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Pri y Rodri

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La Suerte y el Guía

VOLCAN BARU 13 km de subida constante y empinada para llegar al punto más alto de Panamá, la cima del volcán Barú. Desde arriba se pueden ver los dos océanos, el Atlántico y el Pacífico. Un atardecer y amanecer soñado y en el camino infinidad de pájaros. Para llegar podés hacerlo en Excursión 4x4 que salen desde Boquete a partir de las 3 am para llegar a ver el amanecer en la cima y vale $90 dólares por persona. O también podés subir caminando como hicimos nosotros. Lo primero que hay que hacer es inscribirse mandando un mail a [email protected] porque solo permiten 100 personas por día. Luego hay que llegar a la puerta del parque nacional, puede ser en bus (por $2), en taxi o a dedo como hicimos nosotros, no les recomendamos ir caminando porque son 5 km de pura subida matadora. Una vez en el ingreso al parque, te registras con tus datos, la respuesta del mail que te autoriza a subir y comienza la caminata. Se puede subir de 4 am a 1 pm. Son 13 kilómetros de subida constante, bien empinada y con bastante sombra, por suerte. La bajada es igual de heavy porque hay mucha tierra finita con piedras sueltas que resbalan todo el tiempo, hay que bajar con mucho cuidado y mejor si es con un palo de trekking o una rama firme. El día que subimos tuvimos la suerte que a la ida una camioneta de trabajadores nos llevó 4,5 km. Y a la vuelta otra camioneta nos acercó 2,5 km hasta la salida y luego hasta el pueblo. Eso hizo que nos ahorraramos varias horas de caminata. Nosotros comenzamos a subir a las 9 de la mañana, llegamos al campamento a las 14 hs, armamos la carpa, vimos el atardecer en la cima completamente solos, dormimos, y a las 4 de la mañana nos despertamos con el ruido de las camionetas de excursiones que comienzan a llegar, subimos a ver el amanecer pero la cima estaba llena de gente así que nos quedamos un poco más abajo y esperamos el sol aparecer en el horizonte, desarmamos la carpa y comenzamos el descenso, llegamos al pueblo al mediodía, muy cansados pero felices. El dolor de pantorrillas y rodillas nos duró 3 días, la satisfacción de haber llegado y hacer esa travesía queda para siempre. Es muy importante llevar buen calzado, bastante abrigo porque arriba de pone bien frío (gorro de lana y todo), mucha agua y algo para comer. Se puede acampar, un kilómetro antes de la cima en la zona de acampe, con baño seco, un sector para hacer fuego y una 'casita' de madera que te separa del piso y hace de reparo. Recordá que todo lo que llevas tiene que volver, no tiene sentido dejar una bolsa de basura perfectamente ordenada porque arriba de la montaña no llega ningún recolector. Es importante mantener el lugar limpio, sin basura producida por humanos, ya que además de respetar la naturaleza, es un lugar que solo lo cuidan los acampantes y así podemos evitar animales que no queremos en nuestra carpa como los roedores. Actualmente la entrada al parque es gratuita, pero nos comentó el guardaparques que pronto van a empezar a cobrar.
