Imagen de portada
Imagen de perfil
Seguir

Laura DAgostino

Blog
0Seguidos
2Seguidores
Invitame un Cafecito

Era lo qu quería

Creo que nunca pude tener una conversación como la gente con mi niña interior. Todas las veces que le consulté que quería me daba vuelta la cara o se escondía por ahí sin decirme nada. Y mirá que le pregunté de todas las formas habidas y por haber. La llevé a retiros, la metí en talleres vivenciales autotransformadores para sanar traumas. La escuché un montón a ver si se trataba de cantar, bailar, pintar, hacer el jardín o cocinar. La puse a escuchar información que la nutra y la traté de cuidar. La puse en primer lugar y la abracé un montón repitiendo a cada rato lo suficiente que ella era. y como seguía sin darme tanta bola, desde el adulto responsable que soy, algo más tenía que hacer para que se empiece a comunicar mejor conmigo. Empecé a entender sobre valores de respetarla entera y resignificar su forma de querer estar en este mundo. A las sombras las tuve que agarrar a todas y entre pasados que dejé pasar practiqué la resiliencia y una a una las fui transformando en herramientas que me ayudaron a descubrir mis dones. A la autoestima hubo que trabajarla mucho porque de ahí saqué el equilibrio para que mi autenticidad se exprese más en paz en esta tierra. Y sigo haciendo cada vez más por ella aunque hoy me haya sorprendido al escucharla decirme a mí algo que me impactó. Cómo siempre, una vez más le pregunté qué necesitaba y ella me sonrió y con los brazos arriba y saltando por todos lados me dijo -que me inviten a jugar en un montón de lugares siendo yo misma, era lo que yo quería. Tengo una newsletter en la que escribo momentos ajá de estos y fomento el diálogo interno productivo la encontrás en www.lauradagostino.com #mentalidad #amorpropio #despertar #procesosasertivos #evolucion #inteligenciaemocional
Ver más

En este post comparto un poco de reflexiones sobre lo que escribo.

Retornando a la fuente Me había perdido y me había dejado engañar por mi querido ego. Había dejado que camine mi camino y lo había puesto a él al mando disfrazandolo con una falsa espiritualidad. Habían intereses ocultos detrás de un falso yo. Se había camuflado tan bien que me hacía pensar que todo era normal ... ...que mientras hubiera un propósito, no estaba él y mientras yo soñara podía ser. Todo ese camuflaje hizo que me guardara en una caja. Caja de la que pude salir al fin toda contracturada, me había encogido los hombros, acortado los brazos y erguido las piernas. Esta falsa espiritualidad me había distorsionado, me había limitado y me había condenado a vivir con miedo, actuando intencional todo el tiempo y haciendo. Desde ahí, desde este ego solo se puede ver dolor, incluso todo es amenazante y preocupa. Desde ahí, desde el ego es un poco desmotivador y el mundo no es tan prometedor y entristece. Desde el ego, compito con otros y ya no los veo como camaradas. Desde el ego trato de acomodarme en dónde a él le convenga y creo que estoy siendo genuina cuando en realidad estoy eligiendo dónde y cuando usar compasión, empatía y poner amor. Ha Sido y sigue siendo el desafío más importante tratar de tomar esta rienda, acto más complicado poder domarlo, hacer lo posible para no matarlo, si es tan necesaria su automática esencia... Como un caballo descarrilado él seguiría andando por todos lados, si no decidiera cada día, en cada segundo de esta vida, tomar su control y estar al mando. Estos son versos de algunas letras perdidas de tesoros que voy cultivando, entre mis propios actos y escenarios ajenos que me sirven como espejo, habla de mí, de quién soy y lo que me gusta compartir. Tengo una newsletter gratuita "retorcidamente" y en ella aporto anecdotas de la vida misma y todas dejan alguna enseñanza. En mi blog personal tambien agrego algún que otro art'iculo con una mirada particular de mi experiencia emprendedora y tambien como escritora. dejo algunos articulos en este blog para que me conozcan y los lean el resto está en mis otras redes, todas en los links publicados. Gracias por leerme, es un placer concetar.
