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Stargate (1994) Extraterrestres en el antiguo Egipto y más allá

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La historia comienza en el año 8000 a.C. en el norte de África. Una impresionante nave con forma de pirámide aterriza cerca de unas chozas habitadas por personas. Casi todos huyen aterrorizados, menos un joven que se acerca con curiosidad. Luego un gran salto temporal nos lleva al año 1928, donde unos arqueólogos encontraron un misterioso artefacto metálico que parece una rueda de unos seis metros de diámetro. Junto a ella, lo que asemejan unos restos fósiles y unas lápidas con símbolos. Otro salto temporal nos lleva al presente (es decir a 1994), donde vemos al profesor Jackson (James Spader), quien es contratado por la doctora Langford (Viveca Lindfors) para traducir unos jeroglíficos. Para ello es trasladado hasta unas instalaciones militares secretas. Paralelamente conocemos al coronel O'Neil (Kurt Russell). El coronel atraviesa un cuadro depresivo tras la muerte de su hijo, pero a pesar de ello es reincorporado y se lo coloca al mando de las investigaciones, que adquieren un carácter secreto a partir de ese momento. Jackson, experto lingüista, descubre que los símbolos que debía traducir eran en realidad constelaciones. Posteriormente gracias a un software del cual no se dan mayores detalles logran configurar la rueda metálica del comienzo, la cual es una "puerta estelar" (stargate en el original), que crea un agujero de gusano para conectar puntos distantes del universo de manera instantánea. Inmediatamente después envían un robot de reconocimiento y luego una cuadrilla liderada por O'Neil e incluyendo al propio Jackson, que será el encargado de traducir los símbolos para el regreso del contingente. Una vez en su destino, los militares más el académico se encuentran en el interior de un templo semejante a los del antiguo Egipto, y en un planeta desconocido con características similares a las del mencionado país. Se observa también una pirámide. Al explorar el lugar se encuentran con un extraño animal cuadrúpedo, evidentemente utilizado como medio de transporte por una civilización humana primitiva que habita en el lugar. Estas personas trabajan de manera esclava en unas minas para extraer ciertos minerales. Los visitantes son luego conducidos hasta la ciudad. Allí comienzan a comprender la realidad de estas personas: son víctimas de un gobierno tiránico ejercido por un ser superior identificado con el dios Ra. Finalmente serán estos soldados los que inesperadamente asumirán el papel de libertadores. Hagamos ahora un análisis breve de la película y su mensaje. La cultura del antiguo Egipto es asombrosa, y ha despertado múltiples hipótesis, algunas muy fantasiosas acerca de cómo lograron esos hombres y mujeres de hace 5000 años construir templos, estatuas y pirámides que siguen maravillándonos en la actualidad. La película explota ese aspecto, con una enorme cantidad de referencias a la cultura egipcia gracias al diseño de múltiples elementos como prendas de vestir, armaduras, templos y grabados. Todo un espectáculo visual, con unos efectos más que aceptables y con una subtrama romántica que no parece desentonar demasiado. Por otra parte si tenemos en cuenta el momento en que la película salió podemos observar a una fuerza militar estadounidense yendo hasta una lejana cultura muy diferente a la propia, y dispuesta a utilizar las armas para derrocar a un sistema que considera injusto. Por supuesto que todo esto es aplicable a la idea de guerra santa o de liberación, que es el justificativo que los Estados Unidos ha utilizado al menos desde tiempos de la Guerra Fría. La música, a cargo de David Arnold es de tipo orquestral, con un carácter épico que recuerda a Indiana Jones. Fue dirigida por Roland Emmerich, que años después comenzó a desandar el camino del cine catástrofe. Mensaje subliminal, ciencia ficción un tanto rebuscada o simplemente una película de aventuras y de lucha entre el bien y el mal, Stargate ha envejecido bien y sigue siendo un espectáculo digno de verse que puede proporcionar un buen rato de diversión, lo que, como siempre digo, no es poca cosa. PD: los personajes de O'Neil y Jackson, aunque pertenecen al bando de los buenos, son contrapuestos en algunos aspectos, sobre todo teniendo en cuenta que Jackson oficia de alivio cómico en buena parte de la película debido a su torpeza. PD 2: quedan sin embargo muchísimos puntos sin explicar, el principal de los cuales es para mí cómo lograrían en la antigüedad abrir el portal si en la actualidad es necesario utilizar un programa especial para hacerlo. PD 3: una serie de pequeñas naves espaciales tienen una breve participación hacia el final de la película, y es más que evidente la similitud con las naves que atacan las bases militares en "Día de la Independencia", también dirigida por Roland Emmerich un par de años más tarde.
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