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La Suerte y el Guía

COMIDA La comida es de las cosas que más se extraña viviendo en otro país. Y aunque seguimos en el mismo continente, en Argentina se come muy distinto al resto de Latinoamérica. Un poco por el clima, otro tanto por el acceso a diferentes alimentos y mucho más por costumbre y tradiciones. Porque la comida no es solo alimento, es compartir, son rituales, es familia y amigos, es mucho mas que solo el acto de comer algo. En este tiempo fuera nos fuimos adaptando a cada país, a cada región, a sus sabores e ingredientes típicos. Cambiamos la costumbre de desayunar poco y mal (solo un mate con pan) a desayunar abundante, con huevos, frutas, verduras, queso y hasta lo que podría ser tranquilamente un almuerzo. Nos tomamos el tiempo de prepararlo y disfrutarlo. Mantenemos la costumbre de cenar tarde, aunque no tanto como antes. Siempre somos los últimos en usar la cocina. Todavía nos sorpendemos cuando vemos a personas cenar y el sol aún está en el cielo, seguramente ellos se sorprenden de vernos preparar comidas elaboradas después de las 20 hs. Usamos mucho el horno, ese aparato debajo de las hornallas que muchos nunca usaron, nunca encendieron, no saben siquiera si funciona o no. Y ahí vamos a desempolvarlo, limpiarlo y darle vida usándolo casi todos los días, para hornear un pan, galletas, tortas, pizzas, empanadas, tartas. Inundando todo de ese olorcito a horneado, ese olorcito a hogar. A veces prendemos un fueguito, si hay parrilla se arma el asador en cualquier lugar. La especialidad de la casa son las pizzas a la parrilla, rara vez puede ser algo de pollo, porque la carne no es como la de 'allá'. Una costilla a la parrilla cocinada lento puede quedar durísima y ahí nos enteramos que la costilla es para la sopa, o hacer una costeleta vuelta y vuelta es imposible porque la costeleta es para una salsa, para cocinarla en olla y si es a presion mucho mejor. Viajamos con nuestro mate, aunque cada vez se haga más difícil y caro encontrar yerba. Se lo hacemos probar a cada persona que se anima, informando de antemano la única regla 'está prohibido tocar la bombilla', rara vez el mate les gusta, entonces explicamos que tomamos mate, mas por costumbre que por sabor, y lo hacemos desde bebes, mates lavados y fríos, pero que sirven para compartir, con los demás y con uno mismo, como una especie de meditación. Nada mejor que unos mates en la cima de una montaña contemplando la inmensa naturaleza, sentados en una piedra con los pies en un río de agua fresca o bajo una palmera con la brisa del mar mojando nuestra cara. De cada país aprendimos e incorporamos sus mejores versiones. En Brasil, a preparar el arroz blanco y comer las mejores frutas. En Perú, a preparar infusiones de todo, comer distintos tipos de papa y aprovechar hasta la cáscara de la ananá. En Ecuador nos hicimos fan del verde, el maduro y sus mil preparaciones. En Colombia, a bajar cocos de la palmera, abrirlos y usar todas sus partes, también mejoramos la técnica de las arepas agregandole queso a la masa. Sumamos nuevos sabores y a otros los extrañamos cada vez más, porque creemos que eso también es el viaje, disfrutar y extrañar en la misma medida.
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La suerte y el Guía

IMPRESCINDIBLE ? Parque Nacional Natural Tayrona Es uno de los parques más importantes de Colombia, con muchisima diversidad de animales y plantas, con selva y playas. Conocer este parque era uno de nuestros imperdibles y aunque pensamos que era más económico, de todas maneras fuimos y acá va nuestra experiencia. Se puede llegar de varias maneras: 📍Por la entrada El Zaino (es lo que hicimos nosotros) 📍Por la entrada Calabazo (es la menos utilizada y te llevan en tours) 📍En lancha desde Taganga directo a Cabo San Juan (te perdés el camino que es lo más bonito) Podés ir y volver en el día o quedarte dentro del parque a dormir en diferentes tipos de alojamientos, desde hoteles, carpa y hasta hamacas al aire libre. Es importante saber que se paga un seguro obligatorio por cada día que te quedes dentro del parque y que una vez adentro no podés salir sino tenés que volver a pagar la entrada. Si vas a ir por el día lo mejor es hospedarse en Santa Marta o Palomino que son las ciudades más cerca del parque. Nosotros estábamos en Taganga así que fuimos a Santa Marta en bus por $0,65 cada uno, nos bajamos en el mercado y de ahí tomamos el otro bus hasta el ingreso del parque por $2 tuvimos suerte y no esperamos casi nada, no bien bajamos de un bus nos estaba esperando el otro 🙌 Una vez en el parque, hicimos la fila para comprar la entrada que nos salió $23 por persona y otra fila para comprar el seguro obligatorio que vale $1,60 por día por persona. Una vez que tuvimos las dos pulseras colocadas comenzamos la caminata. En ese momento tenés dos opciones, podés tomarte un minibus pagando $1,40 por persona o caminar los 5 km hasta el 'estacionamiento' que