Ver más

Actuar por amor y no por miedo. La tarea más necesitada y menos entendida

Para hablar de este tema, en esta oportunidad quiero compartir una anécdota que me sorprendió mucho cuando pasó por el entendimiento y sabiduría que me dejó. También, explica a la perfección la diferencia de ambos estados, y por qué es tan importante movernos en todas las áreas de nuestra vida a través de la primera opción. El amor, entendiendo por esta energía el estado de presencia absoluta, siendo conscientes del acto más repetitivo en nuestras vidas y ese que menos percibimos a veces por “próspero, abundante y milagroso”, nuestra respiración. Puede que a esta altura del texto se entienda todo menos que antes, pero no te vayas. Seguí leyendo que estoy segura de que, al final de todo, se terminará comprendiendo. Y, si llegaste hasta acá, tenés que saberlo. Es algo super importante.  La historia es cortita; y les aseguro que me hizo entender un concepto que, de las tantas veces que me lo habían explicado, nunca había llegado a interpretarla con mi mente. Resulta que en esto de andar por el camino del desarrollo personal, practicando el autoconocimiento, aprendiendo acerca de cómo manejarnos mejor o intentando desarrollar una mentalidad que nos haga vivir una vida más plena y lograr el éxito en la vida misma, en el medio del cotidiano aparece la premisa de “movernos por amor y no por miedo”. Este concepto no me terminaba de quedar claro, hasta que pude comprenderlo gracias a un bananero. Sí, sí. Una planta de banano que me habló y me lo explicó a la perfección. Y no, no estoy fumando nada raro al escribir esto, por lo que toca quitar el juicio que tenés en este momento conmigo y esperar a ver con qué puedo sorprenderte hoy, ya que me estás prestando un poco de tu preciada atención.  Un día, dejaron un plantín de plátano en la vereda de mi casa. Era de una amiga que no sabía qué iba a hacer con él. Entonces, lo abandonó. Al verlo ahí, pensé que podía ayudarlo un poco y lo planté en el jardín...  El bananero creció más de diez metros y arrasó con todo lo prolijo del jardín, generando una escena salvaje, convirtiendo mi patio en una selva. Yo estaba feliz, pero mis hermanos no. Así que hicieron de todo para deshacerse de él.  Los entendí y los ayudé y también pensé que al plantarlo me había mandado una macana.  Pero, bueno, yo solo había hecho algo que pensaba sin tener información de nada y sin siquiera leer en ningún lugar lo que podría pasar si le daba espacio a esa planta.  Logramos sacarlo y, de pronto, al tiempito una hojita de nuevo salió... Entonces, tomé feliz ese brote de planta y la metí en un balde con agua. Ahí quedó por un tiempo, hasta que empecé a ver que estaba creciendo. Decidí, acorde la información del pasado, que esta vez sería diferente: la plantaría en una maceta en el patio tresero. Ahí no iba a crecer tan rebelde, y yo podría controlarla.  Pasó el verano, el otoño y se apoderó de todo el patio. Un día, se me ocurrió pensar si ese banano podría vivir en el interior de la casa, ya que estaba empezando a adornar los espacios con distintas plantas. Me puse a investigar un poco y, para mi sorpresa, aprendí que podían conservarse muy bien en el interior del hogar, con una temperatura de 22 a 26 grados. No dudé y le pedí a mi hijo que la entrara. En ese momento, leí también los cuidados que requería esta planta. Por el lapso de tres días, le di todo lo que había leído acerca de las necesidades que tenía.  Seguido a eso, empecé a ver cómo se quemaba la punta de las hojas y, además, gotas de transpiración. Entonces, me preocupé y comencé a pensar en cómo mejorar su situación.  En medio de la obsesión por ayudar, empecé a tener más miedo de que la planta se muriera y yo no pudiera salvarlala. Entré en un bucle (como tantas veces), en donde más me abrumaba y más me preocupaba. En ese momento, como si fuera un acto de salvataje de mi cuerpo, empecé a sentir la necesidad de hacer silencio y dejar de buscar la solución por todos lados. Como si algo me hablara y me dijera que no busque más y parara con la obsesiva idea de salvarla. Requería calma y no pensar en nada y, mucho menos, preocuparme... De la noche a la mañana, solo contemplar la planta sin depositar una gota más de emoción frente a ella (acto que pude comprobar al estar muy atenta a lo que estaba sintiendo, mientras estiraba y alargaba mi cuerpo meditando frente a ella), la planta al fin me habló...  