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"La Ivys on wheels!"

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Invitame un Cafecito

Escribir como terapia. Introducción a mi blog. (?)

Soy de escribir mucho, aviso. La que avisa no traiciona. (?) Sepan que el título: "Escribir como terapia", va a cerrarles cuando lleguen al final del post, si llegan... :-P Los voy a entender si se aburren y no pasan de este párrafo, en serio, pero sería una lásima si no siguen leyendo, así no van a saber de qué se trata. (?) Voy a contarles una historia. Mi historia. Empecemos. ¿Quién no escribió alguna vez: "Querido diario"? Algunos tal vez nunca, otros tal vez pensaron hacerlo y no se animaron, o tal vez, como yo, empezaron a escribir "Querido diario" a los 14 años. Ok, no todas las entradas fueron encabezadas así, pero sepan que escribía diariamente lo que me pasaba o sentía, a veces un par de renglones, a veces páginas enteras. La idea era que mi progenie tuviera un registro de la historia de mi vida. (?) Escribí bastante seguido en mi diario personal hasta unos años antes de terminar la secundaria. Y si, estudiar en una escuela técnica hace que en un momento dado, cuando ya elegiste la especialidad (soy Técnica Electromecánica), no te quede mucho margen entre el taller, las clases y los proyectos, para hacerte la adolescente romanticona/rebelde sin causa/escritora de diario personal, así que tenés que dejar de contar tus días en el "Querido diario..." y ponerte a estudiar para recibirte. Después vino mi primer año de universidad (que dejé porque me dediqué a la docencia), el trabajo (fui MEP de Electricidad y profe de Matemática y Dibujo Técnico en otra escuela técnica, no en la que me recibí); nació mi hijo, y seguía trabajando..., así que mi "Querido diario" quedó en un séptimo lugar, o mejor dicho, en el lugar donde lo guardé: una caja de cartón de no sé qué comestible. Y si, eran varios cuadernos tamaño oficio, porque si vamos a escribir, escribamos mucho. (?) Y allí quedaron guardados mis diarios personales para la posteridad, juntando polvo. Pero hete aquí que a veces la vida te cambia en un vuelco, en mi caso literalmente cuando tuve un accidente automovilístico (31 de diciembre de 1998) que me dejó en silla de ruedas, así que tener (y recuperar) el hábito de escribir un diario se volvió salvador, al menos para mí. Cuando estuve internada en el hospital, mis sicólogas (si, eran dos, juntas, en mi blog lo cuento) me dijeron que empezara a escribir todo lo que sentía al estar en un hospital a 1500 km de mi casa, lejos de mi hijo de 2 años que perdió a su abuela (mi madre) en el accidente y a su mamá que no podía estar con él. Que contara cómo me sentía con respecto a las heridas invalidantes y al pronóstico de vida muy negro (y no era quedar en una silla de ruedas precisamente, eso era nada..., en serio). Así fue que empecé a escribir un "diario hospitalario" que me ayudó a sobrellevar los casi 3 años (entre idas y venidas) que estuve internada en el Hospital Fernández (Buenos Aires). A esta altura del relato ustedes se preguntaran: ¿A qué viene todo esto de mi "Querido diario" y de mi "Diario hospitalario" con lo de "Escribir como terapia"? Bueno, al menos en mi caso, el poder escribir lo que me pasaba (ya fuere en mi adolescencia o en mi estadía en el hospital), me ayudó a ver con claridad muchas cosas, a sacar afuera sentimientos, y a poder armar estrategias para sobrellevar algunos aspectos de mi vida. No mucho en mi adolescencia (no tuve muchos dramas, y si los tuve no me acuerdo porque tristemente esos diarios se perdieron en la última mudanza que hice después del accidente, así que no tengo referencias históricas, je...), pero sí me ayudó el escribir lo que sentía mientras estuve internada después del accidente (y con ayuda de la terapia que recibía), porque me hizo sobrellevar la situación que estaba viviendo en esos momentos. Después que volví a casa, mi "nueva vida en silla de ruedas" fue desenvolviéndose sin tener registros escritos, pero en el año 2007 abrí un blog y empecé a escribir en mi "Querido diario" virtual. Por muchos años fui muy prolífera en cuanto a actualizaciones "blogueriles", pero pasaron cosas y lo dejé medio abandonado. Aparte empecé a trabajar en el año 2014 (desde el accidente que no trabajaba), así que perdí el hábito de escribir diariamente, pero este año me propuse reactivar mi blog que se llama "La Ivys on wheels!" (en mi perfil, en la descripción está el enlace) y empezar mi "terapia" retomando el hábito de compartir lo que me pasa en mi no tan "nueva vida en silla de ruedas", ya que como puse en la descripción del blog, tal vez sirva de algo contarlo y hasta puede ayudar a alguien a ver que las cosas no son tan terribles como parecen. Si llegaron hasta acá, ¡muchas gracias! Y ya saben, si les gustó lo que leyeron hoy acá, o visitaron mi blog y estuvieron mirando algunas publicaciones, me invitan un cafecito virtual. ¡Hasta la próxima! Ivana Carina, aka La Ivys.
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