es donde comienza oficialmente el trekking en el Parque Tayrona. Nosotros hicimos la caminata, que nos llevó 1 hora, el camino es bien sencillo, una calle asfaltada con mucha sombra y podés cruzarte con nativos que viven dentro del parque, vistiendo sus tunicas blancas, descalzos y con un bolsito colgado de lado. Ya en el estacionamiento comienza el sendero con más sube y baja, aunque el camino se hace un poquito más complejo, está bien marcado y con mucha sombra. Es un trekking sencillo y lo pueden hacer personas de todas las edades. Desde el estacionamiento tenés la opción ir a caballo si preferís no caminar. El sendero es hermoso, rodeado de vegetación y animales, hay muchos monos que les gusta la comida y cualquier cosa que tengas en la mano, así que hay que tener mucho cuidado, no alimentarlos y agarrar el teléfono con fuerza si vas a sacarles fotos. Las playas dan a mar abierto por lo que las olas son fuertes y no todas son aptas para baño. La primer parada de descanso es Playa Cañaveral, que se ve desde unos miradores porque no es apta para baño. Hay un puesto que vende bebidas y helados como para refrescarse un poco. Siguiendo el camino llegas a Playa La Arenilla, es donde se une el río con el mar, la vegetación cambia, tiene partes de arena negra y es la primer parada para baño, pero hay que tener cuidado porque el mar es fuerte con olas y se hace profundo rápidamente. Acá hay restaurantes con varias opciones de mariscos y pescados para comer. Después de un buen chapuzón seguimos hacia la próxima parada. 'La piscina' una playa larga con sombra natural y bastante angosta por lo que probablemente el mar te moje las cosas como nos pasó a nosotros, no sabemos si siempre es así o justo agarramos la marea alta. Al final del recorrido llegamos a la playa Cabo San Juan, la más conocida y la mas llena de gente, porque acá llegan las excursiones en lancha desde Taganga. Es una playa grande con todos los servicios, restaurante, baños, camping y hasta un mirador de madera en lo alto dónde podés alquilar una hamaca y quedarte a dormir ahí al aire libre y con el sonido del mar por $19 la noche. Lo mejor de todo el paseo es que tuvimos la suerte de ver un Caimán de muy cerquita. La caminata en total nos llevó 6 horas ida y vuelta, creemos que el camino es hermoso pero nos pareció que está sobre explotado, es caro y las playas nos son el paraíso como para hacer tanto esfuerzo. Nuestra conclusión es que si estás en Santa Marta, tenés que ir porque es de lo más lindo de esa zona, pero si lo que buscas son playas paradisíacas, hay otros lugares que son mucho mejores.
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AYAMPE Desde que llegamos a Ecuador Rodri quería conocer ésta playa, buscamos voluntariado pero no coincidimos en la fecha así que terminamos quedándonos en Montañita. Un día vamos a conocer esa famosa playa de surfistas y nos encantó el pueblito, súper tranquilo, al estar nublado no aprovechamos mucho el mar pero lo pasamos súper lindo. Volviendo para Montañita hacemos dedo y nos levanta Jeanet, una cordobesa que llegó hace varios años a Ecuador y se quedó a hacer su vida acá, nos comenta que tiene dos restaurantes y necesita gente, uno de ellos está en Ayampe, dentro de un complejo de cabañas, pensamos que sería muy bueno que uno trabajara en el restaurante y el otro hiciera voluntariado en las cabañas, pero por el momento necesitaba gente para el restaurante en Olon, bien cerca de Montañita, a los dos días ya estaba trabajando ahí. Una semana después aparece por Facebook la búsqueda de voluntariado en las cabañas de Ayampe, ahí mismo donde estaba el restaurante, buscaban una pareja de voluntarios y pagaban un extra, la oportunidad era inmejorable. Y así fue como en menos de un mes conseguimos un voluntariado pago y un trabajo extra en la playa que queríamos conocer. Nos quedamos tres meses, trabajamos muchísimo y pudimos ahorrar lo necesario para seguir viaje. La lluvia nos visitó casi todos los días, lo que convirtió el pueblo en un gran charco de barro, la humedad de ese lugar es tanta que le salen hongos a cualquier cosa que dejes en la misma posición durante dos días seguidos. Vivimos en un lugar maravilloso, rodeados de naturaleza, paz y buena gente. Nos despertabamos con el bello canto de las Charatas (léase con sarcasmo) y nuestra dieta era a base de helado, maduro lampreado, empanadas de verde y comida tailandesa. Ayampe tiene algo que te atrapa, es llegar ahí y que todo fluya, se acomode, por eso se lo conoce también como 'Atrampe' vas por unos días y te quedas meses. Nosotros aprovechamos cada día para contemplar el sol fundiéndose en el horizonte con el mar, en unos atardeceres que parecen pintados y que nos regalaron los cielos más hermosos que vimos. El sol cae todos los días, y frenar 10 minutos a contemplarlo es algo que todos nos deberíamos regalar, los espectáculos de la naturaleza están ahí, para nosotros, solo debemos aprovechar su magia.