Se me vino toda la sabiduría junta. Con mi mente en blanco, aparecieron las palabras; y, aunque era mi propia voz dentro de mi cabeza, esa sabiduría no era mía. Hasta ese momento no la tenía en la cabeza o, al menos, eso pude comprobar al estar tantos días obsesionada con buscar la información fuera. De esta manera, o la planta me habló o la sabiduría del universo se apersonó; o no se lo que habrá sido, pero muchas certezas salieron de esas palabras en mi cabeza. Entre otras cosas, me dijo que no necesitaba nada más que el sol y el agua que, de vez en cuando, yo le echaba.  Que, mientras me ocupara de correrle la cortina para que entrara el sol, no era necesario más nada.  Y entonces ahí vi claro todo. Como si fuera en piloto automático, me había manejado mal desde que la había entrado. Y que, mediante una alarma silenciosa emocional, me moví por miedo, nunca me percaté de que lo estaba haciendo, fue una reacción instantánea.  Como resultado de este hecho, pensé en cuántas veces me manejaba igual, soportando esa carga emocional con el fin de que nada saliera mal. Le metia la presión del miedo llenando de mucha información para llegar a la solución y, al final, generaba un sentimiento horrible que solo hacía que yo sientiera el mismo miedo. En conclusion, la planta me dio una gran lección, por lo que agradecí su amorosidad para mostrármelo todo.  Ella seguía ahí, de pie, amorosa como podía, brindando el verde precioso a mi hogar. Y yo, ahora agradecida, la veía fuerte y alta, mediante mi corazón lleno de alegría.  Ya no había miedo ni ningún otro malestar. Era únicamente el amor incondicional por esa planta, que solo era “presencia y vida” en ese lugar.  A esta altura, ya habrás comprendido lo que quería explicar sobre cómo hacemos las cosas muchas veces y cómo es que, automáticamente, nos movemos sin siquiera pasarlo en limpio o tenerlo en cuenta.  Por ejemplo: nunca me había percatado de que esos tres días (estando yo en automático) me había movido así. Fue solo cuando me detuve a no pensar en nada y estar totalmente atenta al bienestar de mi interior, meditando y elongando el cuerpo, “soltando esa necesidad de control”, que fui capaz de percibir la verdadera información. Y la solución apareció sola, por la planta, por mí o por alguna cosa mágica en la respuesta perfecta para la solución inmediata.   No fue mientras me preocupaba cada vez más, que yo logré entender. Por el contrario, fue cuando dejé de pensar en cómo ayudarla y empecé a sentirme bien y focalizar mi energia en darme amor a mí misma. Recuerdo bien que en el proceso de soltar, con la obsesión de esos días, me dediqué a otra cosa: cociné, bailé, canté canciones de Got Talent. Esas que me emocionan hasta las lágrimas y me hacen vibrar de amor el alma antes de irme a dormir. Y ya ven, luego de regar amor dentro mío, recordándolo en distintos sitios que a mí me hacen experimentarlo, el entendimiento nació. Solo, sin que nadie lo andara buscando. Y así, con ese amor que no es más que la expresión de presencia pura, funciona mejor todo. Y ahí, en ese estado, empezamos a atraer sin necesidad de estar empujando más nada. Pero eso... Eso es otro tema, ya lo hablaremos en otro artículo…
Ver más

Este blog es justamente parte de lo que amo

