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PARTE 1 de 2 - RELATO PAJERO: 🟢 EL TATUADOR BRASILEÑO 🇧🇷
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¿Un tatuaje puede erotizar? Mejor dicho, ¿hacerse uno puede convertirse en una situación caliente?
Con la adrenalina, el dolor que causa, la expectativa de que quede perfecto ese dibujo que nos hacemos en el cuerpo de por vida… No se me había cruzado por la cabeza hasta que me tocó hacerme uno con João, el tatuador brasileño.
Había decidido hacerme un gran tatuaje de la cabeza de un lobo en mi muslo izquierdo, un símbolo que representaba mi espíritu libre y mi conexión con la naturaleza.
Lo loco es, quizá, que es mi primer tatuaje, así que toda esta experiencia con la aguja entintadora es nueva. En general los locales de este tipo siempre tienen gente con mucha experiencia, llena de tatuajes, por supuesto. Y yo así, inexperimentado, esperaba que el tatuador sea amable y copado.
Hablé con João por redes y me decidí a hacerlo… Fui a por mi cabeza de lobo, pasar por el ritual de tatuaje me haría más fuerte, como cruzar un umbral dónde del otro lado estamos los que lograron pasar por la experiencia fortalecedora de la carne dibujada.
El aire del estudio de tatuajes estaba impregnado de un aroma a tinta y desinfectante. A pesar de que había elegido un diseño que llevaba tiempo pensando, sentía un cosquilleo nervioso recorrer mi cuerpo.
Y al fin lo vi: João, un brasuca de cuerpo fuerte y buen humor, era el encargado de dar vida a mi diseño. Un brasileño alto, bien tatuado, con musculosa negra y ese cuerpo que te hacía pensar que se pasaba la vida entre el gimnasio y el estudio.
Tenía un aire despreocupado, medio canchero, y el acento brasileño que se le notaba cada vez que hablaba.
Cuando me miró, sus ojos oscuros parecían escudriñar mis intenciones y sonrió para darme confianza.
—Oi, tá pronto? —me dijo, con una sonrisa ladeada. La vibra de su tono ya me había pegado en el cuerpo.
Me senté en la silla, medio inseguro. No era solo por el dolor que se venía, sino porque ya me había dado cuenta de que, más que el tatuaje, había algo en él que me estaba generando una energía intensa.
Me explicó el diseño, pero a decir verdad, no estaba prestando mucha atención. No podía dejar de mirar sus manos, grandes, con los dedos cubiertos de tinta, moviéndose con precisión mientras preparaba las agujas. ¿Cómo sería sentir esas manos sobre mi piel?
La cercanía de su cuerpo, el calor que irradiaba, me empezaba a hacer sentir raro. Quiero que sepan que se le re contra marcaba el bulto, parecía tener una pija que incluso dormida era enorme.
Haciendo el tatuaje en mi muslo izquierdo, iba a estar muy cerca de mi verga. ¿Y si se me paraba? ¿Cómo disimulás una erección en la cara del tatuador?
—Hoy vamos a hacer un lobo, menino. —dijo mientras acercaba la aguja a mi piel—. Te va a doler un poco, pero tranquilo, es parte de la experiencia.
El primer pinchazo fue como un chispazo que recorrió mi muslo. Cerré los ojos, tratando de concentrarme en el diseño que comenzaba a tomar forma, pero lo único que podía sentir era el calor de João muy cerca de mí, su respiración sobre mi piel.
Cada vez que la aguja perforaba mi carne, el dolor se mezclaba con una sensación extraña, como una corriente de placer que me recorría todo el cuerpo.
—¿Duele? —preguntó, riéndose suavemente, y me di cuenta de que mi pierna derecha se movía nerviosa, la otra la tenía que dejar bien tiesa para dejar trabajar a João.
—No, está bien —mentí, tratando de contenerme. Pero no era el dolor lo que me preocupaba. El problema era la forma en que mi cuerpo estaba reaccionando: se me estaba parando la pija.
CONTINÚA…
Para saber cómo fue el tatuaje pajero con el brasileño João entrá al link y con un pequeño aporte te enterás de todo.
SPOILER ALERT:
Preparate para una historia cargada de tensión y deseo donde lo que empieza como una simple sesión de tatuaje se convierte en un juego de miradas, roces y sensaciones a flor de piel. João, el tatuador brasileño de cuerpo imponente y manos seguras, nos sumerge en un viaje tan doloroso como placentero. Entre el zumbido de la aguja y el calor de sus cuerpos, lo que comienza como un ritual artístico va desdibujando los límites de lo que es profesional y lo que es íntimo, hasta que sus pijas se encuentran en un momento de puro placer compartido. #frottagge
PARTE 2 - LINK: https://shorturl.at/MBbSb
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