He tardado más de veinte años en leer esta novela. Es, por supuesto, la continuación de la insuperable "El misterio del cuarto amarillo", y al utilizar ese adjetivo ya advierto que considero que esta segunda parte es un tanto inferior a la primera. Sin embargo siento la necesidad de referirme una vez más al recordado "Misterio" para añadir algunas cuestiones que se me pasaron por alto en la primera publicación. Algo que me gustó mucho, y que le da cierta mayor verosimilitud a la historia, es la práctica total inexistencia de narrador omnisciente. He descubierto que esto es muy ventajoso para novelas de este género, porque al saber el lector exactamente lo mismo que sus protagonistas no puede preveer la marcha de los acontecimientos que sin duda serán muy reveladores. En este caso, todos los sobrevivientes de la primera novela continúan con su vida, pero nuevos acontecimientos trágicos los llevarán a estar en una permanente amenaza y cuestionándose constantemente si continúan cuerdos o han sucumbido a la locura. Esta inquietud atraviesa toda la novela, que comienza con una boda, la tan esperada unión de Darzac y Mathilde, pero donde iremos comprobando, casi nada es lo que parece. Más allá de lo excelente del estilo, de las profundizaciones que hace en la biografía u otros aspectos de los personajes y su innegable capacidad para mantener la tensión, tengo que confesar que me ha parecido un poco extensa. Por otra parte, algunos incidentes resultaron ser tan complejos que no pude comprender completamente el perfecto mecanismo que los llevó a su ejecución. La genialidad de Leroux se manifiesta nuevamente a través de su fantástico Rouletabille: el único incapaz de dejarse engañar por las habilísimas estratagemas de sus enemigos, o las torpezas de la policía. El joven periodista con sus actitudes inexplicables por momentos está siempre demasiado adelantado al resto de los personajes, y por supuesto al lector, conociendo de antemano hipótesis que nosotros hemos descartado por descabelladas, o que ni siquiera pensamos en plantear, tal como pasara también durante la primera novela. "El perfume de la Dama de Negro" también agrega información adicional sobre la vida del protagonista desde su infancia, lo cual se conecta con su presente y con la principal víctima de todas las desgracias que ocurren en ambas novelas. Hasta el propio autor aparece como personaje en un momento, lo que me da la pauta de pensar que Leroux estaba muy orgulloso de su obra y quiso participar también de la misma colocándose en un rol menor en cuanto a la trama, pero fundamental para Rouletabille. No se puede adelantar mucho más. Solamente decir que los infortunios siguen uno tras otro en una aparentemente interminable cadena de hechos que colocan a todo el mundo al borde de un ataque de nervios, o de algo mucho peor Con una carga dramática muy superior a la primera parte, pero también con enigmas que tardan hasta la exasperación en resolverse, la longitud de la novela comienza a volverse un problema cuando las páginas parecen negarse a pasar a la velocidad habitual. Hay muertes, sucesos inexplicables y personajes curiosos circulando en medio de otro castillo, el de Hércules, donde los protagonistas vivirán un constante suplicio al ser asediados por algo que no alcanzan a imaginar, y que bajo ningún punto de vista quieren nombrar. Giros inesperados, muertes, algo de humor y romance condimentan y adornan esta muy interesante historia. PD: lean "El Misterio del Cuarto Amarillo".