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TRES AÑOS VIAJANDO 3 años maravillosos, nos maravillamos a cada paso que damos, con los paisajes, los animales, las plantas, las personas y las experiencias que vivimos. 3 años intensos, porque sí que es muy intenso vivir de ésta manera, la noción del tiempo cambia mucho, un día parece una semana, los días se estiran como chicle y en 24 hs nos pueden pasar mil cosas, a veces frenamos y nos ponemos a pensar que estuvimos viviendo en 4 países en un año, eso sí que es intenso. 3 años expansivos, en éste tiempo sin dudas crecimos muchísimo y no solo porque nos estamos poniendo más viejos 😅, sino que crecimos en espíritu, nuestra cabeza se expandió, vemos la cosas muy diferentes, desde la empatía, poniéndonos en el lugar del otro, sin juzgar pero manteniendo nuestra esencia. 3 años de incertidumbre, nunca sabemos bien dónde vamos a estar, dónde vamos a dormir, que vamos a comer, de dónde va a salir el dinero para seguir viaje, que vamos a hacer. Vivir en esa incertidumbre constante a veces nos agobia pero la mayor parte del tiempo nos encanta y es la llama siempre prendida que nos hace seguir avanzando. 3 años de aprendizaje, mejoramos nuestro inglés, aprendimos portugués y algunas palabras en alemán. Aprendimos a cocinar con nuevos ingredientes, comidas locales y típicas de cada lugar, con frutas que en realidad son verduras, que necesitan cocinarse y nosotros no sabíamos. Aprendimos también del clima, de las mareas, las lluvias intensas, los cielos negros que se despejan con un gran viento, los horarios para hacer ciertas actividades según lo que mande el sol. Aprendimos nuevos oficios y formas de hacer las cosas. 3 años de desafíos, desafiamos nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestras creencias, nos desafiamos individualmente y como pareja. 3 años de libertad, y a veces es difícil vivir con tanta libertad, decidir a cada paso lo que queremos hacer, como lo queremos hacer, evaluar las posibilidades, ponernos de acuerdo y muchas veces dejar que el destino elija cuando realmente no sabemos que decisión tomar. 3 años de una montaña rusa emocional que estamos aprendiendo a gestionar día a día, paso a paso, kilómetro a kilómetro. 3 años de vivir viajando, honrando la vida, nuestra vida.
