese a todo esto, considerando el antecedente de 2002, mis expectativas no eran las más altas. El grupo nuevamente era intimidante. Se hablaba una vez más del "grupo de la muerte", como pasara en Corea y Japón. El primer rival era Costa de Marfil. Yo le tenía mucho miedo a Didier Drogba, uno de los mejores delanteros del mundo. Luego venía Serbia y Montenegro, a quien se le había ganado en el debut olímpico en Atenas por 6 a 0, y finalmente la siempre peligrosa Países Bajos. Con algo de dificultad se ganó el primer partido, por 2 a 1 con goles de Crespo y Saviola en la primera parte, mientras que a los 82 minutos Drogba descontó. El segundo partido del grupo, contra Serbia y Montenegro el día 16 de junio tuvo ribetes históricos. Argentina formó con Abbondanzieri, Sorín, Heinze, Ayala y Burdisso; en el medio Lucho González, Mascherano y Maxi Rodríguez; Riquelme en posición de enganche y en la delantera Crespo y Saviola. En la tribuna, un Diego Maradona en estado de gracia, que parecía rejuvenecido hasta sus años del Napoli, alentaba con una camiseta argentina inspirada en la que 20 años atrás, en México, diera la vuelta en el Azteca. El partido fue una exhibición. Dominio absoluto de la Argentina, que jugó con la indumentaria alternativa por primera vez en el torneo. Al minuto de juego, la primera ocasión para nuestra Selección, culminando en un tiro de esquina y al rebote del mismo, Riquelme remató, yéndose nuevamente al córner. Tras un par de jugadas más, llegó una combinación fantástica entre Mascherano, Sorín, Riquelme y Maxi Rodríguez que recibió un pase notable de Saviola, ingresando al área desde la izquierda y con un potente remate abrió el marcador a los 5 minutos. En el minuto 12, mientras llevaba la pelota, Lucho González pareció resbalarse. Sin embargo pronto se vio que estaba con un problema muscular. Aguantó un par de minutos y tuvo que salir, reemplazado por Cambiasso. Argentina no sólo no sintió la salida de su número 22, sino que el funcionamiento del equipo fue mejorando gradualmente. La Selección comenzó a hacer circular la pelota con mucha precisión, y de esta manera llegó el segundo gol, en una jugada de lujo, con una enorme cantidad de toques, siendo, de hecho, el gol con mayor cantidad de pases en la historia de los Mundiales para Argentina, récord que se mantendría por muchos años. El autor de este segundo gol fue justamente el mismo Cambiasso que había ingresado por el lesionado González. Tras esto, el partido bajó un poco su ritmo, pero siempre con dominio argentino. A los 36 un golazo de Crespo fue anulado por fuera de juego, siendo amonestado el delantero argentino por continuar la jugada tras el silbato, pese a explicarle al juez que no lo había escuchado. A los 41 un gol de Saviola es salvado sobre la línea, pero en el rebote Maxi no perdonó, marcando el 3-0 con un fuerte remate que dio en el poste y luego pegó en un defensor sobre la línea, entrando luego. Esto prácticamente liquidó el encuentro. En el segundo tiempo llegaron los cambios: Saviola dejó su lugar a Carlos Tévez a los 13', y un poco más tarde, a los 29' se produjo el ingreso de Lionel Messi, que de esta manera debutaba en los Mundiales. El cuarto gol, obra de Crespo, llegó en el minuto 34, tras un desborde de Messi por izquierda que brindó una asistencia perfecta para el 9 argentino en entraba por el otro sector. A los 38, Tévez recibió y en una gran jugada individual trabó y ganó por dos veces, quedando frente al arco de Jevric, definiendo cruzado con gran calidad. El último gol, sobre el final, fue convertido por Messi tras pase de Tévez, entrando a toda velocidad por la izquierda y cruzando levemente su remate. De esta manera, con una actuación sobresaliente, Argentina logró clasificar a los octavos de final. El tercer partido del grupo fue un 0-0 frente a los Países Bajos, encuentro en el que Messi fue titular y una de las figuras del equipo junto a Riquelme, Tévez y Maxi Rodríguez. Aunque fue claramente superior a su rival, no se pudo romper el