Fragmento de "Consagración"En lo alto de las colinas del Pola de Lena, en la enigmática Asturias, entre historias de la Vieja Guaxa y las bruxas, el viento canta letanías para alejar sus figuras y honrar las memorias de quienes fueron víctimas de sus disgregaciones. Entre sus medievales e imponentes castillos se erige el Lirio Negro, y detrás de muros cubiertos de musgo y vitrales que lloran, Mistress Isolé reina como diosa profana. Cuentan quienes la vieron que sus negros y penetrantes ojos son como la tinta maldita de algún pacto vikingo eterno, que no miran sino invocan, como pozos sin fondo donde la voluntad se disuelve y no necesita palabras para someter porque su voz es ley, su cuerpo es templo y su deseo, sentencia. Lucien, marcado desde la cuna por la anatema de la serpiente, era un joven correcto y servicial, divinizado por una belleza que parecía esculpida por manos impías. Detrás de sus grandes ojos ámbar, ardía la melancolía de lo inalcanzable y sus labios carnosos, que parecían estar siempre al borde de una confesión, ocultan deseos desenfrenados y oscuros que lo condenan a la soledad más exquisita, su andar era el de un penitente que ansiaba castigo y su voz, un susurro que imploraba ser silenciado. En él habitaba la contradicción inhumanamente perfecta, su pureza que suplicaba ser profanada, la obediencia devota que anhelaba ser quebrada y un alma que solo encontraba paz en la humillación ritual. Lucien no vivía como un joven más, Lucien se ofrecía a quién dome sus caprichos y lo lleve a lo más perturbador de los confines de la conciencia y la moral. Y Mistress Isolé lo sabía.Ver más
Me gustaMe gusta cuando tu piel suplica por las caricias de mi boca, tus gemidos definitivamente son la mejor recompensa, me gusta cuando a placer te entregas y tus ganas como un río se desbordan. Me gusta cuando te ves así... tan desvalido ante el deseo que te sofoca, se eriza mi piel y se alborotan mis sentidos cuando te veo desfallecer... por culpa de mi boca 🖤
Fragmento de "El pacto silencioso"—Gracias por venir — dijo, sin moverse. No respondí, no era necesario el silencio ya era un idioma que dominábamos como si lo conociésemos de otras vidas. Sobre la mesa, había un cuaderno nuevo, con sus tapas envueltas en una tela muy delicada y refinada de color rojo, dentro, una sola frase: "Hoy no soy su alumno. Hoy soy lo que usted decida que sea."
El poder en la relación D/s (según lo entiendo hoy, desde mi neófito lugar)El poder es la dualidad entre el puedo hacer y el elijo hacer, la antítesis de lo que quién no se atreve cree, desde afuera, desde lejos y sin tocar, mientras se desconoce el universo de este tipo de relaciones. Y hablo desde mi experiencia, aún muy neófita, pero de paso firme y sin vuelta atrás. Desde la sumisión, es el poder de la entrega, saber que puedo no hacerlo pero elijo hacerlo, por admiración, placer, devoción u obediencia. Desde la dominación, es el manejo y aceptación de la jerarquía y rol respectivamente, sin abusar, sin dañar ni vulnerar la confianza de quién se entrega. Desde ambos lugares, es la experiencia corporal, sensorial y mental que colma todas las percepciones para las que hay que estar preparados con la mente más que abierta. El poder no se impone, el poder no maltrata, no hiere ni deshonra. El poder enaltece su afluencia de pie ante un individuo aún más poderoso que está de rodillas esperando la primer orden. Y por qué digo aún más poderoso en referencia a quién ocupa el rol sumiso, justamente por la elección voluntaria que hace ante la relación y la capacidad de entregar todo de sí, en cuerpo y mente, a un otro que lo mira desde arriba y lo consiente como premio, como una forma de honrar la valiente entrega que ambos han decidido compartir, sin sobrepasarse ya que la seguridad y el bienestar son primordiales, al mismo tiempo de que, quién domina, ejerce un gran poder sobre sí, demostrando control y equilibrio, respeto y validación. El ego y el yo no se mezclan. En el misterioso mundo del dominio y la sumisión, la relación de poder se erige como un preludio de emociones, deseos y límites compartidos. Mucho más allá de las superficiales percepciones, esta conexión se forja en terreno sagrado, donde los pilares elementales son el respeto, la profunda interacción emocional y la mutua comprensión der ser como persona sintiente y no como objeto. Entonces, la sumisión es la manifestación más genuina de la entrega y devoción en la relación y a través de la obediencia se establece un sólido vínculo de confianza y respeto mutuo.Ver más