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Una semana en el paraíso Llegaron nuestras ansiadas vacaciones en una isla de ensueño, alquilamos una casa, un auto y compramos mercadería en el supermercado para cocinarnos todos los días, así pudimos bajar bastante nuestros gastos y adecuarlo al presupuesto viajero. No nos privamos de nada, conocimos cada día una playa maravillosa, hicimos el mejor snorkel de nuestras vidas y solo gastamos 250 dólares para una semana en el paraíso. Las playas de Curazao son pequeñas, con poca arena y bastante piedras de corales, el mar es tan espectacular que no te dan ganas de salir. Color turquesa, agua cristalina y sin olas que parecen una gran piscina. Una gran vida marina por descubrir, con tortugas, plantas, corales e infinidad de peces. Es una isla muy tranquila y segura, con personas honestas, dónde prevalece la buena fé y la palabra. Prácticamente no hay vendedores en la playa y en casi todas uno se acomoda las reposeras que quiere, dónde quiere y después aparece alguien a cobrarte. Su moneda es el florín pero en todos lados reciben dólares al mismo tipo de cambio y cuando te dan el vuelto lo hacen en florín, ésta es una buena manera de cambiar dinero sin ir a una casa de cambio. La luz se compra, el agua de la canilla es potable y se puede tomar sin problema, los supermercados son enormes y con gran variedad de productos. El centro abre hasta las 18 hs y los shopping hasta las 20 hs. Hay transporte público pero recomendamos mucho alquilar un auto, las distancias entre las playas son extensas y todo está alejado. El tránsito es ordenado, existen autos que se manejan por la derecha y otros por la izquierda. El combustible te lo cargas vos mismo en las estaciones de servicio. Su idioma es el papiamento, una mezcla de español, portugués, inglés, holandés y criollo. Pero no hay de que preocuparse, porque casi todos saben hablar español y/o inglés, y el que no sabe intenta comunicarse de alguna manera. Tiene más de 35 playas, por eso es muy importante elegir bien a dónde ir, nosotros elegimos todas playas tranquilas sin olas, de esas que parecen piscinas y son ideales para hacer snorkel, conocimos nueve playas en total y solo pagamos el ingreso en dos, el resto son gratuitas. Las playas más espectaculares para nosotros están en la zona norte, para hospedarte te recomendamos hacer unos días en la zona norte y otros días en la zona sur, también podés hospedarte más cerca del centro y de ahí viajar a cada playa, nosotros elegimos esa opción y la playa más lejos quedaba a 50 minutos en auto. Lo más caro es llegar, una vez que estás acá podés gastar mucho o poco dependiendo como te organices. Es un verdadero paraíso que espera mucho más turismo del que tiene actualmente por eso les recomendamos animarse, ahorrar un poco, y disfrutar del caribe cada día.
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Llegamos a Ecuador Estamos en Chachapoyas y tenemos dos opciones, nos volvemos hacia la costa y cruzamos como lo hace el 90% de los viajeros por Tumbes, o seguimos por la montaña que es el camino más corto en kilómetros pero por dónde no cruza casi nadie. Nos gustan los desafíos así que elegimos la segunda opción, tenemos dos días para cruzar la frontera, salimos temprano desde Chachapoyas para hacer dedo y luego de una hora en ruta no conseguíamos nadie que nos llevará así que decidimos tomarnos una van hasta Pedro Ruiz, el problema es que no tenemos soles en efectivo, le proponemos al chófer cargar nafta en la estación de servicio y nosotros pagamos ahí con tarjeta de débito. Una vez en Pedro Ruiz y pagado el transporte salimos del pueblo caminando hasta que Alex en su camión nos levantó y llevó directo hasta Chamaya a 18 km de Jaén, nuestro destino para ese día. El clima cambió rotundamente en un día, por ésta zona el calor es terrible, Alex compra un coco helado para cada uno, un mimo al alma tomar eso bien fresquito. Bajamos del camión y apareció Montenegro en su moto carga que nos lleva hasta Jaen. Llegamos a la casa de Henry, el Couchsurfing que nos esperaba para pasar la noche, nos duchamos con agua helada para quitarnos el calor y el