cero. De todas formas a la Argentina le alcanzó para ser primero del grupo y enfrentar al segundo del grupo D: México. Jugado el 24 de junio, día del cumpleaños número 19 de Messi y 28 de Riquelme, pero también una fecha asociada a múltiples aniversarios en nuestro país. Aquel día en Leipzig Argentina presentó como novedad a Lionel Scaloni y Saviola entre los titulares, mientras que Messi volvió al banco de suplentes, en el que también esperaban Tévez, Palacio, Aimar y Coloccini, entre otros. Una vez más Argentina salió al campo de juego con la camiseta titular. Por primera vez en el torneo, Argentina arrancó perdiendo tras una distracción a la salida de un tiro libre, cuando apenas iban 6 minutos. La defensa dejó libre a Rafa Márquez en el centro, quien definió notablemente frente a un Abbondanzieri que nada pudo hacer. Argentina intentó reaccionar y así a los 10 logró la igualdad. Tiro de esquina, lo ejecuta Riquelme al área chica, donde Borgetti intentó despejar de cabeza, pero Crespo en una acción peligrosa logró meter la pierna y desviar esa pelota, mandándola al fondo de la red. El marcador se mantuvo así, pero hubo chances para los dos, con buenas atajadas del Pato, mientras que Oswaldo Sánchez también tuvo algunas atajadas interesantes. Sin embargo comenzaron a cometerse muchas faltas, y sobre el final de la primera parte el árbitro pudo haber expulsado a Heinze, pero solamente lo amonestó. En el segundo tiempo el partido siguió parejo, con ambos equipos llegando a ocasión de gol. Faltando 15 para el final, Pekerman sacó a Crespo y un minuto después a Cambiasso, entrando Tévez y Aimar respectivamente. El último cambio fue a seis del final: Saviola salió y en su lugar entró Lionel Messi, que en la primera pelota que tocó recibió una infracción y provocó una amonestación. En los minutos finales México intentó romper la igualdad y tuvo un par de ocasiones y controló la pelota, siendo por momentos mejor que el equipo argentino. Sin embargo los cambios comenzaron a darle algo más de posesión. En la última para la Selección, Riquelme metió uno de sus pases precisos para Aimar, quien asistió a Messi y definió, pero el asistente marcó un offside inexistente del exRiver. Pudo haber sido la victoria argentina, pero hubo que ir al suplementario. Los primeros 15 arrancaron con Argentina yendo al ataque, con un Messi muy activo, mientras Román manejaba los hilos desde la mitad de la cancha. A los 7 minutos, tras un intento mexicano, corta Scaloni, quien entrega la pelota a Messi en su propio campo, por el sector derecho. Avanza el 19 y se la deja a Riquelme por el medio, ya en tres cuartos de cancha. Riquelme devuelve a Messi, que la abre a la izquierda para Sorín que controla y manda un centro cruzado al borde el área, donde Maxi Rodríguez aguardaba para marcar el gol inmortal. 7:42, Maxi la para de pecho y sin que toque el suelo mete un zurdazo inolvidable, dándole con el empeine. La pelota hace una curva perfecta e ingresa en el ángulo, inatajable para Sánchez que voló pero nunca pudo siquiera rozar a esa Teamgeist en su destino glorioso. Solamente pasaron dos segundos. Un gol de otro partido, como suele decirse, pero que selló el resultado y aseguró a la Argentina un lugar entre los ocho mejores. Otra vez los cuartos de final. Esa marca infranqueable. Ya habían pasado 16 años desde la última vez que Argentina pudo superar esa instancia. Partido contra el local, una potencia y todo un clásico del fútbol mundial. Alemania-Argentina. No recuerdo mucho de aquel partido. Sólo que Argentina (con camiseta azul) tuvo momentos de muy buen nivel futbolístico. Riquelme, como siempre oficiando de conductor, con un Ayala sólido en defensa. Sorín, Maxi, Tévez, fueron los más destacados del ataque argentino. Sorpresivamente Saviola no jugó. Ambos equipos tuvieron ocasiones de gol, y el trámite del partido fue muy parejo, con un ida y vuelta muy interesante. En la segunda mitad, tras otro córner de Riquelme, fue Ayala quien en una acción acrobática conectó de