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PARTE 1 de 2 - RELATO PAJERO: MI COMPA DE FÚTBOL ⚽️⚽️ #02

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Un día las pajas empezaron y nunca acabaron con mi compa de fútbol, Lio. Después de los partidos o del entrenamiento, solíamos quedarnos en los vestuarios… y éramos un par de pajeros los dos, hasta que se sumó el arquero Emiliano, y pasamos a ser un trío amistoso de morbo y masturbación compartida. Te cuento del morbo en los vestuarios, en mi depto y de cuando nos terminamos haciendo una en el medio de la cancha de fútbol de noche, con la adrenalina de que nos puedan encontrar. —--------------- - Che y ustedes que onda? Están acá hace mil años, hasta el entrenador preguntó por ustedes… Así arrancó la curiosidad de Emiliano, el arquero del equipo, cuando nos encontró en las duchas del vestuario. Yo quería que se vaya, que nos dejara a Lio y a mí seguir con lo nuestro. Estaba equivocado, porque cuando me agarré la pija y seguí bombeando, se dio cuenta y quiso sumarse. - ¡Te estás pajeando, HDP! - dice Emiliano riéndose.- ahora entiendo por qué no salen de la ducha pajeros. La pija de Emiliano colgaba y el matorral de pelos que tenía, caía con la lluvía de la ducha. - Sí, bro, nos interrumpiste- dice Lio desde el otro lado riéndose. - Apaaaaa, ¿¿¿vos también estás en esa??? Pero no sabía que había una juntada pajera en los vestuarios, no avisan ortivas. Para sorpresa de nosotros dos, Emiliano estaba más en la onda que nosotros dos juntos… Se empezó a sobar la verga sin problemas, se enjabonaba, juntaba tufo de los huevos con los dedos, se los llevaba a la nariz y los esnifaba. Me tengo que poner a tono con ustedes. Mejor me apuro. Al toque, el pedazo de carne que tenía entre sus piernas se puso completamente duro entre el matorral y apuntaba bien recto hacia arriba. Su pija era gordita y cabezona, proporcionada. En un segundo, los tres nos estábamos pajeando. Cada uno con la suya, cada uno en una ducha, enfrentados con las cortinas abiertas y solo el vapor cubriéndonos y disfrutando del placer de ser machos. Cada tanto tirábamos un comentario de alguna mina en común, o de alguna parte del cuerpo que nos volvía locos o comentábamos el placer que se siente bajar y subir el cuerito, sobarnos los huevos… Era increíble que los vestuarios se hubieran convertido en nuestro santuario secreto de placer. El trío prometido con Emiliano no fue algo planeado, pero la química entre nosotros tres era innegable. Las pajas que empezaron como una joda entre dos amigos futboleros terminaron siendo mucho más intensas y abiertas a nuevas experiencias. Porque la camaradería, el compañerismo morboso que se arma entre machos pajeros es realmente único. Esa primera vez que Emiliano se unió a nosotros fue una locura. Así como estábamos, totalmente en bolas, desnudos, bajo las duchas del club, con el vapor envolviéndonos en una atmósfera densa y casi irreal. Lio y yo estábamos ya metidos en lo nuestro cuando Emiliano, con total naturalidad, decidió sumarse. En ese momento, nos dimos cuenta de que no había vuelta atrás, habíamos cruzado un nuevo límite, y la verdad... no nos importaba. Empezamos a pajearnos, mirándonos entre risas y comentarios sobre el tamaño de las pijas, sobre quién estaba más duro o quién iba a aguantar más. Era un juego, pero un juego que nos excitaba de una manera que no podíamos explicar del todo. Emiliano, con su imponente figura de arquero musculoso y tatuajes, nos desafiaba a ver quién acababa primero. - ¡A ver quién la larga más lejos!- dijo entre risas, mientras bombeaba su pija con una mano y se rascaba la cabeza de la verga con la otra. Todo fue subiendo de intensidad hasta que… Lio y yo, ningunos boludos, buscamos subir la apuesta y pajearlo a Emiliano… La humedad envolvía nuestros cuerpos, creando un ambiente lubricado y resbaladizo. La tensión sexual era palpable, Lio dio el primer paso para tentar a Emiliano para que se sume. Lio se acercó a mí en mi ducha y comenzó a acariciarme la pija, su mano firme y segura. Emiliano nos miró curioso de nuestro hacer… - Esto es una locura -dijo Emiliano, mirando a ambos con una sonrisa de satisfacción-. No puedo creer que estamos acá, haciendo esto, ustedes dos son unos hijos de puta con todas las letras, jaja. Nos reímos. Y ya no hizo falta decir nada más, Emiliano se unió rápidamente a nosotros, sus manos también explorando y acariciando nuestros cuerpos esculpidos de futbolistas. La sensación de los toques de ambos en simultáneo era increíble, el calor del agua combinándose con el calor de nuestras erecciones. Lio, mientras miraba a Emiliano, se inclinó hacia adelante y me… CONTINÚA… Para desbloquear el morbo absoluto sobre la amistad pajera de los compañeros de fútbol, dejá tu pequeño aporte y te enterás de todo. SPOILER ALERT: Los bros futboleros se terminan haciendo una en el medio de la cancha de fútbol de noche fantaseando con Flor, la recepcionista del club. ¡IMPERDIBLE! 🔥 PARTE 2 - LINK: https://shorturl.at/1Y6jY
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