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Perros de la calle (1992) El rutilante debut de Tarantino

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Esta misma tarde le comentaba a mi amigo Luis sobre esta película (la cual procedimos a mirar luego), y acerca de la curiosa cuestión de que años atrás, siendo yo bastante chico, veía que pasaban la promoción anunciando día y horario para mirarla en un canal de cine, pero siempre me pareció que no valía la pena. Tuvo que pasar el tiempo para que estuviera en condiciones de apreciar esta obra. Escrita y dirigida por un Quentin Tarantino que aún no cumplía 30 años, cuenta con varias de las marcas que serían luego características en su filmografía: diálogos magistralmente escritos, situaciones tragicómicas, referencias sexuales, vocabulario racista, personajes misteriosos, y fundamentalmente mucha sangre y violencia. Además se encuentran también varios de los actores fetiches del director, que luego aparecerían en varios de sus largometrajes. Otro hecho destacable de esta película es la forma no lineal en la que se narran los acontecimientos, algo que se repetiría en Pulp Fiction aún con mejores resultados. La escena inicial ya nos muestra gran parte de los elementos antes mencionados: en un bar un grupo de hombres desayuna. Uno de ellos (el propio Tarantino) esboza una muy particular interpretación del tema "Like a virgin" de Madonna. Toda la escena es potente, porque muestra parte de la dinámica del grupo, además de ser una cabal demostración de la retorcida imaginación del director-guionista-actor. Bueno, contaré algo de la trama, lo poco que se pueda evitando los spoilers, que ya saben ustedes cómo se dice esto en castellano. Un grupo de seis hombres son contratados por un empresario corrupto llamado Joe Cabot (Lawrence Tierney) y su hijo Eddie (Chris Penn) para realizar un robo a una joyería. Se supone que todos son profesionales del crimen, con larga trayectoria delictiva, pero no se conocen entre ellos y por eso llevan nombres clave. Están el Señor Rubio (Michael Madsen), el Señor Marrón (Tarantino), el Señor Blanco (Harvey Keitel), el Señor Azul (Eddie Bunker), el Señor Naranja (Tim Roth) y el Señor Rosado (Steve Buscemi). Al ser una narración no lineal, las escenas no son consecutivas y debemos prestar atención para entender qué fue lo que pasó con el robo a la joyería, el cual nunca se muestra en pantalla, por otra parte, así como cuál fue el papel que jugó cada uno de los hombres en el mismo. Lo siguiente que sabemos es que el golpe no resultó como pensaban, ya que la policía apareció, debieron huir precipitadamente y en el escape el Señor Naranja fue gravemente herido en el abdomen. El Señor Blanco asume la tarea de cuidar al herido mientras esperan en el lugar pactado de reunión la llegada de los demás. El Señor Rosado es el primero en llegar, e intentan comprender de qué manera todo acabó tan mal. La desconfianza mutua genera momentos muy tensos, mientras que las secuencias retrospectivas aportan constantemente nueva información para armar el rompecabezas de la trama, que no es tan complicada como parece. Con poco (un robo frustrado) el director hace muchísimo, apoyándose para ello en un reparto de primer nivel, con unas actuaciones conmovedoras de Keitel y Roth, y con un Buscemi fantástico que construye un personaje sólido, al igual que Madsen, quien puede fácilmente ganarse el odio tanto de los otros personajes involucrados en el atraco, como el del espectador. Esta fue la primera película de la corta filmografía de Quentin Tarantino, y supuso un debut en primera plana para un director que no deja indiferente a nadie. PD: la próxima vez que visite a mi amigo miraremos "Pulp Fiction".
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