cabeza venciendo a Lehman y marcando el 1 a 0. Argentina aguantó la reacción alemana. Mientras Klinsmann movió el banco para sumar poder ofensivo, Pekerman lo hizo en sentido contrario. El primer cambio fue obligado por lesión del arquero Abbondanzieri tras un choque con Klose que le dio un rodillazo en la zona renal, pero un minuto después decide sacar a Riquelme, que mostraba signos de cansancio, poniendo en su lugar a Esteban Cambiasso, jugador con mucha menos llegada, ya que era un mediocampista de contención. Minutos después, faltando 12, sale Crespo y en su lugar ingresa Julio Cruz, en un cambio llamativo pero que demuestra una vez más el perfil conservador que el entrenador le dio al equipo en aquel partido. Apenas dos minutos después, faltando 10 para el final el partido se iguala tras un cabezazo del propio Klose. Pitazo final, alargue y penales. Y allí Alemania fue mejor. Ayala, de gran partido, ejecutó su tiro sin mucha convicción, al igual que Cambiasso, que errando el cuarto penal de la serie decretó el pase de los locales a las semifinales. Tras el final hubo insultos, empujones y golpes, e incluso fue expulsado Leandro Cufré, siendo el primer jugador en ver la roja después de un partido. El 30 de junio se terminó una vez más la ilusión argentina. Dejó un sabor amargo porque el equipo estaba para más y tenía jugadores de sobra para lograrlo, y que además se despidió del Mundial sin haber perdido un solo partido. Pero el fútbol es así, no siempre justo. A la Selección le tocó una vez más quedarse en el camino y ver a otros levantar la anhelada Copa del Mundo. PD: Riquelme, el gran conductor del equipo argentino no logró marcar un solo gol en el torneo. PD 2: muchísimo se habló y se sigue hablando acerca de por qué no entró Messi en ese partido. Pero también hay que recordar que Pekerman mantuvo en el banco a Saviola y Aimar, siendo este último un creador semejante a Riquelme. En el caso de Messi, se dice que tenía alguna molestia y no estaba en condiciones de jugar. En todo caso el ingreso de Cruz tiene que ver con el trámite del partido y la necesidad de un jugador alto que despejara la cantidad de centros que Alemania empezó a tirar. Como fuere, al concretarse la eliminación todas las críticas fueron hacia el entrenador, como suele pasar. PD 4: Pekerman anunció su renuncia en la conferencia de prensa posterior al partido. PD 3: la indumentaria de la Selección constó de unas camisetas que llevaban el mismo nombre que la pelota oficial: Teamgeist. Este modelo estandarizado fue utilizado por varias selecciones, entre ellas Alemania, Francia y España. Contaban con algunas líneas a la altura de los hombros y los laterales cuyo color variaba de acuerdo al equipo, pero priorizando las curvas por sobre las líneas rectas. La camiseta titular de Argentina representó una gran excepción respecto a los modelos usados en años anteriores. Hombros en color celeste, mangas blancas y lo más novedoso estaba en el pecho, donde una línea blanca curva lo atravesaba a lo ancho a la altura de las clavículas y bajando luego por los laterales, formando una figura de campana que a su vez servía de marco a los bastones celestes y blancos que cubrían todo el frente de la camiseta. En la parte de la espalda un diseño similar, pero en ese caso los bastones llegaban hasta el celeste de los hombros. El detalle que más me gustó fue que en la parte frontal el cuello tenía un pequeño parche que con sus tres franjas horizontales formaban una pequeña banderita argentina. El diseño de los números también era muy curioso, ya que estaban dibujados con cuatro líneas paralelas muy juntas y sin rectas. La suplente era mucho más sencilla en su diseño, casi completamente azul, salvo algunos detalles como las tres tiras de los hombros y el borde de las mangas en celeste y blanco más algunas franjas celestes en los costados. También fueron estas las primeras camisetas argentinas en un Mundial que contaron con las dos estrellas sobre el escudo, que siguió estando a la izquierda.