viaje de encima. Aprovechamos para charlar sobre viajes, comer algo y descansar para encarar otro día de puro viaje. Salimos de Jaén caminando y después de 3 camionetas y un camión quedamos en medio de la nada a unos 35 km de la frontera, teníamos que cruzar ese día si o si porque se nos acababa el plazo, pero por esa ruta no pasaba nadie, esperamos, caminamos, esperamos, caminamos y así unas cuantas horas. Sabíamos que a las 15hs pasaba un colectivo que iba directo hasta Loja, Ecuador. Teníamos poco dinero así que íbamos a esperar lo más que pudiéramos pero de última estaba esa opción, nos tranquilizaba saber que de alguna manera íbamos a cruzar ese día, hasta que en medio de la nada, frena un auto azul, con dos personas grandes sentadas atrás, primero creímos que era un taxi, así que le preguntamos si nos iba a cobrar, pero Ángel amablemente nos dijo: no chicos, suban, los llevo. Hablando de todo un poco nos cuenta que es de Ecuador y que iba al primer pueblo cruzando la frontera, por dentro saltamos de felicidad, y así fue como éste Ángel nos llevó hasta Pucabamba, hicimos migraciones juntos, les contamos nuestro plan de viaje y quedamos en contacto porque nos espera para cuando estemos por Quito. Comenzaba a oscurecer así que finalmente tomamos el bus que nos llevaría hasta Malacatos dónde nos esperaba Diego, nuestro Couchsurfing. Fueron casi 6 horas de viaje para recorrer 157 km, el camino estaba destruido. El bus nos dejó en la puerta de la casa, eran las 00 y estábamos muy cansados pero sumamente felices. Ya estábamos en Ecuador, nuestro 4° país conociendo juntos y la Bienvenida había sido maravillosa. Info útil: Desde el norte peruano tenes 3 cruces fronterizos con Ecuador, el más común es el de tumbes/Machala. Nosotros cruzamos por el cruce desértico de La Balza.
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HOGAR Llamamos hogar a lo que nos proteja de las tormentas, vientos y de muchas cosas más. A lo que nos da comodidad y nos permite quedarnos tranquilos. Nuestro hogar es una lona con mucha tecnología que mide 1,40 Mts de ancho, 2 Mts de largo y 1,10 Mts de altura, la cual es levantada por varillas de fibra de vidrio. Aunque aparenta ser pequeña, por dentro tengo todo, es una mansión, porque entra todo lo necesario, no tiene imperfecciones, resiste al agua, si se inunda flota, protege de los rayos del Sol, de las lluvias, de la tierra y hasta de la nieve. Este hogar lleva un poco más de dos años con nosotros, básicamente desde que arrancamos el viaje, y así, ha estado armado y resguardándonos en lugares muy hermosos, aveces no tanto, con pisos de pasto, arena, cemento y algunas veces con piedras. Podemos decir que destacamos tres momentos vividos y que agradecemos que esta pequeña carpa sea nuestro hogar. El primero fue en Malargüe, allí tuvimos una semana completa de lluvia, pero un día, llovió torrencialmente sin parar durante todo el día y a las 16hs (aproximadamente) vemos que había una capa de 10 cm de agua alrededor de nuestro hogar, desesperados fuimos y vimos por dentro, no había ingresado ni una gota. El segundo momento fue en Bariloche, en una noche fría nos acostamos a dormir y al otro día, estábamos rodeados por nieve, y si, nuestra carpa estaba intacta, con 5cm de nieve y mucho frío, pero manteniéndonos calentitos y protegidos. El tercer momento fue en El Chalten. Todos sabemos que en la Patagonia los vientos son fuertes, pero ese día, el viento fue de 80km/h y nos movía (hogar, Pri y Rodri) para todos lados, pero adivinen, exactamente eso, nuestro hogar no se desprendió del suelo, ni una sola estaca, no se rajo ninguna de sus parte y siguió protegiendo a este par de aventureros que la cuidan un montón y día a día le agradecen que sea parte de este sueño y de esta vida. Muchas gracias querido hogar ⛺️ Info útil: La carpa que usamos es de la marca spinit versión camper. Muy buena y recomendable