Hoy hubo un quiebre indispensable en el medio del proceso. Eso escribí un día no hace mucho mientras estaba sentada en el sillón de mi casa festejando el logro. Venía trabajando arduo y haciendo de todo para sentirme mejor. Sin embargo en el fondo algún pequeño ruidito seguía molestando, me pesaba y me hacía sentir incongruente con lo que estaba diciendo. Yo que hablaba de disfrutar el proceso de emprender no lo estaba haciendo. Se convirtió en un algo bastante engorroso de sobrellevar, más pasaba el tiempo más me molestaba. Era importante hacer algo, pero la realidad es que cuánto más hacía para avanzar, más atrapada me sentía. Era un poco inexplicable el sentimiento pero ahí estaba. Y justo yo que venía hablando de vibrar en sintonía con nuestros sueños, de pasar por un scanner invisible todo aquello que pensamos porque si tenemos pensamientos displacenteros no vamos a pasarla bien y mucho menos recibir lo bueno. Al fin y al cabo la de los pensamientos que no ayudaban a cumplir metas era yo. Estaba agrediendo a todos mis valores y uno de los más importantes en mí vida, la integridad. No estaba siendo congruente entre mis emociones y mis deseos. Y ahí había un bloqueo que si no lograba mejorarlo no iba a poder avanzar. Llegó el martes, ese día me juntaba con los colaboradores de mí marca. El equipo que ya estaba siendo participe de mí empresa, ya estaba generando contenido, mejorando el msj para expandir mi producto, ya estaba pagándoles a ellos y recibiendo dinero desde otras fuentes para seguir cuidando mi negocio, al estilo “camello” (como suelen llamar a las startup, que no poseen ingresos, como las “unicornio” y deben aguantar como el primer animal en el desierto sin agua, ni comida un buen rato). Venía bien, con Juan Cruz hablando de la contaduría desde un lugar más humano, entendiendo conceptos nuevos, haciendo proyecciones, armando mí presupuesto recibiendo explicaciones sencillas y faciles de entender y de repente los números que tanto había odiado en mi vida, Juan los ponía a mi favor, dándole una nueva connotación al típico registro contable de mi vida emprendedora y eso era súper alentador. Herman, por otro lado con la mentoría que habia armado. Me estaba tirando toda su artillería pesada para avanzar lo más rápido que pueda. Ese hombre había sido capaz de entregar sus tesoros más preciados, toda su sabiduría para emprender mejor y crear el mensaje asertivo para ayudar a aquellos que necesitaban conocer mí historia. Él estaba haciendo posible que yo llegue a la cima lo más rápido posible, sacaba cosas de la galera y me hacía ver mi marca desde un ángulo diferente, el concepto era prometedor. El propósito me gustaba, pero igual me sentía mal. No terminaba de cerrarme y no terminaba de sentir la libertad por la cual estaba luchando. Más allá de percibirlo en la realidad viviente no sentía coherencia, me preguntaba solamente ¿cómo podría modificarlo?, eso estaba más allá de cualquier sentimiento de impostor era mucho más profundo y yo no lo estaba entendiendo. Esa noche, Sandra terminó la colaboración con mi marca del día concediendo una sesión de coaching para cerrar la jornada. La idea era hacer un ejercicio particular. A veces pienso que es adivina esta mujer y ya van a entender porque. Empezamos con las preguntas y a hablar sobre mis valores. Empecé a mencionarlos, uno de los más importantes “la integridad” ahí empezó a doler. No me estaba sintiendo integra, no creía que todo eso que yo estaba queriendo promover con el mundo para que logre sus sueños, a mí no me estaba funcionando. Había algo más y no sabía que, Sandra empezó a hurgar entre pregunta y respuesta, como de costumbre me fue llevando de un lado para otro como si fuera una danza. Más tiempo pasaba y más bailábamos en sintonía las dos, yo me iba por las ramas y ella me bajaba de vuelta a la realidad a afrontarla. Era armoniosa la forma en que ella iba desarmando “mí maraña mental” en la que obviamente estaba un poco enroscada. La finalidad de ella en esa jornada era “ayudarme a lograr más libertad” de lo que sea. Y así fue, entendimo ahí que yo debía reconocer todo lo que estaba avanzando y todo lo que había crecido por dentro y lo había reconocido antes, pero no era suficiente. En un momento Sandra me preguntó, cuándo era que yo sentía completa integridad y me salió responder: cuando escribo. Cuando escribo fluyo y todo es coherente, todo sale de mí corazón y nada parece incongruente. Fue ahí que preguntó cómo podría yo celebrarme. Cómo podía festejar el logro que había originado. No me salía y no entendía cómo hacer