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Saint Seiya V: Athena en peligro

Tras la revelación de la naturaleza de Saori, un nuevo enemigo se hace presente: Babel de Centauro. Seiya intenta enfrentarlo, pero aún no se ha recuperado de su lucha contra Misty y Moses. En ese momento llegan también tres luchadores desconocidos: los Caballeros de Acero. Contemplan el combate entre Babel y Hyoga. Las llamas del primero contra el hielo del segundo. Como siempre, la contienda es desigual, y el Cisne parece a punto de ser derrotado. En ese momento los Caballeros de Acero intervienen distrayendo a Babel, momento en que un Hyoga con sus fuerzas recobradas ataca con todo su poder, derrotando a Babel, quien antes de morir reconoce a Saori como la reencarnación de Atenea. En tanto, los tres colaboradores misteriosos volvieron a desaparecer. Agua, tierra y aire son los elementos que representan a estos Caballeros de los cuales no tienen mayor información. Lo único que queda claro para todo el grupo es que el enemigo está en el Santuario y es allí hacia donde deben dirigirse. En dicho lugar, mientras tanto, el Patriarca se muestra enfurecido por los reiterados fracasos en la eliminación de Seiya y los demás Caballeros de Bronce. Shina solicita ser enviada para cobrar venganza de Seiya. Pide ayuda también a Argol de Perseo, otro Caballero de Plata que se suma a su causa. Argol cuenta con el escudo de Medusa, capaz de convertir en piedra a quien lo mire. Los Caballeros de Pegaso, Andrómeda y Dragón deciden viajar al Santuario, pero su avión es interceptado por los enemigos que obligan a un aterrizaje de emergencia en una isla, donde se encuentran Shina, Argol y Espartano. Shina se enfrenta a Seiya, que logra derrotarla, pero Espartano y Argol ponen en aprietos a Shiryu y Shun respectivamente. Sobre todo en el caso de este último, que es transformado en una estatua de piedra por el poder del escudo de Medusa. Pronto el mismo Seiya cae también bajo el poder de Argol. Solamente el Dragón resiste, pero pronto descubre que su poder es limitado puesto que debe cuidarse de mirar el escudo de Medusa. Shiryu parece derrotado, pero nuevamente los Caballeros de Acero hacen su aparición para colaborar con el Dragón. Los tres se muestran efectivos al comienzo, pero luego Medusa los vence sin mayor dificultad. Es en ese momento cuando se produce el gran sacrificio de Shiryu: decide cegarse a sí mismo para poder enfrentar a Argol sin tantos recaudos. Con un brutal ataque, finalmente el Caballero de Medusa es derrotado, pero con su muerte el efecto se revierte sobre Seiya y Shun, que vuelven a su estado normal. Mientras Shiryu es hospitalizado, el resto de los caballeros vuelve a reunirse con Saori en su laboratorio donde reciben información sobre los Caballeros de Acero: sus armaduras no responden a una constelación, sino que son una construcción mecánica realizada por orden de Mitsumasa Kido. Las noticias no son alentadoras para los protagonistas: los médicos informan que Shiryu no podrá volver a ver. Una vez dado de alta, el Dragón regresa con Shunrei hasta los Cinco Picos de China para recuperarse por completo. Mientras tanto, el Patriarca elucubra un nuevo plan: secuestrar a Saori para desmoralizar al grupo de guerreros. El nuevo enemigo es Jamian, el amaestrador de cuervos. Ikki decide separarse del grupo, y poco después una enorme bandada de cuervos llegan y secuestran a Saori. Seiya sigue a las aves mientras Shun y Hyoga luchan contra los secuaces de Jamian. Lamentablemente Seiya se encuentra en problemas cuando su cuerpo es cubierto por miles de plumas de cuervo, lo que lo deja inmovilizado y sin poder respirar. No obstante, finalmente logra liberarse gracias al poder de su cosmos, solamente para ver que Saori nuevamente está siendo trasladada por los cuervos, y aunque logra soltarla, termina con un brazo fracturado tras caer por un precipicio. Para colmo de males, Shina se hace presente, dispuesta a saldar cuentas con Seiya. En una acción poco común, Pegaso toma en sus brazos a Saori y juntos saltan desde un acantilado, huyendo de sus enemigos. Ambos sobreviven, aunque Pegaso termina aparentemente en grave estado. Cuando Shina y Jamian vuelven a encontrar a los protagonistas y se disponen a atacarlos, Andrómeda y Cisne llegan y los derrotan. Pero inmediatamente otros dos caballeros enemigos aparecen. De esta manera la serie llega a su episodio 30, con una sensación de lentitud, puesto que es poca la información que se agrega, salvo el hecho de que el Santuario está decidido a emplear todos sus recursos para terminar con el grupo de Caballeros de Bronce y con Saori antes de que se conviertan en una amenaza mayor para el Patriarca.
