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Saint Seiya VI: un preludio de la gran batalla

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Los nuevos enemigos se presentan: son Capella, de Auriga y Dante, de Cerbero. Con Seiya fuera de combate, los restantes Caballeros de Bronce deciden hacerles frente. Dante, que cuenta con una cadena con una bola de acero, se enfrenta a la cadena de Andrómeda, mientras que Capella ataca al Cisne con sus discos. Sin oponer demasiada resistencia, ambos Caballeros son arrojados al abismo por la cadena de Dante. Cuando todo parecía perdido hace su entrada el Fénix. Con un solo golpe derrota a Capella, mientras que Dante lanza sus cadenas y aparentemente atrapa a Ikki con ellas. Sin embargo, sin mayor esfuerzo el Fénix destruye su ataque y lo vence. Cuando se disponen a dejar el lugar, Capella desafía nuevamente a Ikki, pero sufre una terrible muerte gracias a la Ilusión Diabólica, traducida como el Puño Fantasma del Fénix. Dante, que tampoco había sido derrotado definitivamente, se dispone a atacar al Fénix, pero en ese momento llegan Shun y Hyoga, quienes se salvaron gracias a una rama y a la Cadena de Andrómeda y es precisamente Shun quien dando una demostración de poder logra derrotar completamente al Caballero de Cerbero. Ikki, tras asegurarse de que sus amigos están bien, se aleja. Mientras Seiya es hospitalizado, Hyoga, Shun y Saori lo cuidan. El Fénix, en tanto, regresa a la Isla de la Reina de la Muerte, donde lo acechan dos nuevos rivales, quienes se presentan como laderos de Jango, su maestro. Ikki los vence aún sin armadura, demostrando su gran poder. A continuación una escena retrospectiva vuelve a mostrarnos la muerte de Esmeralda a manos de Guilty, a quien luego Ikki mató, obteniendo así su armadura de bronce. Se presentan ante él entonces Jango junto a tres caballeros negros más el Fénix Negro. Mientras tanto Seiya toma la decisión de salir del hospital para ayudar a su amigo. Al llegar a la isla, mientras Ikki vence a su par negro, y se enfrenta a Jango, mientras los otros tres Caballeros de Bronce vencen a sus secuaces. Los buenos triunfan, y desde el Santuario Arles invoca el cosmos maligno de los Caballeros negros muertos, con lo que provoca un terremoto y erupciones volcánicas que destruyen la isla, aunque los cuatro amigos logran escapar. Posteriormente vemos a Shiryu, quien está bajo el cuidado de su maestro y de Shunrei. Se trata de un episodio cargado de tristeza, puesto que el Dragón se siente muy desanimado al no poder recuperar la vista. El resto de Caballeros debate sobre el rumbo a seguir, pero es Seiya quien decide viajar hasta Jamir para buscar al maestro Mu, con la esperanza de hallar una cura para su amigo. De nuevo en los Cinco Picos, Shunrei se da un baño en el río, pero es arrastrada por la corriente. Shiryu no puede rescatarla y es en ese momento cuando aparece Ohko, que salva a la joven y desea saldar una vieja deuda con el Dragón. En otra escena retrospectiva conocemos que Ohko fue también un discípulo del viejo maestro, pero por su indisciplina y rebeldía fue expulsado. Cuando la batalla entre ambos está inclinada a favor de Ohko, Shunrei revela que el Dragón se ha quedado ciego, por lo que la batalla termina. Poco tiempo después es el mismo antiguo maestro quien se encuentra con Ohko. Tras un breve intercambio el maestro se retira, pero nada calma el deseo de venganza del discípulo rebelde, que al día siguiente decide luchar nuevamente contra su excompañero de entrenamiento, vendándose los ojos para estar en igualdad de condiciones que Shiryu. La batalla es cruenta, pero el Dragón sale victorioso gracias a que se concentra en las causas que lo llevan a luchar: sus amigos y Saori. Ohko fallece en brazos de Shiryu, tras recibir el perdón de su maestro, ya que finalmente pudo comprender las verdaderas motivaciones para la lucha. Seiya por fin llega a Jamir, pero no encuentra al maestro Mu, así que parte hacia un monte sagrado para buscar el Agua de la vida, cuyas propiedades milagrosas podrían