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Natalia Benitez

Escritura y literatura
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Dos veces al mes

Dos veces al mes Me pidió que lo perdone. Que había cosas que no podía entender. Que no sabía querer sin tenerme, que no sabía tener sin querer. Que estaba cansado de quererme a distancia que la palabra no alcanza, al menos para él. Que quería quererme todos los días, que no sabía querer dos veces al mes. Que quería cartas, fotografías en redes, películas los domingos, imaginar paseos en tren. Que no entendía la absurda distancia, que no entendía la vida, dos veces al mes. Que estaba cansado de llamadas telefónicas, que no quería querer a medias, que no sabía hacerlo y tampoco iba a aprender. Él no sabe cuánto le debo no sabe de las veces que lo extrañé. Que yo quería quererlo distinto, aunque significara dos veces al mes. No sabe cuántos polvos le quedé debiendo Los porros que soñé fumarme con él total en sus brazos me sentía segura total en sus brazos yo sabía querer. No sabe que lo yo miraba y veía en sus ojos amanecer. No sabe que imaginaba permitirle ver mi cuerpo desnudo a plena luz del día, sin ropas, sin ensayos, sin papel. “Para mí el amor necesita contacto, para mí el amor necesita piel. No estoy dispuesto a seguir soportando, no quiero quererte así, me duele hacerlo dos veces al mes”. Él no sabe que una madrugada de esas que nos dejaban con sed, aquí en mis brazos aquí en mi cama Yo lo miré dormir y me enamoré. Que yo aprendí a quererlo de lejos, porque los amores cercanos nunca me hicieron bien. Él no sabe que me devolvió alegrías, que volví a reír gracias él, que la primera vez que besó mis labios sentí que la vida no era tan cruel. Él no sabe que arropó mi verano que a mi dolor profundo lo olvidé con él. No sabe cuántos miedos tuve, que me protegí queriéndolo dos veces al mes. “No llames más. Estoy cansado. No quiero ser más dos veces al mes. Yo quiero tener hijos una casa grande yo quiero tenerte cerca con vos quiero ser”. Él nunca supo que mi vientre está herido que hijos míos jamás podría tener. Él no sabe cuánto lo quiero, de algún modo yo también lo amé. No sabe que yo era feliz así que los kilómetros que nos separaban no me importaban yo aprendí a quererlo de lejos, dos veces de cada mes. Naty Benitez
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