para reconocerme en esa evolución y también el gran trabajo que había realizado. No alcanzaba brindar con una copa de vino, ni darle un helado a mí niña interior, comprarme un regalo, esto era algo más fuerte. Tenía que ser muy significativo para poder clavarlo en mí alma y hacerme cargo de eso que había creado yo misma trabajando codo a codo con mí alma por esa evolución creada. Era mucho, me había transformado, había creado cosas. Había ido a lugares soñados a hacer cosas soñadas, había inspirado a mejorar la vida de otras personas, como otros habían hecho con la mía y no lo podía reconocer. ¿Cómo haría eso? Metida en el meollo de la cuestión sintiéndome frente a frente con mi problema el milagro ocurrió. Sandra con su varita mágica actuó. Me preguntó, sobre qué podría escribir en ese momento. Yo empecé a enumerar uno tras otro los temas y todos sonaban hermosos. Podría tratarse de lo bueno de no darse por vencido, la fuerza de no rendirse nunca, el perdón hacía nosotros mismos y hacia los demás para poder avanzar mejor, resiliencia, de evolución o quizás podría escribir de la magia de fluir. O como pasaba todos los desafíos de una manera favorable y como estaba convirtiéndome en la emprendedora que siempre soñé. Mis lágrimas se derramaban por mí rostro y Sandra preguntó ¿sentís coherencia en esos escritos que harías? ¿sentís integridad, congruencia, transparencia, felicidad?, claramente la respuesta era sí a todo. Entonces, luego de un segundo de silencio con una voz que a través del teléfono, denotaba alegría replicó ¡Lau así te estás reconociendo!. Ese día entendí, a través de esa charla con Sandra, que nuestros valores son lo más importante y si ellos se sienten desvalorizados hay un bloqueo, el proceso de emprender y debemos ser realistas, puede transformarse en un constante vivir e incluso puede que aquella meta que tanto añoramos no suceda nunca. Hay circunstancias como la acontecida pandemia por ejemplo que puede hacerlas desvanecer. Sin embargo lo que sí ocurre y aunque pase lo que pase no va a dejar de suceder, es nuestra transformación. Esa misma de la cual nada, aunque la meta no llegue a producirse, volvería a ser como antes. La evolución constante es el proceso asertivo, al fin y al cabo solo hoy estamos vivos. Gracias Sandra, Herman, Juan Cruz una vez más, maravilloso equipo creado en espacios colaborativos de personas que se juntan para ponerte en acción. Estoy muy feliz de haber encontrado al fin a los gigantes en el camino, PARA AYUDARME A Mí A EMPRENDER MEJOR. Te invito a observar mas sobre el proceso de emprender como yo lo veo en https://lauradagostino.com/los-tres-secretos-para-lograr-el-exito/ y a contarme que fue eso puntual que te llamó la atención de este escrito un poco diferente. Gracias por leerme.
Ver más

¿Podemos amar la frustración del tropiezo?

Al momento de sobrevivir a los incansables intentos por mejorar nuestra rutina emprendedora, que se ven amenazados por los tropiezos en el camino. Puede hacerse presente un sentimiento muy conocido para muchos y este es la frustración, el enojo o la preocupación por no lograrlo. Para hablar de ese tema puntual que muchas veces es capaz de liderar nuestra vida, sin dejarnos continuar con mejores intentos. Voy a contarte una historia que tiene que ver conmigo y algo que a mi misma me pasó. Venía tratando de hacer todo lo posible por cumplir con todo, poniendole sudor, para que eso que tanto me había prometido hacer, saliera bien. Tomé el hábito y empezaron a pasar los días, el primero fue bien, el segundo mejor, el tercero una bomba y así hasta el quinto. Sin embargo cuando todo parecía ir cuesta arriba, me levanté como quien dice, con el pie izquierdo, con mis emociones totalmente distorsionadas y de repente flaquee. Empecé el dia mal, segui peor y a medida que iban transcurriendo las horas, más me iba paralizando, mientras más me esforzaba y peor resultaba. Fue así que después de todo un dia “al divino botón” por no haber podido salir de ahí, frustrada porque todo era perdida y sentimientos goma. Apareció mi mentora Sandra que entre