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It (1986) La creación de un universo de horror

Finalmente tras varios intentos fallidos pude avanzar y leer esta novela tan renombrada de Stephen King. Había fracasado previamente sobre todo por el gran miedo que me provocaban los primeros capítulos. Con el correr del tiempo evidentemente me volví más insensible en la materia y pude soportar la desagradable sensación. Había mirado la miniserie de 1990 hace algunos años, y hace unos meses miré casi de un tirón las dos películas dirigidas por Andy Muschietti, y quizás esto último me ayudó a estar preparado. Veamos ahora de qué va esta historia. La trama transcurre en dos líneas temporales. La primera de ellas, con la que inicia la novela, se sitúa en 1957 durante una gran inundación en la ciudad de Derry, en la cual un niño de seis años llamado George Denbrough es asesinado misteriosamente mientras intentaba recuperar un barco de papel de una alcantarilla, continuando luego durante algunos meses de 1958. La segunda línea temporal es el presente de la historia, y comienza en 1984 y prosigue durante algunos meses de 1985. La novela nos cuenta acerca de una larga serie de hechos inexplicables que ocurren cada cierto número de años en la población, la cual incluye asesinatos, desapariciones misteriosas o episodios de violencia. Sin embargo, nadie parece relacionar esos hechos separados por unos 27-28 años, y la vida en la ciudad de Derry continúa con normalidad. El ciclo se reinicia en 1957 con la muerte de George a la que siguen en los meses posteriores otras muchas desapariciones de niños encontrados con sus cuerpos mutilados o con señales de haber sido comidos parcialmente por algún animal desconocido. Desde el inicio, al narrar la muerte del mencionado niño Denbrough, ya sabemos que hay algo fuera de lo normal bajo la ciudad: un ser capaz de tomar diversas formas, siendo una de las más frecuentes la de Bob Gray, más conocido como Pennywise, el Payaso Bailarín, a quien los protagonistas darán luego el nombre de It (traducido como Eso). Bajo la forma de Pennywise atrae a niños pequeños a quienes ofrece globos u otros elementos que resultan atractivos. Veintisiete años después el ciclo vuelve a comenzar con el asesinato de Adrian Mellon, un joven que sufre un ataque homofóbico. Tras esto, una nueva serie de crímenes extraños y sin que la policía pueda avanzar en la identificación del o los culpables, se hace evidente que Eso ha regresado. Independientemente del monstruo en sí, los protagonistas de la novela son un grupo de niños que asiste a la Escuela Primaria de Derry, cada uno de los cuales tiene una historia de vida que el autor se preocupa por presentarnos de manera bastante detallada: Bill, hermano de George, es el líder del grupo debido a su determinación para encontrar y destruir al monstruo. Se siente culpable por la muerte de su hermano. Además, sus padres han cambiado radicalmente tras la pérdida del pequeño Georgie, tornándose fríos y distantes con Bill. Beverly Marsh es una chica que sufre violencia y abusos en su casa por parte de su padre. Richie Tozier, un chico divertido, con gran habilidad para la comedia y la creación de voces y chistes, aunque con cierta incontinencia verbal que suele ponerlo en problemas. Eddie Kaspbrak es un niño enfermizo que padece de asma. Además cuenta con una madre extremadamente sobreprotectora que lo ha vuelto temeroso y débil. Ben Hanscom es un chico que padece de sobrepeso, lo cual lo vuelve blanco de bullying y malos tratos por parte de un grupo de chicos abusivos de la escuela. Sin embargo sus grandes conocimientos son de extrema utilidad para el grupo. Stan Uris, niño aficionado a la observación de aves, es muy racional, lo cual entra en conflicto con la existencia de un ser como Eso. Esto tiene consecuencias posteriores. Y Mike Hanlon, que cumple el rol de narrador en varios pasajes de la novela, es un chico afroamericano también víctima de los matones de la escuela, es el único del grupo que permanece en la ciudad, y por lo tanto será el encargado de llamar nuevamente a sus compañeros cuando el ciclo de muertes vuelva a comenzar, en 1984. Los chicos, conocidos como “Los Perdedores”, tienen diversos encuentros con Eso durante la niñez, que aparece representando los miedos de cada uno de ellos. Una vez compartidas sus historias individuales, llegan a la conclusión de que se trata de un ser sobrenatural, responsable de todas las tragedias que rodean a la ciudad. Además de los protagonistas, hay una gran cantidad de personajes secundarios incluyendo a los padres de los chicos, que tienen mayor o menor participación, las parejas de los mismos cuando se vuelven adultos, policías, ciudadanos de Derry, el grupo de abusones, de los que Henry Bowers es el líder y protagoniza muchos tramos de la novela, y las víctimas. De algunas de estas últimas conocemos algunos