ExenciónEl silencio se adueña de tu respiración, como de costumbre mientras entras en personaje, en el rol que me consciente como Ama de tu perversión. El silencio acaricia tus mejillas y acompaña tus dedos mientras te vistes para mi, mientras despojas tus tabúes y olvidas los dichos de prohibición y malversación de sensaciones. El silencio te sonríe mientras lo miras a los ojos a través del espejo que te devuelve el reflejo de tu universo oculto por tanto tiempo, liberado al fin en mis tierras, en mi dominios, en mi habitación. Suspiras satisfecho, sin temor, libre de ataduras, sonriéndole al destino que te puso en mi camino en el momento exacto de pretensión. Suspiras y sonríes sublime, como nunca antes creíste ser, pleno, completo, descubierto y sin presiones, solo siendo mío, solo siendo quién sumisamente acaricia mis demonios y los doma sin siquiera hablar. Mi habitación espera con ansias tus pasos deslizándote hacia mi. Mi trono ocupo mientras cubierta con el manto hegemónico tiemblo por dentro a pesar de mi lugar. Soy dueña de un trono al que nunca pensé llegar, y como buena reina debo cuidarlo y preservarlo como a mi súbdito más fiel, quién cruzando el umbral de mi puerta se arrodilla ante mi con la frente más alta que cualquier otro merecedor. Nuestras sombras se entrecruzando y danzan al son de la melodía de nuestros corazones que, palpitando a punto de salírsenos del pecho, se entregan sin meditar ni siquiera un segundo la decisión de entrega absoluta de la que somos prisioneros. Y el beso primero que posas en mis pies, de rodillas frente a ellos, sellan el pacto de sumisión y libertad entre tu alma y la mía, entre tus deseos de entrega y mis anhelos de perversión. Describir lo que sucede luego es imposible para quién solo con palabras intenta demostrar lo que el cuerpo es capaz de soportar, lo que el deseo es capaz de crear, lo que el alma es capaz de liberar, lo que la mente es capaz de dibujar con el halo de aliento que empaña los ventanales que nos separan del mundo que nos juzga por atrevernos a ser lo que somos, por atrevernos a la entrega infinita a los más bajos instintos carnales a los que todos temen. Pero ahora somos vos y yo. Somos la dualidad que encarga lo que muchos temen, somos la complicidad personificada en cada caricia, en cada susurro, en cada beso, somos la intimidad del universo alterno que encierra la magia de una historia sin fin. Por esa razón es la que entendemos y juramos lealtad a esta situación, por ser quién me besa los pies, me acaricia la piel, lame mis rincones sin pedir permiso, besa mis labios de la manera que toda la vida deseé y nunca antes logré, por ser quién se abre de cuerpo y alma frente a mi, entregándome el cetro y la corona para continuar la sesión. Y el alma me rebosa de satisfacción, el placer se materializa en cada movimiento, en cada mirada, en cada gota de miel que derramo sobre tus partes más nobles que se regocijan al saber que solo será cuestión de segundos para que beba de ellas el veneno del que soy adicta desde la primera vez. El rumbo se pierde pero somos dueños y señores de este imperio, conquistando centímetro a centímetro, piel a piel, gota a gota el deleite de saber que solos vos y yo podemos entender y estar destinados al perpetuo placer de la rendición ante la mirada silenciosa del otro. Porque amamos lo que nos brindamos, porque este juramente de sumisión y dominación es el enclave deseado a lo largo de esta vida y quién sabe de cuántas antes más. Porque tu piel es mía, y la miel de mis rincones se endulza por vos. Porque el camino al encuentro es perfecto. Porque los demonios encontraron al fin su redención y descansan dóciles y abrazados en la paz que se brindan completa y mutuamente entregados a la voluntad despojada de miedos y cobardía. Porque somos y seremos, porque estamos y estaremos muy en paz con esta decisión de recíproca exención.Ver más
Composición.Arquitecta de tus lunares y evasora de tus impuestos de sujeción. Extorsionadora de tu cordura y liberadora de tus cadenas de rectitud. Compositora de tus gemidos y admiradora de tu ritmo sobre mi. Exploradora de tus rincones ardientes y hacedora de tus orgasmos más profundos y profanos. Deseo corromper tu ley, sumir tu mirada y domar tu barbarie interior, elevar tus plegarias al cielo del placer y honrar este poderío a merced de tu esclavitud. Te deseo el sadismo en su máxima expresión! Siendo libres vos y yo, en esta tierra de tabúes y prohibición, sacándonos gota a gota los licores y la miel de cada vértice, escalando a la cúspide, profanando nuestros pensamientos y entregándonos al deleite de este culto, extraño e inesperado, ambicioso y tenebroso, osado y oculto. Nuestro.Ver más