Escribo para llegar a lo más profundo de mi corazón.
Escribo porque me conecta con el presente y con los misterios de la vida.
Con la mismísima magia.
Escribo porque cuando dejé de hacerlo,
cuando perdí la confianza me perdí a mi misma.
Escribo porque es mi necesidad,
porque ahí encuentro mi verdadero amor, mi motor.
Y compartirlo con ustedes lo vuelve inmenso.
Gracias, siempre.