Imagen de portada
Imagen de perfil
Seguir

Melina Schlosman

Arte
0Seguidos
0Seguidores

Mi fecha de nacimiento 💫

ARS$ 3.281,00
pago único
(no se renueva mensualmente)
0 0 0
Cuando era chica vivía en un departamento con balcón terraza, en un octavo piso. Puedo decir que crecí bajo un cielo que me quedaba a mano. Solía pasar tiempo mirando las estrellas; me divertía buscar a las Tres Marías, a la Cruz del Sur, incluso a Marte. Todos los 3 de febrero, teníamos un trato: yo les confiaba mis deseos de cumpleaños y ellas me ayudaban a cumplirlos. Por aquel entonces, y con la garantía mágica de su parte, no se me ocurría pensar que eso no fuera a resultar. Yo lo creía. Así que ellas, que siempre estaban ahí para mí, iban a estar también haciéndolo todo por mí. Hoy, y ya con unas vueltas más al sol del mismo cielo a veces más y a veces menos a mano, sé con certeza que si no estoy primero yo acá para mí, cualquier deseo puede quedarse como atrapado, más bien estancado, más allá; posiblemente en algún espacio sideral. Aunque sueñe a lo grande. No porque lo que sea no exista ya para mí o para quien sea, sino porque por mucha ayuda que pidamos y por mucho que confiemos y creamos en quienes nos la dan, si no volcamos la misma confianza y si no nos revolcamos en la misma creencia sobre nuestra persona, hasta el sueño más ínfimo se nos puede quedar eternamente flotando en ese cosmos al que se lo entregamos; sin poder llegar a manifestarse en el plano más tangible de nuestra realidad. Porque una cosa es segura: podemos creer en Dios, en el Universo, en nada o en todo, o en lo que elijamos creer; pero si no creemos en nosotros y más precisamente en la estrella que también somos, nos vamos bloqueando hasta apagarnos en alma y cuerpo. Y porque creer en uno mismo no es ni una moda ni un cliché... Creer en uno mismo, no sé si hace magia, pero es la varita.
Ver más