Me encontré de casualidad con esta película española, y me llamó mucho la atención por la similitud con otra película que vi recientemente. Sinopsis: un matrimonio formado por Ana (Itziar Castro) y Carlos (Eduardo Antuña) decide pasar la noche del 31 de diciembre en una casa aislada en medio del campo. Han invitado además a Eduardo (Boris Ruiz) y Santi (David Pareja), padre y hermano de Carlos respectivamente. El matrimonio no pasa por un buen momento debido a los celos de Carlos y los constantes planteos que realiza a su esposa, y tras la llegada de los invitados la tensión se percibe generando un ambiente de incomodidad en los cuatro. Todo esto se ve interrumpido por la aparición de un intruso en la casa. Un hombre de pequeña estatura y con el aspecto de un vagabundo (Emilio Gavira) hace su irrupción generando temor en los ocupantes del lugar, pero antes de que decidan qué hacer, el extraño se encarga de presentarse a sí mismo: dice ser Dios. Por supuesto, en un principio nadie lo toma en serio, aunque por ciertas demostraciones que este hombre hace, algunos comienzan a sospechar que puede estar diciendo la verdad. Este hombre dice tener un mensaje y una misión para los cuatro habitantes de la casa: al amanecer, toda la raza humana será aniquilada, salvo dos personas que ellos mismos deben elegir. Pueden salvarse a sí mismos, pero si antes del amanecer no han tomado una decisión, todos morirán. Esta extraña situación lleva a debates, la aparición de viejas disputas no resueltas y la necesidad apremiante de encontrarle una solución al problema que se les planteó. Se trata de una comedia negra, con momentos un tanto hilarantes y otros de mayor seriedad donde se ponen en juego temas como la infidelidad, el perdón, la fe y la necesidad de tomar decisiones racionales más allá de los deseos o sentimientos de cada uno. Ahora un comentario. Esta película es de 2017, escrita y dirigida por Albert Pintó y Caye Casas. La premisa, bastante original, pierde parte de su carga dramática por las situaciones cómicas que se van desarrollando, los díalogos y los planteos, los que le quitan seriedad, aunque evidentemente esto fue algo buscado. Las actuaciones me gustaron, pero en cuanto supe de qué se trataba no pude hacer otra cosa más que pensar en la reciente película de M. Night Shyamalan llamada "Knock at the cabin", o "Llaman a la puerta", que aunque está basada en una novela tiene una premisa sospechosamente parecida. Pareciera, sin embargo, que se trata de una enorme casualidad. Por si no lo han hecho todavía, hay aquí mismo una reseña de aquella película de Shyamalan que pueden leer si desean. PD: el gran misterio sobre este supuesto Dios y su anuncio parece develarse al final.