otras cosas, recordó una frase que me volvió al camino, ella dijo: “un dia no hace a la primavera”. Podía aceptar que eso había ocurrido así y que, a como dé lugar seguro sería productivo a largo plazo. Entonces podía aceptar y confirmar “OKEY,HOY ESTOY ASÍ”. De hecho, cuando lo afirmé pude ser capaz de lanzar una sonrisa al aire y todo a las diez de la noche empezó a modificarse. La moraleja de esta historia es que cuando nos proponemos hacer algo que tenga que ver con una meta y de repente nos vemos flaquear, solemos empezar a tratarnos mal. Haciéndonos sentir la peor porqueria sobre el planeta. Cuanto más pensamientos así ocurran, mayor será la parálisis de la cual nos va a costar un triunfo salir. Aceptar trae un regalo y ese regalo es el de crear desde ahí algo nuevo. No se puede modificar lo que pasó y no podemos volver el tiempo atrás. Lo que sí puede uno hacer es crear desde el segundo en que se da cuenta. Por eso cuando ocurren estas cosas es importante “darte cuenta” cuanto antes. Porque cuanto antes aceptes, es cuando vas a empezar a alinearte otra vez. Este aprendizaje me ha servido y mucho para saber que siempre podemos volver al eje y continuar el camino, como un automovil que solo se habia corrido hacia la banquina, que si podemos aceptar al final del dia que esto es normal podremos terminar entendiendo que “un solo dia no hace a la primavera”. Cuando te sientas flaquear, aceptalo, eso mismo te dará más fuerzas para continuar. Abrazos.
Ver más

¿Hay secretos para volverse exitoso?

Estoy segura de que habrás leido frases como los tres secretos del emprendedor exitoso en la web. Entre otras lecturas parecidas, suele conocerse en “marketing” como un “gancho para atraer a quien busque información”. Bueno seguramente ahora te estes sintiendo un poco sosprendido porque has caído en mis redes con el gancho que originé. Se que hice trampa, te pido una cuota de piedad a favor de mi persona. No te vas a arrepentir de haber dado clic a este blog cuando termines de leer el contenido. Es mi meta que el fin de este escrito no sea solo informativo. Regalarte la posibilidad de aprender aquello que yo en algún momento entendí, gracias a las piñas que me pegue contra el piso y que logres con eso una transformación, será para mí un sueño cumplido. Lanzarme a emprender no fue fácil. Muy por el contrario me encontré con mucha desinformación y tuve ganas de tirar la toalla en miles de oportunidades, literalmente me dolieron los ojos de llorar porque quería hacer algo que me dé rentabilidad y en el medio disfrutarlo. Empecé a vender y no me gustaba. Me daba terror hacerlo, de hecho me sigue dando vergüenza ofrecer algún producto cara a cara aunque yo sepa que este sea transformador. Que va a hacer, tenemos estructuras, miedos, creencias provenidas de nuestra crianza. Todas ellas en conjunto forman un gran muro que muchas veces se torna difícil derribar. Alguna vez quizás te dijeron que no ibas a poder hacer mucho con tu creatividad. Quizás te dijeron que no te arriesgues a tanto porque no era para tí. También, por ahí te afirmaron que tener dinero iba a ser para otro tipo de gente, o se burlaron no sé. La cuestión es que hoy cuesta salir a hacer algo que muchas veces solo formaba parte de tus sueños. Sé que me fuí un poco por las ramas, tenía que iniciar con esa introducción para que seamos capaces de afrontar la información que sigue. ¿Por qué quise compartirte eso primero?, simplemente porque todas esas condiciones que forman parte de una personalidad creada no es precisamente la que necesitamos para emprender lo que sea. Sería ideal que mientras me lees seas capaz de tomar un lápiz y un papel y empieces a escribir. ¿Que fue lo que te dijeron o que viene a tu mente cuando piensas en la posibilidad de crear “éxito” en tu vida?, ¿crees que es posible?, ¿sientes que eso es para ti?, ¿lo mereces?, ¿estás preparado para recibir tal grado de responsabilidad de sobrellevar tal éxito en tu vida?. Todas esas preguntas tienen respuestas. Seguramente ya han sido contestadas mientras ibas leyéndome. No quiero que te sorprendas