detalles de su vida. Es una novela larga, en todo sentido de la palabra. Pasan tantas cosas, algunas historias que siguen a los protagonistas y no tienen que ver directamente con el monstruo, sumando a esto la enorme cantidad de detalles que King incluye con una minuciosidad quizá exagerada, que la novela se siente mucho más extensa de lo que realmente es. Algunos diálogos no tan trascendentes para la trama ocupan también muchas páginas, contribuyendo a ralentizar aún más la fluidez de la historia. Sin embargo este superventas de Stephen King tiene varios méritos muy importantes que me parecen dignos de elogios y admiración. Para empezar, el autor creó toda una ciudad ficticia como Derry, a la que describe con gran precisión, hasta en los más mínimos detalles, al punto que no resulta demasiado trabajoso para el lector dotar de imágenes a tan vívidas descripciones. Otro mérito enorme es la construcción de los personajes. La personalidad de cada uno es reflejada con maestría, tanto en el caso de los protagonistas como en el de los secundarios. Me impactó el caso de la madre de Eddie y el esposo de Beverly, así como la de Bowers, uno de los antagonistas principales. Pero para mí, lo mejor que esta novela tiene es el hecho de que desde la primera página todo está perfectamente diagramado. Parece evidente que King previó exactamente el rumbo que la historia debía seguir, organizando magistralmente cada elemento para que al ir acercándonos al final cada uno de ellos encaje perfectamente, como en un mecanismo de relojería de funcionamiento ideal, cerrando por todos lados, sin dejar ningún cabo suelto. Esto me parece realmente una maravilla, y me lleva a pensar en el autor armando un gigantesco mapa conceptual con muchísimas flechas e imágenes para organizar todo mientras iba escribiendo. No sé si lo hizo así, pero no puedo imaginar otra manera de escribir algo tan complejo. En cuanto al narrador utilizado, en casi toda la novela es de tipo omnisciente, salvo en los llamados interludios, que están formados por capítulos de un diario escrito por Mike Hanlon, donde podemos ver la investigación que hizo sobre el pasado de la ciudad, identificando otros ciclos, e incluso hallando testimonios de personas de edad avanzada que pudieron ver a Eso bajo su forma de payaso u otra mientras ocurrían hechos desgraciados como un incendio que causó muchas muertes, o el asesinato de una banda de delincuentes por parte de los ciudadanos con la anuencia del comisario local. En un par de momentos también el propio monstruo es el narrador, lo que nos deja conocer brevemente sus pensamientos y motivaciones. King crea todo un universo, con dos seres pertenecientes a un plano muy alejado del nuestro, llamado el Macrocosmos: Eso y la Tortuga, una entidad benévola que intenta ayudar a Los Perdedores en su lucha contra el monstruo. Aunque también se menciona la existencia de un Ser Superior, creador de los dos antes mencionados, a quien se refieren como “el Otro”, una especie de Dios Supremo. Opino que "It" ha tenido influencia o fue a su vez influenciada por otros seres del mundo del terror, como Freddy Krueger, con quien comparte el hecho de representar los miedos de sus víctimas, o Jeepers Creepers, con quien tiene en común el hecho de hibernar durante muchos años, despertando para iniciar un ciclo de muerte antes de volver a dormir. En fin, creo que esta es la publicación más larga que he escrito, pero como ya dije antes, la novela es demasiado rica en cuanto a las historias que se desprenden de ella como en un enorme laberinto. También había leído por ahí que esta novela es "inadaptable", y tengo que decir, habiendo visto tanto las versiones de 1990 como las de 2017 y 2019, que para adaptar medianamente todo lo que compone la obra de Stephen King, deberían hacer unas 7 u 8 películas de 150 minutos, al menos. Podría decir que más que “inadaptable”, la considero “inabarcable”, aunque es posible que la serie a estrenarse en unos meses llamada “Bienvenidos a Derry” logre brindarnos una imagen algo más completa de este enorme mundo de terror y misterio que el gran escritor creó hace ya casi 40 años. PD: me volvió a dar miedo, pero mucho más controlable que antes. PD 2: algo que olvidé mencionar: los capítulos finales transcurren con gran dinamismo, a diferencia del resto de la novela. PD 3: además de todo lo dicho, hay que señalar que "It" inauguró, hasta donde sé, todo un mundo de payasos asesinos en el cine, desde los "Payasos Asesinos del Espacio Exterior" hasta la saga de "Terrifier", sin contar muchísimas otras películas. Todas ellas le deben y mucho a la creación de Stephen King. PD 4: por último, tristemente la realidad supera a la ficción, como siempre se dice, y tengo que expresar que si bien no ha existido un It, sí lo ha hecho, lamentablemente, un "Pogo". Averigüen ustedes quién fue.
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