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Saint Seiya III. En busca de la Armadura Dorada

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Ikki, tras ser derrotado confiesa lo que le pasó durante su entrenamiento. La isla de la Reina de la Muerte, un lugar repleto de volcanes, con un calor abrazador, fue sometido a un entrenamiento inhumano por parte de su entrenador, un caballero enmascarado llamado Guilty. Maltratado y humillado, Ikki aprendió de su maestro que solamente el odio lo haría merecedor de la armadura del Fénix. Sin embargo allí está también Esmeralda, la hija del entrenador, una chica dulce y buena que lo cuidó y curó de sus heridas. También ella revela que el temperamento de su padre cambió tras una visita al Santuario. Durante el final de su entrenamiento, Guilty accidentalmente asesinó a su propia hija, en una escena desgarradora. Sin embargo la muerte no afectó en lo más mínimo a Guilty, quien culpa a Ikki por la muerte de la joven. Esto despierta en el aprendiz una furia desconocida, atacando a su maestro y matándolo. De esa manera se convierte en el Caballero del Fénix. Tras finalizar su relato, los cuatro caballeros le piden que se una a ellos, pero él se niega diciendo que el poder del Santuario no se lo permitiría. Unos misteriosos guerreros aparecen entonces para intentar robar la armadura dorada. Finalmente Ikki se muestra arrepentido y tras reconciliarse con su hermano se une a la batalla De esta manera conocemos a Dócrates, Caballero de Heracles, cuyos hombres se roban todas las partes de la armadura dorada exceptuando el casco. Para detenerlo Ikki crea un derrumbe destruyendo las montañas, y aparentemente muere en el acto. Los cuatro amigos, ya con el casco en su poder erigen una cruz en honor de su amigo. En tanto en el Santuario se vive una situación caótica, con matanzas que constituyen un verdadero baño de sangre. Se revela también que recientemente ha asumido un nuevo Patriarca, y que el mismo se encarga de provocar conflictos bélicos en el mundo para así dominar el mundo entero. El nuevo patriarca es llamado Ares en el original, pero en el doblaje se le dio el nombre de Arlés, hermano del anterior Patriarca que falleció repentinamente. Fomenta la violencia y purgas de sus detractores. En medio de una sangrienta batalla entre Shina y Marin aparece Aioria (originalmente llamado Aiolia), quien se muestra reticente respecto a Arlés. El Santuario, del que no he hablado todavía, es el lugar sagrado de los Caballeros, donde se encuentra la estatua de la diosa Atenea. Como representante de la diosa está el Patriarca, a quien pudimos ver en los primeros capítulos entregándole a Seiya su armadura. En aquel momento habíamos visto al Patriarca representar los valores de los Caballeros, dándole a Seiya consejos sobre el uso de los poderes de su armadura, pero Arlés ejerce un poder tiránico. De nuevo en la Fundación, los protagonistas sospechan que algo perverso proviene del Santuario. Al mismo tiempo sucede una gran revelación: Saori Kido es en realidad la reencarnación de la diosa Atenea, cuyo deber es el de proteger la justicia y la verdad (en el doblaje latino esta información no se revela por completo, pero se sugiere, fundamentalmente gracias a imágenes que muestran la estatua de la diosa y Saori frente a ella con su báculo y otros atributos). Dócrates, en tanto, ha sobrevivido y junto a varios seguidores marchan hacia la mansión Kido para recuperar el casco. Insólitamente el ataque se interrumpe cuando la policía se hace presente. Dócrates huye, llevándose a Saori como prisionera. En el Coliseo, mismo lugar donde se realizara el Torneo Galáctico, se produce el enfrentamiento. Allí Dócrates revela ser hermano de Cassios, el luchador a quien Seiya venció en el Santuario, destruyendo su sueño de ser el Caballero de Pegaso. Hyoga es el héroe en esta ocasión, quien recordando una técnica que su maestro le enseñó, logra inmovilizar a su enemigo, que es vencido por Seiya y Shun. Shiryu y Kiki, el ayudante de Mu intentan recuperar el resto de la armadura dorada, pero sin éxito. Saori vuelve a señalar al Santuario de Grecia como el origen del peligro que acecha al mundo. Aparecen nuevos enemigos: Giste y sus Caballeros Fantasma: Serpiente Marina, Medusa y Delfín. El cuarteto malvado secuestra un barco petrolero y amenaza con hundirlo. Tras un primer enfrentamiento, los Caballeros son derrotados y sus enemigos roban el casco y se lo llevan, ocultándose en la Isla Diabólica. Aunque derrotan con cierta facilidad a Medusa, Serpiente Marina y Delfín, Seiya tiene dificultad contra Giste. El casco dorado golpea a Giste y Seiya la ataca, pero ella muere antes de confesar qué ocurre en el Santuario. PD: aquí la trama se vuelve un tanto lenta a mi parecer, en una aparente búsqueda sin fin, apareciendo constantemente enemigos nuevos y sin poder recuperar la Armadura dorada. Sin embargo es una buena antesala que poco a poco va preparando el terreno para revelar el secreto del Santuario.
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