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MOCHILEANDO 1) Cuida tu energía ☺️ Es lo principal, estar alegre, motivado, con una sonrisa y mucha paciencia, Cuando está costando un poco es bueno caminar, cambiar de lugar, renovar la energía. 2) Aprovecha todas las horas de sol ☀️ Es bueno empezar a hacer dedo cuando está amaneciendo y ya tener un lugar donde pasar la noche cuando se está yendo el sol. De noche es más dificil que te levanten y también suele ser un poco más peligroso. 3) Comumica a dónde querés ir 🪧 Es importante hacer un cartel con el nombre de la proxima ciudad, puede ser una hoja A4 en un cuaderno o un pedazo de cartón, lo importante es que sea claro para que puedan leerlo con facilidad y fuerte por el viento que suele haber en las rutas. Una vez que el vehículo frena se va a hablar y con suerte te llevan más cerca de tu destino. 4) Cuida tu imagen 💅 Recomendamos ropa cómoda y limpia. Todas las personas que nos levantaron nos dijeron que ven el aspecto de la persona, cómo es la presencia. No hay que olvidar que para ellos también es una experiencia nueva, no nos conocen y tienen miedo. 5) La mochila siempre adelante 🎒 Es nuestra carta de presentación, que se vea, anticipando que estás ahí. Es ideal tener cubremochila porque todo se ensucia y arruina mucho, es mejor lavar o cambiar una tela de secado rápido que una mochila entera. 6) Lleva agua 🚰 Pueden ser 5 minutos o 5 horas las que estes en la ruta, por eso es importante estar bien hidratado, que no falte el agua y si le sumas algo para picotear mejor. 7) Agradece 🙌 Aunque no frenen para llevarte saludá y agradecé, vas a ver cómo te llenas de buena energía y gratitud. 8) Cada km suma 🛣️ No importa si son 5, 10 o 100 km, todo sirve, y te va acercando a tu objetivo. 9) Nadie te deja en el medio de la nada y todos te ayudan en el medio de la nada 💫 Es mejor alejarse un poco de la civilización, hasta el punto en que te sientas seguro. Siempre es mejor utilizar las salidas de las ciudades. 10) Dormí en un lugar seguro ⛺ Los puestos donde hay camioneros siempre son los mejores, tienen baño, ducha, internet y algo para comer. Solo hay que pedir permiso y armar la carpa.
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NO HAY NADA AHÍ Eso nos dijeron varias personas cuando comentamos que íbamos a Puerto San Julián, para nosotros era una parada de descanso, para seguir viaje hasta Comodoro. La ruta 3 es cansadora, por el viento, sumado a que es bastante desértica y son muchos km entre una ciudad y otra. Llegamos y fuimos directo al camping municipal, frente al mar, muy tranquilo, organizado y limpio, igual que el pueblo. Ahí descubrimos que estábamos prácticamente dentro del Parque Interjurisdiccional Marino y que sí había mucho para ver y conocer. El guardaparque nos explica los puntos de interés y comenta que en Playa La Mina al final del recorrido, si teníamos paciencia y algo de suerte íbamos a ver delfines y toninas. Expectantes fuimos a hacer el recorrido. Primera parada: Ex frigorífico Swift, las ruinas de lo que fuera el frigorífico y el principal ingreso económico de la ciudad desde 1910 hasta 1967. Segunda parada: Cabo curioso llena de lobos marinos y unas vistas increíbles. Tercera parada: Punta Cuevas y como su nombre lo indica, una cueva en el acantilado a la que se puede acceder cuando la marea está baja, cubierta completamente por conchas de mar, realmente hermosa. Cuarta y última parada: Playa La Mina y como somos personas de mucha suerte ni bien llegamos, no alcanzamos a bajarnos de la moto, que las toninas comenzaron a hacer su show, después se le sumaron los delfines, nosotros impactados ante esa belleza, completamente solos. No hay una sola foto de ese momento, no nos dió el tiempo, estábamos disfrutando y contemplando la naturaleza en un lugar donde “no hay nada para ver”. Ese fue nuestro gran aprendizaje del día, siempre que te digan que algo no vale la pena, hay que intentarlo y vivenciarlo uno mismo, las sorpresas pueden ser enormes. Más aún cuando no hay explotación turística. Puerto San Julián Está ubicado en Santa Cruz a 360KM de la capital “Rio Gallegos”. Un lugar con mucha historia ya que fue la primera zona avistada y evangelizada por los colonizadores. En este pequeña ciudad encontrarás un parque interjuridiccional y junto a él una vía costera donde podrás ver diferentes animales.
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