ayudar a su amigo Dragón. En ese momento las partes de la armadura de Sagitario se reúnen y posteriormente la misma se hunde en un lago. Tanto Saori como Arles envían personas para investigar la desaparición de las piezas de la Armadura Dorada. Para enfrentar a Seiya, el Santuario envía a Aracne de Tarántula, otro Caballero de Plata. Sho, uno de los Caballeros de Acero llega para ayudar a Pegaso, que, sin embargo, rápidamente derrota a su enemigo. Pese a esto, es convocado para regresar por Sho, ya que le informa de la desaparición del casco dorado. Al llegar a la Fundación, Seiya sufre de agotamiento extremo y es ingresado nuevamente a un hospital. En este punto se produce una importante revelación: la existencia de doce Armaduras Doradas. Arles convoca a Milo, Caballero de Escorpio, y lo pone al tanto de la derrota de todos los Caballeros de Plata. El Patriarca relata también la historia de Aioros de Sagitario, quien trece años atrás huyó del Santuario, contando con el apoyo de otros dos Caballeros Dorados: Libra y Aries. Por la información que se revela, sabemos que se trata del Antiguo Maestro de Shiryu y de Mu. Milo recibe la misión de enfrentar a los Caballeros de Bronce, lo que considera algo indigno de un Caballero Dorado. La misión es finalmente encomendada a Aioria, Caballero de Leo, y hermano de Aioros de Sagitario, considerado traidor por el Patriarca. Seiya escapa nuevamente de su internación, pero Shaina llega una vez más, dispuesta a terminar su lucha pendiente con el Caballero de Pegaso. Seiya, no obstante, se niega a pelear contra una mujer. Una escena retrospectiva ocurrida cinco años antes permite conocer el motivo del odio de Shaina hacia Seiya, el cual se debe a que el joven en aquella oportunidad pudo ver el rostro de Shaina, algo prohibido por las reglas de los Caballeros. Pero además de eso, Seiya se comportó amablemente con ella, vendándole una herida que la chica tenía en el brazo. Ese acto de solidaridad hizo que Seiya conociera su verdadera personalidad, despertando en ella fuertes sentimientos hacia el joven. La lucha continúa, con un Pegaso negándose a luchar, mientras Shaina lo ataca, aunque sin demasiada convicción. La llegada de Aioria, con su Armadura Dorada interrumpe la batalla. El Caballero de Leo está dispuesto a cumplir con el mandato del Patriarca y con un solo golpe deja fuera de combate a Shaina. Seiya lo enfrenta mencionando la historia de Aioros, pero Leo no entra en razón, puesto que considera traidor a su propio hermano. Se produce entonces el primer enfrentamiento entre un Caballero Dorado y uno de Bronce. Sin embargo el primer ataque de Seiya es completamente inútil contra Aioros, y cuando este último decide contraatacar, Shaina se interpone, siendo gravemente herida. A punto de perder el conocimiento, la chica confiesa sus sentimientos por Seiya, de quien se ha enamorado. El Caballero de Leo decide salvar a la chica gracias al poder curativo de su cosmos, pero cuando se disponía a marcharse llegan otros tres Caballeros, en este caso de Plata, para terminar de una vez por todas con Seiya, quien ni siquiera contaba con su armadura para protegerse. Cuando pensaban atacarlo, inesperadamente la Armadura de Sagitario llega por su propia voluntad, vistiendo a Seiya que mata a los tres Caballeros de Plata de una sola vez. PD: estos episodios se vuelven otra vez un poco lentos, y algo repetitivos. Sin embargo podemos ver por ejemplo que en el caso de los nuevos Caballeros de Plata que van apareciendo, la mayoría son derrotados con relativa facilidad. PD 2: todo se va encaminando hacia el arco siguiente, puesto que ya está claramente definido que el enemigo principal se encuentra en el Santuario. PD 3: entre los capítulos 36 y 37 se produce el abrupto cambio en el diseño de la Armadura de Sagitario, que de repente se quedó sin su casco y adquirió alas. Esto no se explica muy bien. Solamente se dice que tras permanecer sumergida en un lago, la Armadura "renació". Me gusta más el primer diseño.
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