Creo en las cadenas de favores, dejé de lado durante muchos años el diseño gráfico y retomarlo de grande me obliga a ayornarme permanentemente. Dedico mucho tiempo a esto y al ser mi verdadera pasión, nunca lo moneticé correctamente. Talvez alguien quiera colaborar en mi sueño e invitarme un cafecito virtual. Nunca perdí la capacidad de asombro y creo que nunca es tarde para hacer lo que se ama. La vida puede llevarte por caminos disimiles de tu vocación, pero siempre seguirá estando allí.