A fines del siglo XIX, H. G. Wells nos daba una de las primeras obras de ciencia ficción de la historia. En esta breve novela conocemos al Viajero a Través del Tiempo, un científico de quien no se dan mayores datos, afecto a reuniones sociales semanales con un grupo variopinto de personas a quienes invita a cenar y charlar sobre sus inventos. El más reciente de ellos es un mecanismo que permitiría viajar a través del tiempo. Por supuesto nadie toma muy en serio esta afirmación, pese a que el científico muestra una réplica funcional en miniatura de la máquina y la acciona ante la vista de sus visitantes, quienes quedan asombrados, pero en su mayoría pensando que se trató de alguna especie de truco. El jueves siguiente se vuelven a reunir en casa del inventor, pero ante la ausencia del anfitrión y una orden dejada por el mismo, deciden comenzar la cena. A poco de iniciar, el hombre llega, en un estado lamentable, sucio, lastimado y extenuado. Se disculpa, va a asearse y cambiarse de ropa y regresa, ante la sorpresa de sus invitados. Afirma que no hablará hasta comer algo, porque tiene demasiada necesidad de alimento, y tras saciarse dice que contará lo que le ha pasado, pero con la condición de que nadie lo interrumpa. Una vez aceptadas sus condiciones, el relato comienza. Esa misma mañana, asegura, decidió probar su invento. Montado a la máquina, accionó el mecanismo e inició su viaje hacia el futuro. Un viaje larguísimo en cuanto a las distancias temporales que recorrió, observando el paisaje cambiar, el Sol describiendo un arco luminoso en el cielo, y el transcurrir de siglos en cuestión de minutos. Finalmente se detiene, unos 800 mil años hacia adelante, en un mundo totalmente diferente del que conocía. En la época a la que llega, la humanidad ha sufrido importantes transformaciones. Los habitantes que encuentra son de una estatura pequeña, de gran fragilidad, que habitan un mundo aparentemente parecido a un jardín, sin preocuparse por enfermedades o por trabajar. Viven en unas construcciones en ruinas que utilizan como viviendas colectivas, y se alimentan de frutas. El Viajero comienza a conjeturar entonces qué pudo haber ocurrido con la humanidad para convertirse en estos seres apáticos y, como descubre pronto, faltos de inteligencia. Lo que parece un paraíso terrenal que cubre todo el planeta despierta en el Viajero una gran curiosidad. Aprende algunas palabras de la lengua de esos seres que se denominan "Eloi", y de a poco empieza a conocer más sobre ellos. La oscuridad, las cosas de color negro, las noches sin Luna parecen ser particularmente aterradoras para los Eloi, pero el Viajero, ajeno a sus temores, decide pasar la noche al aire libre, y es allí donde descubre que además de los agradables Eloi existen otros seres en esa extraña Tierra: unos seres que habitan en el inframundo, completamente adaptados a la oscuridad, llamados "Morlocks", que son la causa del temor de los seres del mundo superior. Se esconde allí un secreto espantoso que el Viajero comienza a desentrañar, viviendo una auténtica aventura en la que su vida corre muchos peligros hasta lograr regresar a su época para hacer el relato del viaje. Más allá de lo interesante que resulta la historia, hay un trasfondo político en la interpretación que Wells hace del mundo. Así por ejemplo, se ve una clara división social llevada al extremo, lo que me recordó un poco a la película "Metrópolis". Pero además se plantea el hecho de que si la humanidad lograra resolver problemas como el hambre, las guerras y las enfermedades, la necesidad de pensar se vería disminuida, pudiendo llevar a un colapso total, como se plantea en la novela. Por otra parte, la presencia de los Eloi y los Morlocks toma también conceptos de la teoría de la Evolución de las especies para especular sobre lo que podría suceder. Es una novela breve, de lectura sencilla y entretenida, que juega con elementos de suspenso y aventuras, además de su componente científico. Muy recomendable. PD: me dieron ganas de mirar otra vez la adaptación que se hizo en 2002, dirigida por el bisnieto del autor original.