al darte cuenta que muchas de estas respuestas son negativas. A tu beneficio te cuento que el hecho de que hayas logrado leer hasta aqui, por medio de estas líneas “conscientes” significa que estas preparado para “avanzar” “evolucionar” o “mejorar” . Ahora te preguntarás mas que antes que tiene que ver todo, con los tres secretos del emprendedor exitoso. Simplemente el emprendimiento siempre se entrelaza con el desarrollo personal de la vida misma. Si eres capaz de observar el negocio o la marca que estas lanzando como parte de un todo generador de tu yo exitoso. Vas a lograr entender que no hay pasos iguales para nadie, los emprendimientos son todos diferentes, porque las personas lo son. Como seres humanos venimos dotados de magia. Esta magia desbordaria por nuestros poros y seriamos capaces de crear mil trucos, si tan solo lo “creyeramos así”. El secreto es que no existe ningún paso para lograr nada, puedes tener las bases correctas para iniciar. Eso sería lo primordial y más asertivo. Sin embargo el camino debes moldearlo tú. Debes ser capaz de meter cuanta información sea necesaria en tus entrañas. Sanar, reparar, entender dolores del pasado que están ahÍ como una “herida abierta que no nos deja brillar” porque cuando queremos sacarla un poco a la luz, duele. En buena hora que hayas hecho esas preguntas y haya salido “porqueria”. De hecho si te haces más preguntas quisiera que te salga aún más de lo mismo. Para nada me reiría de ti, no. Lo que deseo es que seas capaz de no tardar como yo 15 años en entender cosas, reparar, perdonar, dejar ir, soltar o quitarte mochilas. Hay mucho de lo que podría hablarte en este blog sobre todo eso. Solo te digo que todo lo que te ha pasado en la vida, ha servido para crear esa personalidad que tienes hoy. Puedes tomar responsabilidad sobre tu propio “presente” y hacer algo positivo con todo esto desde aquí en adelante. Tampoco es mi meta que empieces a hacer 200 terapias de sanación, hagas reprogramaciones, etc etc etc. Creo que con hacerte responsable de tu presente, creando hacia un futuro “que solo copiará a la máquina fotocopiadora que tienes como mente”. Serás capaz de recolectar mucha información que va a ayudarte a mejorar tu propio emprendimiento y eso, sin duda se trasladará a tu propia vida. Los seres humanos, somos de manual traumas, bloqueos, creencias tenemos todos. Existen dos tipos de personas, la que es capaz de continuar con la tarea y el propósito a como de lugar y la que no. Aquella persona que vuelve a su rutina diaria en donde la lucha es más importante que el amor hacia su propio sueño. Aquella a la que no le importa ponerse la camiseta de su propio equipo que es su vida y jugar para él, no logrará nada. En esos dos tipos de personas están las que hacen todo lo que deben hacer para lograr cualquier cosa que quieran. Aquellos que lo logran son claramente los que nunca se dan por vencido. La clave más importante para que todo esto funcione y seas del porcentaje que no se rinde es aprender a disfrutar “de verdad” el proceso. Dicen eso en varias lecturas, cintas, audios, libros, pero no te lo explican de la manera que yo lo entendí. Eso es lo que también me da gusto poder compartirte. A lo largo de la historia te muestran un montón de seres que han logrado cosas y en el camino la han pasado muy muy mal. Yo me pregunto, ¿para qué? Es en esta parte del blog en donde quiero que hagas un ejercicio y te preguntes de verdad que es para ti la vida. Yo me lo he preguntado muchas veces y ha resonado en mi cabeza hasta la posibilidad de pensar que todo era en vano. Ahora bien estamos aquí, a como de lugar somos del porcenataje que está tratando de cumplir sus sueños y piensa que la vida es digna de ser vivida ahora, ¿en el mientras tanto que?, claro, en el mientras tanto de cumplir tus sueños que pasa, ¿sufres?, ¿así funciona? cuando fui capaz de hacerme estas preguntas pude poner a mi emprendimiento en el lugar de mi amigo. Amigo que a lo único que me invita es a crecer, mejorar, evolucionar, etc. Cada vez que tu emprendimiento caiga, se estanque o parezca