Imagen de portada
Imagen de perfil
Seguir

Yo la Chonga

Blog
0Seguidos
0Seguidores
Invitame un Cafecito

La paranoica

Vino a casa y nos dedicamos a cog3r como cada semana. Nos arrancamos la ropa y la calentura va marcando los lugares donde lo vamos a hacer. En general, lo hacemos dos veces con una pausa en el medio y después se va. Es un chongo habitual o, como se denomina ahora, una de mis relaciones s3exoafectivas. No sé nada de su vida sentimental, tampoco pregunto. Para qué? Lo que necesito de él está ahí, tocando el timbre y presentándose de antemano en el ascensor. Las últimas veces me empecé a poner paranoica. No sé con qué tiene que ver, porque realmente no tengo de donde agarrarme para sentir inseguridades. Las cosas están claras y cada día mejor, pero cuando estoy conchit@ con otros aspectos en mi vida que parecen más pesados de repente me parece super razonable meterme en los aspectos que están claros. Si, soy una boluda. Empecé por plantearme si algún chiste que le dije le cayó mal. Sin motivos. De repente me encontré contando los días que habían pasado desde la última vez. Fueron 7, no es tanto- me dije a mi misma. No me está hablando, bueno le hablo yo, pero la última conversación la generé yo. Mejor me quedo en el molde. Y lo hago, pero con una intranquilidad absoluta. Qué me está pasando? Lo sé con certeza. No quiero que deje de ser mi chongo habitual. Me da cierta calma poder satisfacer mis deseos sin tanto mambo. Ayuda enormemente a ser más selectiva a la hora de elegir cog3r con otro porque frente a la cantidad de estúpidos que te cruzas, podés decir tranquilamente "No gracias, tengo con quien". Cuando estás sola, muy sola, tomás decisiones estúpidas con tal de cog3r. Y eso nunca es bueno. Siempre termina apareciendo y me doy cuenta lo boluda que puedo llegar a ser planteándome escenarios de cosas que ni siquiera pasaron. Y volviendo al día de la concreción, lo dejé en la puerta y nos despedimos con un abrazo. Subí a casa y me dí cuenta que no dejó el tercer pres3rvativo que viene en la caja de 3. Siempre que se va me lo deja por ahí, yo lo encuentro y lo guardo para la próxima vez pero ésta vez no está por ningún lado. Me digo que está bien, que son suyos y que él puede hacer lo que quiera pero... con quién lo irá a usar? Va a llevar uno solo? LPM vuelve la paranoia. Y entretanto me voy frenando. Es como una voz que me habla y me dice " Vos también lo haces con otros" "Tiene derecho a llevarse los pres3rvativos que pagó" y un montón de justificativos más que ayuden a no concentrarme en creer que ésto es un problema. Después de todo si no le gusto más o aparece otra que le gusta más, ya vendrán nuevas oportunidades para mi. Y si no? Me grita la consciencia para que no duerma en paz. Finalmente decido ir a acostarme y dejar de pensar, después de todo mañana toca trabajar. Duermo incómoda y me despierto con un poco de tortícolis. Trato de no pensar en el tema pero cada tanto me vuelve a la mente. Para aflojar un poco la tensión voy a entrenar. Y vuelvo con otra perspectiva super relajada. Me baño, ceno y un rato después me voy a acostar. Estiro la cama y descubro en un extremo, debajo del acolchado, algo plástico. Me pregunto si es algo que el gato dejó ahí. Y cuando destapo la cama descubro con total asombro que ahí está. El tercer pres3rvativo. Mirándome directo y reflejando el brillo de su paquete plateado en mis ojos. Me empiezo a reir de lo boluda que puedo llegar a ser cuando me dejo ir y por otro lado siento un manto de tranquilidad. Procedo a guardarlo donde siempre, para la próxima vez. Y dentro de ésta calma aparente me digo a mi misma que, seguramente, si cog3 con otra compra paquetes nuevos. No va a estar rateando un paquete de 3. Pero eso ya no importa. Apareció el tercero y con él desaparecieron todos los pensamientos paranoides.
Ver más

Debes ser mayor de 18 años para ver este contenido