desangrarse. Preguntate que es lo que debes aprender, mejorar, sanar, reprogramar en tu vida para que una vez te ocupes. Una vez te ayudes, tu emprendimiento crezca a la par tuya y de tus sueños. Puede tardarte una vida entera o dos años. Tú eliges. Siempre y cuando seas capaz de tomar las riendas de tu negocio como eso que debes mejorar para poder avanzar. El motivo de este blog es por la cantidad de información que anda dando vueltas, con tÍtulos 2finitos” como los desinformarte con los tres secretos del emprendedor exitoso que no existen, ni esos “secretos” o “pasos” son así de sencillos. Puedes creerme o no. En mi caso desde el momento que alinee mi marca con mi desarrollo personal, todo se transformó. Comencé a disfrutar, sabiendo que todas las condiciones estaban disponibles y en cuanto yo vibrare en sintonía con lo que necesite “aparecería”. Hago lo que tengo que hacer, sano lo que debo, me respeto, me cuido soy lo más importante de mi emprendimiento. A veces me equivoco y como responsable que soy “pago”. Hay un precio por las equivocaciones si, pero ese precio se tranforma en un aprendizaje cuando somos capaces de mirarlo así. Si algo no está sucediendo, algo falta aprender. Si algo esta costando, quizás algo falta soltar, reenfocar, redireccionar. No lo sé. Lo que si puedo decirte es que mereces escucharte más, hay siempre una información que esta disponible y sabrás que es lo que debes hacer. Solo debes ejercitar silencio, para escucharla aún mas. Algo que debes recordar, si estás emprendiendo y aún estas sosteniendo un empleo tradicional es “no dejarlo antes”. No te tires al avismo siendo capaz de perder calidad de vida en caso de querer soñar (a menos que te gusten los retos). No te digo life style solo “calidad de vida”. Tu emprendimiento te necesita sano, imagina a tu trabajo como un puente y quitale el poder de hacerte sentir mal por estar ahí. Genera estrategias de una manera inteligente y sé capaz de saber cuando hacer pasos lógicos. No te desgastes, no arruines tu salud y aprende todo lo que debes de acuerdo al empresario que intentas ser. “Mentalidad” “inteligencia emocional” “pensamiento estratega” “contabilidad” son algunas de las áreas que debes afrontar si quieres llegar a buen puerto. Debes imaginar tu vida como el mismo proceso en donde seas capaz de salir todas las veces “exitoso”. A cada rato de acuerdo a cada mejora, a cada reto pasado o desafío resuelto. Ya lo ves, percibido así no se trata de una sola meta. Mi propósito es acortar el tiempo de búsqueda para encontrar las herramientas perfectas que te ayuden a avanzar en tu emprendimiento. Las herramientas que te enseñen eso que necesitas aprender para lograr todas tus metas, porque vas a tener que aprender no es soplar y hacer botella, ya te lo he dicho antes. Está tan arraigada en la sociedad el cliché de la cosa fácil, en pasos, como hacerse rico mañana, etc etc. Sin embargo la mayoría de personas que se lanzan a emprender obvian lo más importante de todo, los procesos. Sin duda hay procesos que hay que considerar y profesar para lograr algo y esas son etapas de crecimiento que deben ocurrirte si o si. Los millonarios del mundo han trabajado, salvo casualidades, en la construcción de su abundancia por todo lo que hemos hablado. No fue solo el crecimiento económico, aquel que tuvieron que moldear. El trabajo fue interno, lo sepan o no, debieron ser capaces de crecer en su interior como seres humanos para lograr cosas. Trabajaron en su desarrollo personal y si no han sabido abordarlo desde el conocimiento, como esa disciplina, lo han hecho igual. A través de sus errores, fracasos y frustraciones como distintos problemas que tuvieron que afrontar en el camino. Es desde toda esa experiencia, que quienes admiramos, han logrado alinear su cuerpo- mente y espíritu, para crear la libertad espiritual, mental y financiera. Generando así, grandes RIQUEZAS. Te recomiendo veas también https://lauradagostino.com/tips-para-emprender/ , se alineará completamente con todo lo que te vengo contando, te deseo muchos éxitos como siempre. Gran abrazo.
Ver más